El rey Felipe VI ha cambiado por un día sus habituales pistas de esquí en Baqueira y Sierra Nevada para deslizarse por las laderas de Valdelinares, en Teruel. Un destino inesperado para el monarca, quien, con su estilo característico, se dejó ver en la estación de Aramón Valdelinares este domingo, disfrutando de un manto blanco en condiciones óptimas tras las recientes nevadas.
Un plan de "nieve real"
Su Majestad llegó a la estación a las 13:30, ataviado con su ya clásica chaqueta gris y negra con capucha roja de la marca Descente, la misma que lució el pasado febrero en Baqueira. Sin la compañía de la reina Letizia –como suele suceder en sus escapadas a la nieve–, Felipe VI se subió al telesilla junto a su equipo de seguridad y Mario Gómez, director de nieve de la estación, preparado para una jornada de esquí en el corazón de Teruel.
Preguntado por los periodistas sobre su elección de Valdelinares, el monarca fue breve pero certero:"Es muy bonito y hay nieve. Vamos a pasar el día esquiando lo que se pueda, pero bueno, nos ha costado llegar". "Es muy bonito y hay nieve. Vamos a pasar el día esquiando lo que se pueda, pero bueno, nos ha costado llegar".
Una respuesta que no deja lugar a dudas sobre su entusiasmo por explorar nuevas pistas, aunque no sin cierta dificultad logística para alcanzar su destino.
Un destino que gana protagonismo
La estación de Valdelinares, rodeada por imponentes bosques de pino negro y con vistas espectaculares, se vistió de gala con la presencia real. No es solo un enclave idílico para los amantes del esquí, sino también un motor económico clave para la provincia de Teruel. Desde el grupo Aramón, que gestiona la estación junto con otras en España, destacaron que la visita de Felipe VI refuerza la importancia de Valdelinares y Javalambre dentro del turismo invernal.
Los esquiadores que coincidieron con el monarca no tardaron en reconocer su inconfundible figura, deslizándose con destreza por las pendientes. A pesar del discreto dispositivo de seguridad que lo acompañaba, su presencia no pasó desapercibida, y más de un visitante se animó a inmortalizar el momento con fotografías y comentarios en redes sociales.
Un monarca apasionado por el esquí
No es ningún secreto que Felipe VI siente una gran pasión por la nieve. Desde joven, ha sido un habitual de las pistas y ha compartido esta afición con su familia. Sin embargo, su esposa, la reina Letizia, no comparte la misma devoción, por lo que es común ver al monarca en solitario en estos planes. Sus hermanas, las infantas Elena y Cristina, sí han mantenido la tradición y suelen disfrutar de Baqueira, donde la familia real cuenta con una residencia en La Pleta.
Aunque este año la elección de Valdelinares ha sido una novedad, no es la primera vez que el monarca se anima a probar estaciones menos concurridas. En 2023, por ejemplo, sorprendió con una visita a Formigal, otra de las estaciones del grupo Aramón. Quién sabe si esta escapada a Teruel marca el inicio de una nueva tradición para el rey en sus jornadas de esquí.
