El Papa Francisco pasó una noche tranquila y se encuentra hoy descansando en el Hospital Policlínico “Agostino Gemelli” de la ciudad de Roma, Italia, luego de experimentar el viernes un ataque aislado de broncoespasmo.
Así lo indicó este sábado la Oficina de Prensa del Vaticano a través de un nuevo parte médico. “La noche transcurrió tranquilamente, el Papa se encuentra descansando”, puntualizó el texto.
El Sumo pontífice de 88 años se mantiene bajo pronóstico reservado. Sin embargo, luego del episodio que derivó en vómitos con inhalación y empeoramiento repentino del cuadro respiratorio, el cuerpo médico anticipó que se necesitarán aproximadamente 24-48 horas para evaluar el estado clínico.
"Tras la rápida aspiración de los bronquios, el Papa inició ventilación mecánica no invasiva 'con buena respuesta del intercambio gaseoso'. Hasta donde sabemos, los valores del intercambio de gas han vuelto a los de antes de la crisis", agregó el portal Vaticannews.
¿Qué es un broncoespasmo?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el broncoespasmo es una contracción anormal y repentina del músculo liso de los bronquios, lo que provoca una reducción del calibre de las vías respiratorias y dificulta el paso del aire a los pulmones.
Esta afección suele estar asociada con enfermedades respiratorias como el asma, la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y reacciones alérgicas severas. En el Papa Francisco derivó en vómitos con inhalación.
Los principales síntomas del broncoespasmo incluyen:
- Dificultad para respirar (disnea)
- Sibilancias o silbidos en el pecho
- Opresión en el tórax
- Tos persistente
Su tratamiento generalmente demanda de broncodilatadores (como el salbutamol), corticosteroides y medidas preventivas según la causa subyacente.
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El Papa Francisco, hospitalizado por segundo día.
El episodio encendió nuevamente las alarmas en el Vaticano. Es que a más de 15 días de su hospitalización por una neumonía bilateral, el líder de la Iglesia Católica cuenta con un antecente que podría acelerar el estado de fragilidad.
En 1957, cuando tenía 21 años, sufrió una grave pleuresía que llevó a los médicos a extirparle parte de un pulmón en Argentina. "Nunca he sentido fatiga ni falta de aire (disnea). Como me explicaron los médicos, el pulmón derecho se ha expandido y ha cubierto todo el hemitórax ipsilateral", explicó en 2019 Francisco en un entrevista concedida al periódico La Nación.
En aquella oportunidad, el Papa reconoció que cuando se recuperó de la anestesia, el dolor que sentía era muy intenso. "No es que no estuviera preocupado, pero siempre tuve la convicción de que me recuperaría", subrayó.
