Este sábado por la mañana fueron llevados al cementerio de la Chacarita de Buenos Aires los restos de peluquero argentino Roberto Giordano, quien falleció este viernes sobre las 14:30 horas, cuando se le estaba realizando una intervención en la válvula aorta.
La inesperada muerte del peluquero de 79 años generó gran impacto en la comunidad, en los medios y en la farándula, ya que el día anterior a la intervención programada, había mantenido un breve contacto con El Observador, donde contó que estaba en Buenos Aires para hacerse un cambio de marcapasos, y señaló que estaba cerca de resolver los conflictos judiciales que había protagonizado de un tiempo a esta parte. En los últimos años, Giordano se había establecido en Uruguay.
Acompañaron a Roberto en el último adiós Valeria Mazza y su esposo Alejandro Gravier, Benito Fernández, Teté Coustarot, Teresa Calandra, entre decenas de amigos y personalidades del medio, mientras el círculo familiar cuidaba y contenía a Mirtha Servanda, su esposa y compañera de vida por más de cuatro décadas.
Figura clave en los años 80 y 90, Giordano no solo se destacó por su talento como estilista, sino también por su capacidad para transformar la peluquería en un espectáculo cultural. Su icónica frase “¡No me peguen, soy Giordano!” trascendió generaciones y reflejó el impacto mediático de su figura.