El presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, criticó este martes la incertidumbre y la inseguridad que generó la reforma fiscal del Gobierno porque no se sabe qué puede pasar el jueves en la votación en el Congreso y fustigó los "impuestos a la carta" a la banca y a las energéticas.
De esta forma, se refirió al debate parlamentario del lunes sobre la reforma fiscal del Gobierno que por ahora no ha conseguido sacar adelante la prórroga de los impuestos a la banca y a las energéticas en la Comisión de Hacienda, aunque aún le queda la votación del jueves en el Pleno del Congreso.
En su intervención en los encuentros de la Ser Andalucía, Garamendi reclamó estabilidad regulatoria en España, ya que no se genera confianza empresarial.
"Lo que hemos visto ayer todavía genera más inseguridad, que para el mundo inversor no es bueno. No sabemos muy bien qué es lo que va a pasar", apuntó. Y continuó: "Lo que era un receso de cuatro minutos fue de cuatro horas, hay un comunicado de unos partidos, de otro y no sabemos qué pasará el jueves", reiteró.
Ante esta situación, advirtió que esto genera "inseguridad". "A nosotros nos gusta saber en qué partido jugamos, con qué reglas y con reglas estables", subrayó.
"Mirada de largo plazo" y "confianza a los inversores"
Además de la situación que se vivió en la Comisión de Economía, Garamendi insistió en que no comparte esos impuestos y pidió ir con "una mirada de largo plazo", dando "confianza a los inversores, especialmente, a la inversión extranjera".
En ese sentido, explicó que se quedó "perplejo" y consideró "una mala noticia" esa "incertidumbre y falta de confianza".
Garamendi instó a la consolidación fiscal con lo planteado por Europa, de un 15% a las multinacionales. "Lo que no se puede aprovechar es una norma europea, donde además los fondos europeos van a venir como consecuencia de aprobar esa norma, para incluir un montón de medidas adicionales de cualquier tipo", insistió.
Sobre el impuesto a la banca, entidades a las que se refirió con sorna como "los malvados y malísimos", que se quedaron fuera de este proyecto de ley, dijo que supondría casi 50.000 millones menos de euros de créditos y eso es algo que sufrirían "los que tienen menos posibilidades".
FUENTE: Con información de agencias