Un excelso Julián Alvarez no pudo liberar al Atlético de Madrid de la depresión posChampions. El argentino exhibió su enorme calidad en uno de los momentos más complicados para los suyos después de dos tropiezos demoledores, en Getafe y ante el Real Madrid en la UEFA Champions League, pero su concurso no fue suficiente para que los rojiblancos lograsen al menos un empate ante el Barcelona, que comenzó perdiendo 2-0.
El Metropolitano vivió el último capítulo de una semana dramática. Afrontó el encuentro ante el Barcelona indignado y necesitado. Irritado por lo insólito de lo sucedido ante el rival de la capital en la Liga de Campeones. Necesitado por la ansiedad de seguir en la lucha por el título de liga cuando ésta encara ya su recta final. La liga de Luis Aragonés. Las últimas diez jornadas en la que se decide todo.
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Además, con un frío imponente en Madrid. Insuficiente en cualquier caso para arredrar a la afición. Otra vez con los suyos. Esta vez con 67.602 espectadores. Salió el Barcelona controlando el partido con superioridad. Con velocidad en sus pases entre líneas. Con sensación de peligro. Lamine Yamal tradujo en ocasión el dominio de su equipo con un disparo que salió rozando el poste derecho de Oblak.
Tardó unos 20 minutos el Atlético en sacudirse el acoso rival. Se soltó gracias a la enorme categoría de Julián Alvarez. El argentino es el alma de los madrileños. Tiene una clase excepcional, presiona, roba, filtra balones y está en el sitio adecuado para firmar tantos.
En el minuto 44 rubricó su diana número 23 este curso en todas las competiciones. Jugada perfecta de los de Simeone. Oblak saca de puerta, el esférico llega a Reinildo, que sirve a Griezmann, éste de lado a lado, de izquierda a derecha, a Giuliano, y el hijo del entrenador a Julián, que marca. Golazo. Cinco toques para un tanto celebrado por todo lo alto en el estadio.
Atlético de Madrid no retuvo la ventaja
En el segundo acto se produjo lo esperado. El Barcelona es el dueño del balón. No había otra posibilidad. El Atlético se ordena atrás e intenta sorprender y sentenciar al contragolpe. Entonces surge Giuliano. Su garra, su coraje indomable. Su gestos a la grada. ¡Vamos, vamos!.
En el minuto 60, Simeone agita el banquillo. Gallagher y Sorloth, al campo. Lino y Julián, a descansar. Enorme la ovación al argentino. Vital para su equipo. Un fichaje espectacular y un rendimiento impecable. Como Luis Suárez el año de la Liga del 2021.
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Golpe que puede definir la temporada del Atlético de Madrid.
EFE
El partido tiene un ritmo lento, con el Barcelona espeso y el Atlético a lo suyo. A protegerse para ganar. Sorloth le da la razón. En un veloz contragolpe Gallagher le sirve desde la izquierda y el gigante noruego bate a Tomas Szczsny. Minuto 70 y 2-0.
Pero con 20 minutos por delante, irrumpió el Barcelona. Un vendaval. Un líder incontestable. Enseguida, un minuto después, Lewandowski anota el 2-1. Fue el inicio del fin para los rojiblancos. Ferrán, Lamine Yamal y otra vez Ferrán culminan la remontada ante los ojos atónitos de Simeone. El entrenador del Atlético prescindió de su mejor hombre a la hora de partido y lo pagó caro. Los 60 minutos de Julián no le dieron a los locales para aguantar el ritmo final del Barcelona. Los hombres de Flick dieron un recital. Golpe en la mesa de los azulgrana y en el mentón para el Atlético. Queda la Copa.
FUENTE: EFE