Un descubrimiento reciente en las aguas de la isla de Yonaguni, Japón, dejó atónitos a muchos científicos. Una estructura submarina, que abarca una extensión comparable a cinco campos de fútbol y se eleva hasta 25 metros de profundidad, fue identificada como una posible pirámide sumergida.
Lo que la hace aún más intrigante son las características que presenta, tales como muros simétricos, niveles y peldaños que podrían sugerir una intervención humana.
¿Es una creación humana o un fenómeno natural?
La estructura generó un intenso debate entre los científicos. El geólogo japonés, Masaaki Kimura, quien dedicado años a estudiar la formación, sostiene que la simetría de las líneas de corte y los detalles de la estructura hacen que sea improbable que se trate de un fenómeno natural, como lo sugieren algunos otros investigadores.
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Kimura sugiere que esta podría ser una de las huellas de la civilización perdida de Lemuria, un continente mítico propuesto por el zoólogo Philip Sclater en el siglo XIX.
Por otro lado, otros científicos defienden la teoría de que la formación es el resultado de procesos naturales, como la erosión y los movimientos tectónicos. Según estos investigadores, la apariencia de la estructura podría haber sido creada por la naturaleza a lo largo de miles de años, pero la controversia persiste.
El enigma de Lemuria
El descubrimiento ha reavivado el interés por la teoría de Lemuria, un continente hipotético que algunos afirman existió en el océano Índico y que, según ciertas leyendas, se hundió bajo las aguas.
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Aunque la ciencia moderna ha desacreditado la existencia de Lemuria como continente, el hallazgo en Yonaguni ha alimentado nuevas especulaciones sobre antiguas civilizaciones y su posible relación con estructuras sumergidas en los océanos.
El debate sobre el origen de esta pirámide submarina ha capturado la atención tanto de la comunidad científica como del público en general, quienes se sienten fascinados por la idea de que el fondo marino aún pueda esconder secretos de civilizaciones olvidadas. Mientras algunos piensan que se trata de un antiguo vestigio humano, otros creen que podría ser una formación natural que desafía la comprensión tradicional de la geología.