17 de marzo 2025 - 13:37hs

Era el año 2012 y acababan de cumplirse 10 años del default. Argentina venía de crecer 9% el año anterior y la inversión extranjera directa (IED) tocaba un récord en la última década, pese a la reciente expropiación de Repsol. España todavía era el primer inversor en el país.

Desde 1989, cuando Felipe González y Carlos Menem acordaron la participación de grandes empresas de España en la privatización de 30 firmas argentinas hubo varias olas de desembarcos transatlánticos hasta que llegaron a contarse 300 compañías españolas en el país. Hoy se calcula que quedan unas 117.

Desastres como el de la fallida privatización de Aerolíneas Argentinas a manos de Iberia dejaron su marca y la expropiación conflictiva de Repsol-YPF supuso, en retrospectiva, una herida difícil de cerrar.

Más noticias

Así, el nivel de desinversión de España en la Argentina en los últimos años resulta impresionante.

En 2023 se registró un desplome que podría atribuirse a la extrema incertidumbre electoral con la emergencia de un candidato desconocido y de perfil controvertido, pero lo cierto es que la retirada inversora se mantiene todavía en la Argentina de Javier Milei.

La mayoría de las empresas españolas con expectativas en el nuevo proceso económico esperan a una victoria legislativa del gobierno de Javier Milei en octubre próximo, y a la posterior eliminación del cepo cambiario.

El último episodio fue la venta de su filial argentina que acaba de concretar Telefónica, una de las empresas más importantes de España, al grupo argentino Telecom.

México y Brasil concentran la mitad del stock de inversión en la región

Según un informe difundido a fines de febrero por el Banco Central Argentino (BCRA), el stock acumulado de IED de Argentina alcanza u$s 171.795 millones. EE.UU. es el principal origen con u$s 28.875 millones (17%) y en segundo lugar se encuentra España con u$s 26.562 millones (15%).

Como tercer inversor en la Argentina aparece Países Bajos, con u$s 20.100 millones (12%), parte de un fenómeno que refleja cómo España no sólo dejó de ser el primer inversor viene perdiendo terreno ante otros jugadores.

Si vemos la distribución del stock de la inversión española en la región, el lugar que hoy se asigna a la Argentina resulta aún más claro.

Según surge de un informe del Banco de España, con datos a 2023, las inversiones están concentradas en México y Brasil como destinos más relevantes, con cerca del 10% y algo menos del 9% del total, respectivamente.

Argentina venía creciendo muy modestamente hasta llegar a aproximadamente 4% del stock total en 2022. Entonces se desmoronó a menos del 2% en 2023.

Otra forma de verlo es la siguiente: un tercio del stock de IED española en el exterior está en América Latina. Pero sólo las dos mayores economías regionales, Brasil y México, aglutinan más del 50% de la inversión.

Si se agregan Chile y Colombia, suman cerca del 80%. Le siguen Argentina, Venezuela y Perú, pero en proporciones mucho más bajas, aclara el banco central español.

La retracción de los flujos de capitales se mantiene

Ahora, más allá del stock, ¿qué pasa con la variable de los flujos? En el año 2023, un año muy particular por las elecciones, España se retrajo de forma notable al punto de que fue desplazada como segundo inversor por Brasil.

El dato surge del monitor de inversiones que elabora el BCRA y que revela que en el acumulado de 2023, el principal país que explicó los flujos transaccionales fue EE.UU., con u$s 4.563 (+71%), seguido por Brasil con u$s 3.725 millones (+143%) y España con u$s 3.037 millones (+33%).

Con Milei ya electo y en funciones, las cosas todavía no cambian demasiado. Por el contrario, en el 2024 se profundizó la caída en el ingreso de fondos.

En términos generales, durante el último trimestre de 2023, el flujo de IED había llegado a u$s 7.284 millones para bajar en el primer trimestre de 2024 a u$s 6.226 millones y caer a 2.228 millones en el segundo trimestre.

En el tercero repuntó mínimamente con u$s 2.395 millones pero estuvo muy por debajo de los u$s 6.602 millones de igual período de 2023.

En lo que respecta a España, durante el primer trimestre, invirtió u$s 1.441 millones, mano a mano con Brasil. En el segundo, España registró un flujo negativo, al retirar u$s 161 millones.

El origen más importante de los flujos, aunque en extremo escasos, fue otra vez Brasil, con u$s 839 millones, seguido por China, con u$s 324 millones.

Finalmente en el tercer trimestre, último dato disponible, España quedó a la cabeza pero con un ingreso mínimo de u$s 788 millones, junto con Brasil (u$s 589 millones) y EE.UU. (u$s 267 millones).

Reinversión forzada de utilidades, una forma de inversión "dibujada"

Un dato central es que, con la vigencia del cepo, más allá de las promesas de Milei para ponerle fin en el futuro cercano, las empresas que invierten en la Argentina quedan “atrapadas”.

Sus fondos entran pero sus ganancias no pueden salir.

Esta imposibilidad de girarlas a su casa matriz o transferirlas donde quieran las obliga a invertirlas nuevamente en el país. Esa reinversión forzada de utilidades se computa como IED y es, de hecho, el factor de más peso en los flujos.

Permanecen todavía grandes nombres de enormes empresas españolas que siguen apostando por la Argentina. Pero el proceso de desinversión es innegable y con él se esfuma el gran lazo económico entre ambos países.

El comercio bilateral es muy poco relevante. La balanza comercial de España con Argentina resulta negativa.

Pero las cifras son insignificantes. Argentina sólo supone el 0,2% de las exportaciones de España y el 0,3% de las importaciones.

Temas:

Argentina España economía Milei EE.UU. Países Bajos Brasil

Seguí leyendo

Más noticias

Te puede interesar

Más noticias de Uruguay

Más noticias de Argentina

Más noticias de Estados Unidos