3 de febrero 2025 - 10:16hs

A preguntas de la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, Hermoso ha asegurado que Rubiales manchó "uno de los días más felices" de su vida. "Y para mí es muy importante decir que en ningún momento busqué ese acto y ni mucho menos me lo esperé, porque a mi persona creo que se le faltó al respeto", ha incidido.

Hermoso ha relatado detalladamente cómo ocurrió el momento del beso no consentido por el que Rubiales se enfrenta a 2 años y 6 meses de cárcel y que ocurrió durante la entrega de medallas tras la victoria de España en el Mundial femenino celebrado en Sidney.

Más noticias

"Tocaba el pasillo de saludar a las autoridades. Saludé a la Reina, a la hija, y lo siguiente fue encontrarme con Luis Rubiales. Nos abrazamos, le dije 'la que hemos liado' y fue cuando él pegó el brinco y me dijo 'hemos ganado este Mundial gracias a ti'. Lo siguiente fueron sus manos en mis orejas y lo siguiente el beso", ha afirmado.

La jugadora ha sostenido que fue Rubiales el que pegó un brinco sobre ella. "Ahí me sostengo, el cuerpo lo echo un poco hacia atrás, sus piernas las eleva y las pone en mi cintura. Hay un retroceso hacia atrás y me mantengo fuerte para sostenerme", ha apuntado.

Jenni asegura que estába "fuera de contexto"

Hermoso, además, ha negado que Rubiales le pidiese permiso para darle un beso. "Yo no entendí nada (...) Ni sentí ni le vi gestualizar con su boca", ha explicado la futbolista que, a pesar de señalar que había ruido de fondo, ha aclarado que sí escuchó cómo Rubiales le felicitó por la consecución de la gesta.

Pero, aunque hubiera pedido permiso, Hermoso ha dejado claro que nunca se lo habría concedido. "Fueron milésimas de segundo. Sentí que estaba fuera de contexto totalmente", ha incidido, añadiendo cuándo accede a besarse con otra persona: "Solo cuando yo decido hacerlo".

En un primer momento, ha relatado, se encontró con Rubiales. "Él me dijo que se estaba hablando mucho por redes sociales y que podíamos pararlo ya. Le dije: 'Te va a caer porque sabes que esto no esta bien'.'Ya sabes que lo he hecho con efusividad, que es el momento'. Yo le dije: 'Ya sabes lo que has hecho'", ha referido.

Ya en el bus de camino al aeropuerto, se le acercaron los responsables de prensa de la Federación con un comunicado "supuestamente escrito" con sus palabras y al que ella habría dado "consentimiento a que lo escribieran y lo mandaran".

Embed - CASO RUBIALES: JENNI HERMOSO declara que se SINTIÓ VIOLENTADA por el BESO de su "JEFE" | RTVE

Estaba en modo "campeona" de la selección española

"Yo ya bajé, la verdad que bajé bastante como un poco atosigada. Ahí ya dije que no, que yo no iba a hablar, que yo no iba a hacer nada. Que no quería hacer nada más, y en un momento de hartazgo dije: 'Haced lo que queráis'. Y me volví a por mis maletas", ha continuado.

Hermoso trató en esos instantes de seguir "en modo campeona del mundo", haciendo lo que en su "corazón mandaba, que era poder disfrutar". "No me iba a quedar ningún ápice de remordimiento de no haber podido disfrutar de ese momento. Seguía bebiendo, seguía comiendo, quería emborracharme, quería hacer lo que una futbolista o un futbolista hace con una alegría tan grande de haber sido campeona de un Mundial", ha reconocido.

El siguiente acercamiento habría ocurrido en el aeropuerto de Doha, donde la Selección hizo escala. Según Hermoso, Rubiales se le acercó pidiendo nuevamente ayuda y alegando que se le estaba tachando de "acosador" a raíz del beso.

El entonces presidente de la RFEF le pidió "por favor" grabar un vídeo conjunto. "Me pidió por sus hijas, que estaban llorando, yo le dije que lo sentía pero que no iba a hacerlo. Me comentó que tenía una novia y que a ella no le había molestado. Y también me dijo una cosa, que sí que me dolió un poco: A ti y a mí nos gusta lo mismo. Dando a entender como que no tenía más importancia", ha revelado.

Rubiales le dijo que hablaría con su familia

Ya en el propio avión de vuelta, Rubiales le dijo que iba a hablar con su familia. Según la futbolista, su entonces entrenador, Jorge Vilda, se acercó a su hermano asegurando que llevaban "muchos años juntos", que le "quería mucho" y que se tenían "mucho aprecio", tratando de conseguir que la jugadora grabase un video con Rubiales.

Posteriormente, Hermoso se encontró con Ana Álvarez, la entonces directora de fútbol femenino, que le habría advertido sobre las maniobras de Rubiales y su entorno: "Ella lo que me dijo fue: 'Jenni, es que yo no sé nada, a mí me están dejando fuera, no me han contado nada. No me han contado lo que está pasando ni lo que están hablando y yo te digo que no lo hagas porque esta gente va así y van a intentar ir a envolver la situación para que supuestamente salga que no ha pasado nada".

La jugadora ha asegurado que en esos momentos se sintió "desprotegidísima por parte de la Federación", que tenía que ser su "lugar seguro". "Al final era jugadora de fútbol de su país, de su sección", ha añadido, dejando claro que "ni Vilda, que tanta confianza tenía" con ella -como el mismo dijo-- "se dignó" a preguntarle "cómo estaba".

Tras esas presuntas coacciones, habrían llegado las que sucedieron en Ibiza, donde las jugadoras celebraban el Mundial. Mientras comían, se le acercó Rubén Rivera, en ese momento responsable de Marketing de la Federación y también acusado en el juicio, al que Hermoso ha señalado como persona de la confianza de Rubiales.

Éste le habría dado un teléfono para que hablase con el entonces director de integridad de la RFEF, Miguel García Caba, para presuntamente participar en un "proceso de protocolo de la Federación". "Me dijo que no estaba obligada, pero hay que hacerlo porque es un protocolo interno de la Federación y falta tu parte de decir lo que ha pasado", ha señalado.

La jugadora, que se negó a hacerlo, ha relatado que el siguiente en acercarse a ella fue Albert Luque, entonces director de la Selección española, cuya presencia en la isla le resultó extraña. "Lo que sí entiendo es que si está en el hotel, pues justamente donde estábamos nosotras, era por alguna intención", ha opinado.

Luque, según Hermoso, trató de conseguir como los otros acusados que ella suavizara lo ocurrido. Ella, ha explicado, le remitió a su amiga Ana Ecube, que se hizo cargo de la situación. El directivo de la RFEF, ante su negativa, le reprochó no haberle ayudado a "quitarle el mayor marrón de su vida".

Fue entonces cuando, presuntamente, el le envió una serie de mensajes deseándole lo peor y tachándola de mala persona. "La verdad que todas las palabras que hubo en ese texto fueron bastante desagradables con alguien que, supuestamente, como él dijo, era mi amigo", ha apostillado.

Hermoso cree que denunciar el beso tuvo consecuencias. "Más tarde se vi lo que fue, que es no ir a la Selección. Estaba negándome a hacer algo que en ese momento mi jefe estaba queriendo hacer. Él era en ese momento el que mandaba", ha apuntado.

Las semanas posteriores al suceso también tuvieron su repercusión en su vida privada. "Me tengo que ir de Madrid con toda mi familia, porque por un momento sentí miedo de ir por la calle. Recibí amenazas de muerte, era insostenible la situación. Mi vida cambió desde ese momento", ha zanjado

El relato de la Fiscalía

La fiscalía ubica el día y el lugar en el que sucedieron los hechos: el 20 de agosto de 2023 en Sidney (Australia), en concreto en el Estado de Nueva Gales del Sur.

"En ocasión de la entrega de medallas a las jugadoras de la Selección española femenina de fútbol tras su victoria en la final del Mundial, y en el momento en que la jugadora recibía el saludo protocolario y la felicitación del acusado Luis Rubiales, presidente de la RFEF, este sujetó la cabeza de la jugadora con ambas manos, y de manera sorpresiva y sin consentimiento ni aceptación de la jugadora, le propinó un beso en los labios", apunta.

1711561131785.webp
El beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso

El beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso

A partir de ese hecho, "y ante las consecuencias personales y profesionales que le podían acarrear, Rubiales, por sí mismo y en connivencia con el resto de los acusados, comenzaron a ejercer actos constantes y reiterados de presión directamente sobre la jugadora y a través de su familia y amistades con la finalidad de que, públicamente, justificara y aprobara el beso que contra su voluntad le dio".

La Fiscalía asegura que Hermoso sufrió "una situación de hostigamiento que le impidió desarrollar su vida en paz, tranquilidad y libremente". En este sentido, señala que Vilda, Rivera y Luque "eran personas de confianza de Rubiales", recordando que accedieron a sus cargos bajo su mandato como presidente de la RFEF. "Dependiendo, por tanto, su privilegiada situación en la RFEF de la suerte que corriera la de su presidente", aclara.

Poco después, "cuando la jugadora viajaba en autobús que conducía a la delegación española de fútbol camino del aeropuerto de vuelta a España, se le obligó a bajar precipitadamente del mismo para que suscribiera una nota de prensa redactada por el equipo de comunicación de la RFEF por orden de Rubiales y en la que Hermoso no había tenido ninguna intervención y cuyo contenido no compartía". A pesar de eso, añade el escrito, "fue remitida a los medios de comunicación".

PRESIONES EN EL AVIÓN

Ya en el vuelo de regreso de Australia a España, con escala en Doha (Catar), Rubiales se habría dirigido de nuevo a la jugadora "para que accediese a hacer una manifestación pública conjunta de ambos cuando llegaran a dicha escala, afirmando que el beso había sido consentido, a lo que la jugadora se negó una vez más".

"Ante la negativa reiterada de Hermoso de acceder a sus pretensiones, Rubiales, tras diversas conversaciones con su equipo de confianza, del que formaba parte Vilda, decidieron utilizar otra vía para conseguir lo pretendido, consistente en seguir presionando a Hermoso, esta vez utilizando a los familiares de esta que viajaban en el mismo vuelo", continúa el escrito.

COACCIONES EN IBIZA

La Fiscalía recuerda lo ocurrido entre los días 22 y 25 de agosto de 2023 en Ibiza, en el viaje en que la Selección femenina festejó la consecución del Mundial. Rivera, responsable de Marketing de la RFEF, "acudió a dicha localidad e insistió, de manera reiterada y persistente, a Hermoso para que hablase por teléfono con el responsable de Integridad".

Sin embargo, la jugadora "manifestó reiteradamente a Rivera que no quería acceder a sus pretensiones y que la dejaran en paz". Con todo, éste insistió además en que debía participar en el vídeo exculpando a Rubiales, "haciendo extensivo el hostigamiento" a la jugadora a través de una amiga suya, Ana Ecube.

Al no conseguir lo pretendido, Luque se desplazó a Ibiza --según Rubiales-- "para conseguir con su presencia que participara en el pretendido video, personándose en el hotel donde se alojaba la jugadora y su amiga e intentando obligar a Jennifer a hablar con él, a lo que ella se negó".

Luque insistió por medio de WhatsApp personalmente a Hermoso y a través de su amiga para que Jennifer hablase con él. "Finalmente, ante la rotunda negativa recibida, Luque envió varios mensajes de WhatsApp a la amiga de Jennifer expresando su enfado, haciendo alusión a que a la jugadora, por su edad, le quedaban dos años de carrera y que si en este momento le ayudaba seguramente le podría conseguir un puesto en la Federación", señala la Fiscalía.

FUENTE: CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS

Temas:

Jenni Hermoso audiencia nacional Luis Rubiales Audiencia Nacional Alexia Putellas

Seguí leyendo

Más noticias

Te puede interesar

Más noticias de Uruguay

Más noticias de Argentina

Más noticias de Estados Unidos