Situado en la comarca de las Cinco Villas, en la provincia de Zaragoza, Uncastillo es uno de los destinos más emblemáticos de Aragón para los amantes de la historia y la arquitectura medieval.
Con apenas 625 habitantes, este pintoresco pueblo ofrece un rico patrimonio que transporta a los visitantes al corazón de la Edad Media. Pero, ¿por qué lo llaman el pueblo "mentiroso"?
El curioso nombre de Uncastillo
A pesar de su nombre, que en aragonés se traduce como "Uncastiello", el municipio alberga no solo uno, sino dos castillos. Esta aparente contradicción le valió el apodo de "pueblo mentiroso", pero lejos de ser una desventaja, este peculiar detalle incrementó su encanto entre los visitantes que buscan explorar sus fortalezas.
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Un patrimonio medieval incomparable
Uncastillo destaca por su impresionante herencia histórica y arquitectónica. Además de sus dos castillos, el pueblo alberga:
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Castillo de la Peña Ayllón: Ubicado en el centro del municipio, es una joya de la arquitectura defensiva medieval.
Castillo de Sibirana: Situado en las cercanías, data del siglo X y está en un excelente estado de conservación.
Seis iglesias románicas: Entre ellas destacan San Juan, San Lorenzo, Santa María, San Felices y San Martín, con estructuras que reflejan la esencia del románico aragonés.
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Uncastillo como destino turístico
El municipio ha logrado convertirse en uno de los más visitados de la región gracias a:
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Su autenticidad medieval: Sus calles empedradas, edificaciones históricas y paisajes naturales ofrecen una experiencia única.
Eventos culturales: Uncastillo organiza festivales, mercados medievales y actividades que resaltan su rica tradición histórica.
Proximidad a otros puntos de interés: Su ubicación en la comarca de las Cinco Villas permite a los visitantes explorar otros pueblos llenos de encanto.
Uncastillo no es solo un destino para los apasionados de la historia, sino también para aquellos que buscan un lugar donde la tranquilidad, la cultura y el pasado se unen. Este "pueblo mentiroso" es un testimonio vivo de la riqueza histórica de Aragón y una parada obligatoria para quienes desean explorar la esencia medieval de España.