Por eso digo que hubo una versión oficial y se agotó ahí el tema de Jackson y el tema de todos los secuestros, salvo alguna cosa aislada sobre Pereira Reverbel.
Además, por lo que pude saber de algunos familiares de esos secuestrados, todos quedaron con unos traumas tremendos, que no hablaban del caso. Y la mayoría se fueron sin hablar.
Quizás por eso quedó poco material escrito de esa instancia.
Sí. Además, si vez todo lo que se ha escrito sobre los secuestro y el Plan Satán, viene principalmente por parte de integrantes del MLN o afines. Incluso algunos colegas que han hecho trabajos muy interesantes sobre esa época que no están alineados con el MLN no tocan el tema. ¿Por qué? Estimo yo que no tenían información para manejarlo, porque si no lo hubieran hecho.
¿El plan Satán es que el incluyó los 11 secuestros?
Sí. Empezó con Dan Mitrione en julio del 70 y Díaz Gomídez. La diferencia fue que a Dan Mitrione lo ejecutaron poco después. Después sigue Claude Fly, que además no tenía nada que ver, era un técnico agropecuario norteamericano. El 71 inicia con el secuestro nada menos que de Jackson, después le fiscal Guido Berro Oribe, después empiezan los secuestros de los empresarios: Berenbaum, Ferres Terra, Fernández, Pereira Reverbel, Frick Davis, etc. En primer lugar ellos piden la liberación de los presos, que eran más o menos 160 entre los que estaban en Punta Carretas y Cabildo. El gobierno desde primera instancia se niega, pero en definitiva, como ellos sabían que eso no lo iban a lograr iban por plata.
En el libro se detallan los montos y por ejemplo se habla de más de 100.000 dólares que se pedía por Jackson.
Empiezan pidiendo un millón y terminan cobrando 100 mil. Nosotros hicimos los cálculos y serían alrededor de 700.000 u 800.000 dólares de ahora y en el caso de Berenbaum son 300.000, y el de Díaz Gomídez entre 280.000 y 300.000. Hacían caja con los secuestrados.
¿Por qué te parece que se demoró tanto en liberar a Jackson?
Fue muchísimo tiempo, fueron todos mucho tiempo. El que menos estuvo fue Berro, que estuvo 15 días. Y Jackson se demoró tanto porque las negociaciones fueron larguísimas. Porque los ingleses jugaron a dos puntas: con Salvador Allende y acá, y mientras tanto Jackson se estaba pudriendo en esa cárcel infame, por las condiciones que estaba él y todos los secuestrados.
¿A lo de Allende lo sabías o surgió como parte de la investigación para este libro?
Yo lo había visto en algún lugar y fui a la fuente directa que no estaba en Santiago de Chile, estaba en los documentos de Foreign Office. Esta historia yo la tenía pensada para publicarla en el año 2022 porque se cumplían 50 años. Y los archivos comenzaron a ser desclasificados en esa fecha, pero teníamos la pandemia. Entonces la desclasificación o liberación de los archivos se retrasó y el momento oportuno fue ahora.
¿Y sobre Maruja Etchegoyen ya tenías información?
Cuando vi su nombre en los documentos no di crédito. Yo la conocía personalmente, estuve en su casa en Londres en el año 86. Después por la información que nos pasó la BBC, ella se jubila a fines del 86 y poco tiempo después se viene a vivir a Montevideo. No sé si también se jubiló entonces de su condición de agente de inteligencia cubana. Destacadísima, según la califican en algunas informaciones reservadas y también hizo el doble juego en algún momento. Queda claro en el libro que además fue espía de los ingleses.
Se menciona una entrevista que ella le hizo a Jackson durante el secuestro. ¿Llegaste a escucharla?
No. La entrevista a Jackson no la encontramos por ningún lugar. Además hay toda una contradicción: González Bermejo, que había sido quien entrevistó a Jackson y lo fotografió y esa fue una de las pruebas de vida que mandaron a Inglaterra. Lo entrevista en marzo y a los 15 días aparece Maruja Etchegoyen con una entrevista. La de González Bermejo salió publicada en Marcha y en Prensa Latina. Y la mayoría de las personas que trabajaban en Prensa Latina reportaban a la inteligencia cubana, igual que Maruja. Y en la entrevista se la presentaron a Jackson como una enviada del Financial Times. Después en las cartas queda claro que no era representante de ese medio.
¿Hablaste con alguno de los secuestradores? En el libro aparece Henry Engler, que es el más conocido.
Lo que tuve fue contacto, conversaciones con dos fuentes del MLN muy calificadas y que me dieron mucha información y permitieron confirmar otras informaciones que yo tenía. Es decir, una segunda fuente sobre determinados hechos. Pero además no tenía interés de sumar las mismas voces otra vez. Porque ya han hablado, han escrito y han dicho lo que han querido, y han construido una historia que yo entiendo que es falsa y mentirosa. Y es la historia que ha permeado.
Que es bastante más romántica.
Claro. Esa versión romántica de los Tupamaros… Habría que preguntarle a todos los secuestrados.
¿Por eso se llama La gran farsa?
Bueno hay que averiguarlo en el libro. Porque creo que la mayoría de los personajes y de los involucrados en esta historia fueron farsantes. Me refiero a que tenían un discurso por un lado y accionaban de otra manera.
Hay una dedicatoria muy sentida a tu familia en este libro, que yo no había visto en ninguno de los anteriores. ¿Está vinculado a la construcción del Uruguay?
Sin duda. Ahí se lo dediqué a mis hijos y a mis nietos porque no quiero que de ninguna manera ellos tengan que pasar y vivir situaciones como las que se vivieron en Uruguay en esos años. Yo me comprometí muchísimo con este libro. En todos he puesto corazón y alma pero esto lo hice con una carga afectiva y emocional muy grande porque me sentí muy tocado por ese tiempo. Que yo lo viví siendo muy niño, tengo algunos recuerdos bastante fuertes de esa época, desde una familia que nada tuvo que ver con la guerrilla ni con la dictadura.
Has escrito mucho y estás muy cercano con la historia del Uruguay mostrando otro relato. También estuviste muy vinculado a la historia o a los acontecimientos de los partidos tradicionales. ¿Qué pasaba con esos partidos? ¿El sistema político pareció responder poco al hecho de que un embajador permanecería más de 8 meses secuestrado?
Pacheco Areco en su presidencia tenía una oposición muy fuerte en el Parlamento, en su propio partido. Dividía aguas con su actitud y ejercicio del poder, y esto no es un juicio de valor. Es la época en que se consolida como líder Wilson Ferreira en el parlamento y se gana el apodo del fiscal de la patria, porque convocaba las interpelaciones y logró la censura o la destitución de varios ministros. Reinaba una gran confusión y como que la mayoría del sistema político estaba en contra del gobierno de Pacheco Areco. Era una época de mucha intolerancia por todos lados y fue el gran cambio que se percibió con el retorno a la democracia. Estábamos en una época de mucha violencia y de mucho desencuentro. No te olvides que además de la violencia de los Tupamaros había una movilización permanente a nivel estudiantil. En las calles en esos años murieron 10 estudiantes.
A lo que voy es que la liberación de los rehenes no pareció ser un tema prioritario en el sistema político.
No. Hubo una gran confusión y pérdida de referencias o no darse cuenta que el país iba por un barranco y que no encontraba fondo. Porque a la violencia política, a la violencia ejercida por los Tupamaros se sumaba el movimiento gremial estudiantil, el movimiento sindical permanentemente movilizado, la crisis económica brutal que se vivía en el Uruguay, con inflación que llegaba a tener un 160%. También hubo eso por parte de los ciudadanos, una pérdida de confianza en las instituciones. Lo que los Tupamaros logran en el año 71, que es el año en que el libro hace foco, es una de sus metas, con ese famoso Plan Satán y el Plan Cacao, que es transmitir la idea de que se habían convertido en un poder paralelo al poder institucional. Una organización delictiva que logra tener a un embajador, a otros diplomáticos y empresarios y políticos de primer nivel secuestrados en una ciudad como Montevideo, fue un alarde de poder. Fue un desafío enorme al gobierno constitucional de la época. Entonces la gente lo empezó a percibir con preocupaciones. Por eso el año 71 es tan tristemente importante en la historia del Uruguay. Fíjate que en orden cronológico se da el secuestro de Jackson, en febrero es la fundación del Frente Amplio, siguieron los secuestros, después tenemos la fuga de Punta Carretas un mes antes que Pacheco proclama o acepta la reelección y tenemos las elecciones en noviembre. Es un año que marca, por un lado, la cúspide de los Tupamaros, pero fue tan efímero ese período que ellos llegan al zenit, que empiezan a caer a los dos días de la fuga de Punta Carretas. Porque a las 48 horas de la fuga de Punta Carretas, el presidente de entonces convoca a las fuerzas conjuntas y les encarga la lucha de la subversión y fueron muy eficientes en eso porque derrotaron militarmente a los Tupamaros en 11 meses. Fue el comienzo del fin de la democracia también.