Las nuevas medidas propuestas por el Gobierno español, como el posible veto a la compra de propiedades por parte de extranjeros no comunitarios, están desalentando aún más a los ciudadanos del Reino Unido.
Todo lo que hay que saber con las últimas medidas adoptadas por el Gobierno español para la compra de viviendas de extranjeros.
El Brexit sigue afectando significativamente a los británicos interesados en mudarse a España, un destino que antes era uno de los favoritos para la jubilación y el estilo de vida mediterráneo.
Sin embargo, las nuevas medidas propuestas por el Gobierno español, como el posible veto a la compra de propiedades por parte de extranjeros no comunitarios, están desalentando aún más a los ciudadanos del Reino Unido.
El primer ministro español, Pedro Sánchez, anunció su intención de imponer un impuesto del 100 % sobre el valor de las propiedades adquiridas por extranjeros no residentes y, en algunos casos, prohibir directamente estas compras. Esta medida forma parte de un paquete para abordar la crisis de vivienda en España y acabar con la especulación inmobiliaria.
"Propondremos prohibir a los extranjeros no comunitarios que no sean residentes, y a sus familiares, la compra de viviendas en nuestro país, ya que solo buscan especular con ellas", afirmó Sánchez.
Desde que el Reino Unido dejó de formar parte de la Unión Europea, los ciudadanos británicos enfrentaron restricciones adicionales para establecerse en países europeos. Según Sue Wilson, líder de Bremain in Spain, muchos británicos con ingresos más bajos han visto frustrados sus planes de jubilarse en las costas españolas debido al Brexit.
"Estas nuevas medidas, si se aprueban, solo traerán más dificultades a los británicos en Europa, además de las que ya enfrentan como ciudadanos no comunitarios", explicó Wilson.
Con estas medidas, España busca equilibrar el acceso a la vivienda para sus residentes y mitigar el impacto del turismo masivo y la especulación inmobiliaria. Sin embargo, los británicos que soñaban con mudarse a España tendrán que enfrentarse a una realidad más restrictiva y a un mercado inmobiliario menos accesible.