Hace un año, Daniel Sancho (30) pasaba su primera Navidad en prisión preventiva en Tailandia, con la esperanza de demostrar su inocencia y convencer al juez durante el juicio programado para abril y mayo de 2024.
Este año, la situación es aún más amarga para el hijo de Rodolfo Sancho. Su recurso de apelación contra la condena a cadena perpetua por el asesinato premeditado de Edwin Arrieta, que incluye cargos de descuartizamiento, ocultación del cadáver y desaparición de la documentación, todavía no ha sido presentado. El equipo legal ha pospuesto en varias ocasiones este trámite, alegando la necesidad de "pulir detalles" y garantizar una traducción correcta del argumentario, según explicó Carmen Balfagón, abogada y portavoz de la familia. Los letrados planean presentar la apelación el próximo 29 de diciembre.
No obstante, los expertos no auguran un panorama favorable. Señalan que el recurso podría no modificar la condena e, incluso, que podría empeorarla. En Tailandia, el Código Penal contempla la pena capital para casos de homicidio premeditado. Aunque el tribunal de Koh Samui conmutó esta condena inicial considerando el perdón expresado por Sancho y su cooperación en la investigación, los riesgos aún persisten.
LA FAMILIA DE ARRIETA PIDE REVISIÓN
Por otro lado, la familia de Edwin Arrieta ha solicitado una revisión de la condena que añade más presión al caso. En noviembre, su apoderada, Nattha Jongratwanin, presentó un recurso ante las autoridades tailandesas en el que se solicitaba que el tribunal de apelaciones revisara el fallo inicial y declarara a Sancho culpable bajo el artículo 289(4) del Código Penal, cuya única pena aplicable es la pena de muerte. Este documento, filtrado por la agencia EFE, generó polémica, aunque los abogados de la familia Arrieta, Juango Ospina y Beatriz Uriarte, aclararon que no contemplan pedir la pena capital, ya que no es el deseo de los padres ni de la hermana de la víctima.
Además, este recurso busca aumentar la responsabilidad civil de la sentencia, actualmente fijada en 106.000 euros, al considerar que esta cifra es insuficiente para indemnizar a la familia Arrieta.
La Navidad de 2024 también marca un cambio en las condiciones de su encarcelamiento. En comparación con la prisión de Koh Samui, donde estaba recluido el año pasado y podía pedir alimentos especiales, el centro correccional de Surat Thani es más restrictivo. Según Silvia Bronchalo, madre de Daniel, las visitas son ahora semanales, a diferencia de Koh Samui, donde podían verlo todos los días. Actualmente, Sancho dispone de solo tres llamadas mensuales, lo que limita sus contactos con la familia. No se sabe aún si sus padres, Silvia o Rodolfo Sancho, viajarán a Tailandia durante estas fechas o si optarán por comunicarse mediante una de estas llamadas autorizadas.
Para Daniel, sin embargo, la festividad será un recordatorio más de la incertidumbre que enfrenta mientras su equipo legal se prepara para el desafío que supone el recurso de apelación.
El futuro de Daniel Sancho sigue siendo incierto, en un contexto cada vez más complicado tanto legal como personal, mientras enfrenta una Navidad marcada por la distancia, las restricciones y las decisiones judiciales que se avecinan.