Calin Georgescu, un ultranacionalista prorruso crítico con la Unión Europea y la OTAN, causó un terremoto político en Rumanía al ganar contra todo pronóstico la primera vuelta presidencial sin el apoyo de ningún partido y con una campaña centrada en vídeos virales en TikTok.
Georgescu, un profesor universitario de 62 años, no fue siquiera invitado a los debates presidenciales televisados porque ninguna encuesta le daba opciones de llegar a la segunda vuelta presidencial, en la que se medirá con la liberal nacionalista Elena Lasconi el próximo 8 de diciembre.
Apoyado casi exclusivamente en redes sociales como TikTok, donde tiene unos 200.000 seguidores, y estrategias digitales, este declarado admirador de Vladimir Putin ha desafiado a las grandes figuras de la política tradicional rumana, dejando al país -que tiene 650 kilómetros de frontera con Ucrania- ante un panorama político incierto.
Prácticamente desconocido en la política de alto nivel en Rumanía, su nombre se barajó en el pasado como posible primer ministro tecnócrata, pero esta es la primera vez que se presenta como candidato a unas elecciones.
Georgescu trabajó durante 17 años en el sistema de la ONU, desempeñando diversos puestos en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Programa para el Medio Ambiente, y como relator especial de la ONU sobre residuos tóxicos y peligrosos.
Su programa político incluye, entre otras propuestas, reducir la dependencia de las importaciones, apoyar a los agricultores, aumentar la producción interna de alimentos y energía, y ofrecer beneficios fiscales a los productores rumanos.
Una campaña digital sin precedentes
Georgescu alimentó su ascenso a través de plataformas digitales, utilizando videos virales, 'podcasts' e 'influencers' para captar votos, muchos de ellos jóvenes, en lugar de recurrir a los métodos tradicionales de campaña.
Su estrategia digital ha desconcertado a los analistas políticos, quienes debaten si su repentino éxito se debe al descontento de los votantes por la alta inflación, la desinformación, o incluso una posible injerencia rusa, dado su conocido respaldo a Putin y sus críticas abiertas a la OTAN y la UE.
Algunos analistas que siguieron la campaña han visto una estrategia sumamente planificada para hacer virales sus vídeos con estrategias de etiquetado masivo que apuntan al uso a gran escala de bots.
Un discurso populista y místico
En la noche de las elecciones, durante una rueda de prensa transmitida por Facebook, Georgescu afirmó que el pueblo rumano "ha despertado" y se niega a seguir "de rodillas, invadido y humillado".
Vinculó el descontento económico a su éxito y, en un mensaje velado hacia la guerra en Ucrania, aseguró que "el pueblo rumano ha gritado 'paz' esta noche".
Su retórica mística, en la que se describe no como un candidato, sino como un "enviado" de Dios, ha generado estupefacción.
Para Cristian Tudor Popescu, un renombrado periodista rumano, "en la noche del 24 de noviembre de 2024 comenzó la invasión rusa de Rumanía".
El apoyo de la ultraderecha
Tras quedar eliminado en la primera vuelta, George Simion, líder del partido ultraderechista Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), anunció su respaldo a Georgescu en la segunda vuelta.
Simion y Georgescu tuvieron enfrentamientos en el pasado porque incluso para el nacionalpopulista AUR las posiciones de Georgescu son excesivas y se distanció de sus elogios a figuras históricas responsables del Holocausto rumano, como Ion Antonescu y Corneliu Zelea Codreanu.
En 2022 Georgescu apoyó el pronazi Estado Nacional Legionario de Rumanía (1940-1941) al asegurar que los legionarios "también hicieron buenas acciones" y que pueden ser considerados "héroes" y "mártires".
Aunque Georgescu nunca se unió a AUR, su carrera política comenzó como posible candidato a primer ministro de la formación, en 2020 y 2021
FUENTE: EFE
