El Atlético de Madrid quedó eliminado de la Champions League en un desenlace que ha dejado una gran controversia. La tanda de penales contra el Real Madrid estuvo marcada por un episodio inédito: el gol anulado a Julián Álvarezpor presuntamente tocar el balón dos veces antes de que este entrara en la portería de Thibaut Courtois.
El delantero argentino, aún en shock tras la decisión, dejó clara su postura en el vestuario: “No sentí que la toqué”, comentó a sus compañeros mientras intentaba entender cómo su lanzamiento, que había engañado por completo al portero belga, terminó invalidado por el VAR.
Una jugada sin imágenes claras
El debate creció cuando ni en la transmisión en vivo ni en las repeticiones posteriores se mostró con total claridad el supuesto doble toque. Incluso Diego Simeone, en la rueda de prensa posterior, lanzó una pregunta directa: “¿Alguien vio la jugada con claridad? ¿Se ve que toca dos veces?”.
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La indignación en el vestuario del Atlético fue total. Más allá de la frustración por la eliminación, la sensación de que una decisión arbitral condicionó la tanda de penaltis dejó un sabor amargo.
Las tandas de penaltis, otra vez crueles con el Atlético
Para el Atlético de Madrid, las tandas de penaltis han sido una pesadilla recurrente en los últimos años, y este partido no fue la excepción. Julián Álvarez, que ya había sufrido una eliminación ante el Madrid la temporada pasada desde los 11 metros, vivió otra decepción al ver cómo se desvanecía su sueño de avanzar en el torneo.
El final fue aún más doloroso con el fallo de Marcos Llorente, que terminó sellando la clasificación del Real Madrid. Mientras los jugadores rojiblancos intentaban digerir lo sucedido, en el equipo merengue celebraban una clasificación que quedará marcada por la polémica.
