Contexto
¿Por qué ha subido la inflación en febrero?
El principal motivo del aumento del IPC en febrero ha sido la subida del precio de la electricidad. En enero de 2024, el IVA de la electricidad volvió al 21% tras haber estado reducido al 10%, lo que ha impactado directamente en los hogares. Además, los precios de la restauración, los servicios de alojamiento y los carburantes también han influido en el encarecimiento general de los precios.
¿Cómo ha evolucionado el precio de los alimentos?
El coste de los alimentos aumentó en febrero un 2,2% interanual, cuatro décimas más que en enero. Esto significa que los productos básicos siguen encareciéndose, lo que impacta directamente en el bolsillo de los consumidores. No obstante, algunos productos han bajado de precio, como el aceite de oliva, que se ha abaratado un 32,3% en el último año.
¿Por qué es relevante el dato de la inflación subyacente?
La inflación subyacente, que no incluye alimentos no elaborados ni energía, cayó hasta el 2,2%, el nivel más bajo desde diciembre de 2021. Aunque sigue siendo un dato positivo porque indica cierta moderación de los precios estructurales, el repunte de los alimentos y la energía sigue generando presión sobre el costo de vida.
¿Cómo afecta esta subida al consumidor?
El incremento de la inflación significa que los hogares españoles tienen que destinar más dinero para pagar electricidad y alimentos, dos de los principales gastos mensuales. Aunque los salarios han subido en algunos sectores, el poder adquisitivo sigue bajo presión debido a la escalada de precios en productos básicos.
¿Qué dice el Gobierno sobre esta situación?
El Ministerio de Economía ha resaltado que el aumento del IPC en febrero se debe "fundamentalmente" a la electricidad, y ha subrayado que España sigue creciendo a buen ritmo dentro de la zona euro. También ha destacado la reducción de la inflación subyacente como un dato positivo que sugiere que el repunte de la inflación podría ser temporal.
Cómo sigue
La inflación en España sigue en tendencia ascendente, y las previsiones dependerán en gran medida del comportamiento de la energía y los alimentos en los próximos meses. Si los precios de la electricidad se mantienen elevados, el IPC podría seguir subiendo.
El Gobierno seguirá monitoreando la evolución de los precios y podría evaluar nuevas medidas para contener el impacto en los hogares. Mientras tanto, los consumidores deberán afrontar un encarecimiento del costo de vida que se prolonga desde hace meses, especialmente en productos básicos como la alimentación y la electricidad.
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