En un giro importante en su estrategia en redes sociales, el grupo La Vanguardia anunció que dejará de publicar en la plataforma de red social X, anteriormente conocida como Twitter. La decisión llega en un momento en el que la red, bajo la dirección de Elon Musk, fue señalada como un espacio donde se viralizan contenidos que fomentan el odio, las teorías de conspiración y la desinformación.
Desde que Musk adquirió la plataforma en 2022, hubo una serie de cambios que transformaron su dinámica. Según explica La Vanguardia, la red se ha convertido en un "altavoz" para ideas que atentan contra los derechos humanos, desde mensajes racistas hasta misoginia. La falta de moderación de contenido ha generado que teorías de conspiración y discursos de odio se conviertan en elementos virales dentro de la plataforma.
En una columna reciente, el director de La Vanguardia, Jordi Juan, calificó la salida del diario de esta red como "un gesto necesario". La decisión llega en paralelo con el anuncio de que el diario británico The Guardian también dejará de usar X de manera activa debido a los efectos negativos que considera están superando los beneficios de estar presente en esta red social.
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Elon Musk, propietario de la plataforma X.
La influencia de los bots y el Impacto en el debate público
Además de los problemas con el contenido, la creciente presencia de bots ha distorsionado el debate en X. De acuerdo con el historiador y filósofo Yuval Noah Harari, más del 20% del contenido de la red está controlado por algoritmos y bots que "deciden qué voces amplificar y cuáles silenciar", afectando así de manera significativa el discurso público y los temas de debate social.
La situación ha alcanzado un punto crítico en eventos recientes, como las inundaciones en Valencia, donde bots de origen desconocido han interferido en la conversación pública, agravando la percepción de la plataforma como un espacio poco fiable para el intercambio de información.
La Vanguardia y la ética en Redes Sociales
Aunque La Vanguardia suspenderá la publicación activa en X, el periódico continuará monitoreando la plataforma para informar sobre temas de relevancia y mantener a sus lectores al tanto de conversaciones importantes que puedan surgir. Los periodistas del diario, sin embargo, podrán seguir utilizando X de manera individual, pero bajo normas estrictas que fomenten el respeto a los derechos humanos y a la libertad de expresión.
Este cambio de estrategia coincide con una ola de críticas hacia la plataforma, especialmente después de que X abandonara un programa de la UE diseñado para combatir la desinformación en mayo de 2023. Además, la reciente decisión de permitir contenido adulto consensuado ha contribuido a que X sea percibida como un espacio cada vez más tóxico y desregulado.
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Edificio de La Vanguardia en Barcelona.
La decisión de La Vanguardia, junto con la de otros medios como The Guardian, generó fuertes cuestionamientos en las diferentes redes sociales, y a la vez, representa un llamado de atención sobre el papel que juegan estas plataformas tecnológicas en la difusión de contenido ético y moderado.