Según los científicos, el ritmo de rotación del planeta está disminuyendo progresivamente, lo que podría llevar a jornadas de 25 horas en el futuro.
Aunque este fenómeno ocurre de manera imperceptible en el día a día, sus efectos a largo plazo podrían transformar diversos aspectos de la vida tal como la conocemos.
¿Por qué se está ralentizando la Tierra?
Desde hace millones de años, la rotación terrestre ha ido reduciendo su velocidad debido a la interacción gravitacional con la Luna y otros factores naturales.
El freno se debe principalmente a la atracción gravitatoria lunar, que genera mareas y transfiere energía desde la Tierra a la Luna, alejándola gradualmente y reduciendo la velocidad de rotación del planeta.
Los registros fósiles y geológicos han demostrado que hace cientos de millones de años, los días duraban apenas 22 horas. Con el paso del tiempo, este cambio ha sido tan gradual que los humanos modernos apenas lo han notado. Sin embargo, a escalas geológicas, la tendencia es clara: los días continúan alargándose.
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¿Cuándo llegarán los días de 25 horas?
A pesar de lo llamativo de esta noticia, los expertos advierten que el cambio no será inmediato. Los cálculos indican que podrían pasar millones de años antes de que la duración del día alcance las 25 horas. Sin embargo, la ralentización ya es medible: se estima que la duración del día aumenta en aproximadamente 1.7 milisegundos por siglo.
Este fenómeno podría tener implicaciones en la sincronización de los relojes atómicos y en la necesidad de ajustes en los sistemas de medición del tiempo, como los segundos bisiestos, que se agregan periódicamente para mantener la precisión en la hora oficial del planeta.
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Cómo impactará en la vida cotidiana
Si bien este cambio ocurrirá a una escala temporal que excede la vida humana, plantea interrogantes sobre el futuro. En un escenario hipotético donde los días sean más largos, los ritmos biológicos podrían ajustarse, alterando los ciclos de sueño y las dinámicas laborales y sociales.
Asimismo, los sistemas tecnológicos y de navegación, que dependen de una medición precisa del tiempo, podrían requerir modificaciones para adaptarse a estos cambios.