Contexto
¿Qué desencadenó la creación de este nuevo código ético?
El caso de Elena Maraga, una profesora de 29 años que trabajaba en una guardería privada en la provincia de Treviso, motivó al Ministerio de Educación a iniciar la elaboración de un código ético para los docentes. La polémica estalló luego de que algunos padres descubrieran su perfil en OnlyFans, una plataforma donde los usuarios pueden compartir contenido sexual a cambio de dinero. Esto llevó a su suspensión de empleo y sueldo.
¿Qué argumentos dio la docente sobre su actividad en OnlyFans?
Maraga defendió públicamente su derecho a publicar contenido en su tiempo libre, señalando que su contrato con la institución educativa no establecía ninguna prohibición sobre su presencia en redes sociales ni sobre el tipo de contenido que podía compartir. En sus declaraciones, también señaló la paradoja de que los padres que la denunciaron debían estar registrados en la misma plataforma para haber accedido a su perfil.
¿Qué incluye el código ético que se está elaborando?
El Ministerio trabaja junto a un grupo de juristas para adaptar el código de conducta de los empleados públicos al contexto educativo. Este código ya había sido actualizado en julio de 2023 para incluir disposiciones sobre el comportamiento de los funcionarios en redes sociales. Ahora se prevé que se extienda para abarcar explícitamente el tipo de contenido sexual y el impacto que puede tener en la imagen institucional.
¿Qué estipulan las normas actuales sobre el uso de redes sociales por parte de empleados públicos?
El reglamento vigente indica que los trabajadores deben evitar que sus opiniones o juicios expresados en redes sociales puedan ser directamente atribuidos a la administración pública a la que pertenecen. Además, deben abstenerse de realizar publicaciones que puedan perjudicar el prestigio, el decoro o la imagen de dicha administración.
¿Qué rol tendrá la Federación Italiana de Escuelas Infantiles en esta regulación?
La Federación, que agrupa a centros privados, religiosos o de inspiración cristiana —como la guardería donde trabajaba Maraga— también anunció la creación de su propio código ético. Este documento buscará establecer reglas claras sobre el uso de redes sociales por parte del personal docente en estas instituciones.
Cómo sigue
El proceso de redacción del nuevo código ético se encuentra en curso, con la participación de expertos legales y autoridades educativas. Aunque aún no se ha establecido una fecha para su implementación, se espera que las futuras normativas aborden explícitamente el uso personal de redes sociales por parte de los docentes, incluyendo plataformas con contenido sexual explícito.
Por su parte, las escuelas privadas y religiosas también avanzan con reglamentos internos para regular estas situaciones. El caso de Maraga continuará siendo un punto de referencia en el debate sobre los límites entre la vida privada y las responsabilidades profesionales en el ámbito educativo.
FUENTE: El Observador - EFE
