El nuevo escenario que se va consolidando con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca despertó a Europa de un largo letargo en materia de Defensa y Seguridad tras décadas de apoyarse en la OTAN, un mecanismo que perderá eficacia si el presidente de Estados Unidos cumple con reducir su compromiso económico con la alianza militar transatlántica.
En pocas semanas, los países del viejo continente se vieron obligados a repensar por completo su estrategia de Defensa al ritmo del giro que imponía Trump con su acercamiento a Rusia y el inicio de un diálogo para alcanzar la paz en Ucrania, del que quedaron afuera, junto a su retórica de exigencias para que Europa se haga cargo por sí mismo de cuidar sus fronteras.
La guerra en Ucrania, que cumplió tres años, y la desconfianza de casi todos los líderes europeos sobre las verdaderas intenciones de Moscú, que consideran una amenaza real sobre sus territorios pero también híbrida por los posibles ataques cibernéticos, pusieron en alerta a los jefes de Estado de Europa, que colocaron al tema de la Defensa y la Seguridad en el centro de sus preocupaciones.
Así, acordaron un plan de rearme multimillonario, las promesas de aumento en los Presupuestos de Defensa de los países e incluso fortalecieron el debate en torno al regreso del servicio militar obligatorio, al cual la mayoría había puesto fin con el ocaso de la Guerra Fría a finales de los años 80 del siglo pasado.
Qué países quieren el regreso del servicio militar
Según una encuesta de YouGov, la mayoría de los franceses (un 68%) y alemanes (58%) apoyan el servicio militar obligatorio para los jóvenes.
Por su parte, los italianos y británicos están divididos, mientras que un 53% de los españoles está en contra.
Al terminar la Guerra Fría, los países que sí mantuvieron el servicio militar obligatorio fueron Grecia, Chipre, Austria, Suiza, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Noruega y Turquía.
Lituania lo reintrodujo en 2015, un año después de que Rusia anexara la península de Crimea; Suecia volvió a implementarlo en 2017 y Letonia lo hizo hace un par de años.
Sin embargo, ese debate no formaba parte de la agenda en países como Francia, Alemania, Reino Unido, Italia o Polonia. Hasta ahora. Movilizar jóvenes para su adiestramiento militar de manera compulsiva podía figurar en una agenda política extrema o marginal, no solo por sus costos económicos sino también por el impacto político en sociedades que ven a sus fuerzas armadas como algo profesional y que dejaron muy atrás el imaginario de la guerra.
Además, cuentan con la oposición de sectores de izquierda que rechazan incrementar los recursos en esas áreas y aseguran que significará la reducción de presupuestos en políticas sociales o de salud y educación.
Sin embargo, Polonia, que terminó con el servicio militar obligatorio en 2008, anunció recientemente sus planes de ofrecer formación militar a 100.000 civiles al año a partir de 2027. Se trata de un programa voluntario, pero el primer ministro polaco, Donald Tusk, aseguró que se prevé armar un sistema de "motivaciones e incentivos".
Merz a favor de reintroducir el servicio en Alemania
El futuro jefe de gobierno de Alemania, Friedrich Merz, se mostró a favor de volver a organizar un año obligatorio en el que los jóvenes realicen un servicio militar o comunitario.
Reino Unido abolió el servicio militar en 1963 y el gobierno no tiene previsto dar marcha atrás. "No nos planteamos el regreso de la conscripción obligatoria, pero, por supuesto, hemos anunciado un importante aumento de los gastos de defensa", dijo días atrás un miembro del gobierno al calor del debate que corre por suelo europeo.
En Francia, donde el reclutamiento obligatorio terminó en 1996, el presidente Emmanuel Macron está buscando formas de animar a los jóvenes a prestar algún servicio, y a comienzos de este año pidió al Gobierno y al Ejército que presentaran propuestas sobre cómo movilizar a más jóvenes voluntarios para "respaldar a las fuerzas armadas".
Italia descartó volver a implementarlo, pero se pronunció a favor de la creación de una fuerza de reserva.
El caso de Finlandia y su extensa frontera con Rusia
El caso de los países nórdicos y bálticos configura otra realidad por su cercanía territorial a Rusia.
Finlandia comparte una larga frontera con ese país y fue invadida por la Unión Soviética en 1939. Actualmente tiene una de las mayores fuerzas de reserva de Europa.
Alexandr Burilkov, investigador del Instituto de Ciencias Políticas (IPW) de la Universidad alemana de Heidelberg, dijo a la AFP que "el ejército ruso es hoy más grande y más fuerte que el del 24 de febrero de 2022" y consideró que "los rusos tienen intenciones hostiles contra los países bálticos y el flanco oriental de la UE".
Sin embargo, especialistas ponen en duda que las sociedades europeas validen masivamente este tipo de iniciativas, que podrían requerir años de campañas para convencerlas.