El año 2024 se perfila como el más cálido de los registros históricos, superando por primera vez el umbral de calentamiento de 1,5°C en comparación con los niveles preindustriales, según informó este lunes el observatorio europeo Copernicus.
Este límite, establecido por el Acuerdo de París en 2015, tiene como objetivo limitar el calentamiento global a menos de 2°C y, si es posible, a 1,5°C para mitigar los efectos más severos del cambio climático.
El servicio de cambio climático de Copernicus (C3S) detalló que después de haber registrado el segundo noviembre más cálido de la historia, con una temperatura media 1,62°C superior al promedio de un noviembre normal en la era preindustrial, ya es un hecho que 2024 será el año más cálido de todos los tiempos.
De acuerdo con Julien Nicolas, científico de C3S, las temperaturas globales podrían mantenerse cerca de estos niveles récord durante los próximos meses, especialmente si el fenómeno de La Niña no se materializa este año, lo que normalmente podría traer un enfriamiento temporal.
La situación climática del último noviembre, caracterizado por tifones devastadores en Asia y una continuidad de las sequías históricas en África austral y la Amazonía, refuerza la tendencia al alza de las temperaturas.
Este mes es el 16º de los últimos 17 en los que la anomalía térmica supera los 1,5°C respecto al periodo de referencia 1850-1900, según los datos de Copernicus.
La ONU advierte sobre un calentamiento "catastrófico"
Este aumento histórico en las temperaturas resalta la urgencia de implementar acciones efectivas para frenar el calentamiento global. El umbral de 1,5°C establecido por el Acuerdo de París busca evitar las peores consecuencias del cambio climático, aunque según los últimos informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (GIEC), el calentamiento global alcanzará probablemente este umbral entre 2030 y 2035.
A pesar de los avances hacia un posible incremento de 1,5°C, las políticas actuales no muestran una tendencia clara hacia una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Según la ONU, las políticas actuales llevan al mundo hacia un calentamiento "catastrófico" de 3,1°C para finales de siglo, aunque se podrían reducir a 2,6°C si los compromisos actuales se cumplen.
En cuanto a los daños derivados del cambio climático, 2024 ha sido un año particularmente devastador, con pérdidas económicas globales de 310.000 millones de dólares debido a desastres naturales relacionados con el calentamiento global, como sequías, olas de calor e inundaciones, según un informe de Swiss Re.
Este panorama de cambio climático también pone en evidencia las tensiones internacionales sobre las medidas necesarias para reducir las emisiones y financiar la transición hacia energías limpias, especialmente en los países en desarrollo, que han recibido promesas de ayuda financiera mucho menores de lo necesario para adaptarse a los daños climáticos.
El clima extremo de 2024 resalta la necesidad urgente de intensificar los esfuerzos internacionales para cumplir con los objetivos climáticos y limitar los impactos devastadores que ya estamos observando en todo el mundo.