La primera vez que tocó en la calle tenía 16 años. Su abuela lo había acompañado hasta la peatonal de Lomas de Zamora y lo había dejado frente a su posible público. “Lo recuerdo con muchísima emoción porque era el momento donde me acercaba a cumplir mi sueño de poder dedicarme a la música: ese día me di cuenta de que tenía que ser músico”.
La adrenalina corría por su cuerpo, la expectativa y un poco de temor de ver qué pasaba en la calle cuando empezara a cantar pero una vez que empezó a cantar A puro dolor todo el ruido de su interior se silenció. “La música me calma y me da mucha vida, mucha alegría. Apareció la primera canción y lo empecé a disfrutar mucho más. A partir de ahí fue un comienzo inmejorable, una cosa hermosa que la recuerdo hasta el día de hoy”.
El próximo jueves 31 de octubre Nahuel Pennisi vuelve a Uruguay a presentar su último disco, Momentos, en el teatro El Galpón. Antes habló con El Observador sobre sus inicios, la búsqueda de nuevos sonidos, cómo cambió luego de ser padre y su vínculo con el público uruguayo.
¿Qué llevás aquel chiquilín que te tocaba en la peatonal al gran Rex, a los Grammy Latinos o a El Galpón de Montevideo?
Todo lo que soy, porque mi esencia gracias a Dios no cambió y no va a cambiar, seré siempre el mismo y a lo sumo habrán cambiado las formas, el entorno, o la infraestructura, pero el ADN está siempre. La identidad de darlo todo en la música, en las canciones, ser una persona muy honesta, muy genuina a la hora de cantar, darle el 100%. Eso es lo importante. Una de las cosas que me gusta aprovechar en los conciertos es lo espontáneo, me gusta mucho hablar con la gente, compartir lo que siento, más allá de una lista de canciones está bueno darle lugar a lo espontáneo, que es algo muy importante que tiene que estar siempre vivo en la música. La conexión es muy grande. Y justamente este disco que vamos a presentar en Montevideo, Momentos, habla de todos esos momentos que nos toca vivir, estando del lado que sea a través de la música. Puedo estar del lado de tocar o puedo estar del lado de escucharla, pero la música transita distintos momentos y es lindo compartirlo con la gente.
De hecho tu música ha marcado diferentes momentos para mucha gente. ¿Qué fue lo que más te sorprendió que te contaran que pasó con tus canciones?
Una de las cosas que más me sorprende es lo que pasó en la pandemia. Después de todo lo que vivimos, que fue un momento muy difícil para muchos, hubo muchas personas que se fueron refugiando en canciones mías como Avanzar, Ser Feliz, Princesa, Compañera, una canción dedicada a las mamás. Cuando escuchaba a personas que me decían que mis canciones le hicieron muy bien, salvaron vidas, acompañaron a familias que estaban mal realmente, es conmovedor. Esas cosas me quedan para siempre y las agradezco eternamente.
Tu hija nació escuchando tus canciones en la sala de partos, ¿la experiencia de la paternidad cambió de alguna forma tu ser artista?
La más chica sí. Me acuerdo de que nació con una canción mía, fue muy hermoso y conmovedor. Claramente la paternidad nos da una vida nueva, nos da una forma de mucho más profunda de ver las cosas, mucho más madura, adulta podríamos decir. Y también mirarla como un niño, porque uno al tener los hijos tan cerca, que disfrutan en cada momento también eso nos transmiten. A mí me dan ganas de seguir disfrutando lo que hago como si fuera un niño, porque es como ese incentivo que uno tiene que tener siempre. Así que claramente que cambió el significado de las cosas por ser padres.
Hablábamos de Momentos, tu último disco y el disco que vas a presentar acá a Uruguay. ¿Cómo nace este disco para vos?
Nace con una idea de hablar de conceptos importantes de la vida. Nosotros estamos hechos de momentos, estamos construidos de momentos, y es lindo que cada momento tenga una canción, que tenga una música, que tenga un desafío para transmitir o alguien a quien cantarle. Desde ahí nació el concepto del disco y estoy muy contento por el resultado, la gente se va identificando con diferentes canciones y justamente eso es lo más importante, hasta que les transmita algo que incluso yo no busqué porque eso también es la magia. Uno a veces está en un momento determinado, escucha una canción y le pasa algo distinto que me pasa a mí y eso es hermoso también.
Al plantearte la idea de presentar un disco dedicado a distintos momentos de la vida, ¿cómo fue el proceso de selección?
Fueron procesos lindos porque empecé a pensar un poco en lo que me pasa a mí como persona, en los momentos que vivo y también en los momentos de la gente que está más cerca. Hay canciones, por ejemplo, para recordar a personas que ya no están, una canción donde pregunta dónde se irán los recuerdos cuando uno no escucha más una voz o se le perdió una foto y no la vio más, una canción dedicada a mis hijos, una canción dedicada a mi compañera de vida, otra también hablando de lo que es las segundas oportunidades y cómo uno puede transformar el desamor en una segunda oportunidad. Todas esas vivencias algunas las vivo y otras voy imaginándome cosas a partir de historias de gente que uno conoce sus experiencias.
En este disco también haces una exploración musical que te lleva por nuevos ritmos como la Bachata o la Cumbia. ¿Por qué decidiste explorar por fuera de ese arraigo folclórico que es lo que más te caracteriza?
Si bien la música argentina y folclórica y latinoamericana es un ADN muy importante en mi vida, también me gusta la música del mundo, me gusta reconocerme en un terreno distinto. Creo que eso también a uno lo hace crecer. Porque tiene que ver con el desafío de salir de la zona de confort. Me pareció un lindo motivo de desafío poder tratar de pensarme en otra música, pero sosteniendo elementos que tienen que ver con lo folclórico. Porque de repente no hay música argentina ni folclórica, pero sí hay elementos como guitarras, instrumentos de cuero, instrumentos de viento, madera, que hacen a esa esencia. La música, gracias a Dios, es grande y tiene muchas posibilidades de interpretarla y por eso es que quise ir por ahí.
Por estos lugares un poco ya habías explorado de alguna forma. Universo Paralelo, la versión junto a La Konga fue un éxito absoluto. ¿También es una forma de acercarte a este nuevo campo de exploración?
Seguramente, porque yo nunca me esperé tanta popularidad con esa canción, con esa versión. Es algo que me sorprendió profundamente, de hecho hasta a los pibes de La Konga les habrá sorprendido todo lo que pasó, el fenómeno de Universo. Son empujones que te da un momento justamente. Fue un momento que apareció esa canción y que claramente me dio la posibilidad de explorar, de conocer a más personas y la verdad que estoy muy contento por el resultado y por lo que pasó con la canción.
En este disco también colaboran Luciano Pereyra y Los Palmeras, que de alguna forma son proyectos que son hitos también en la música argentina, ¿no? En sus respectivos rubros, ¿cómo se dio esa colaboración, esa sinergia, ese compartir con otros artistas?
Con Luciano ya veníamos hablando hace rato y somos buenos amigos, siempre venimos pensando en qué bueno sería plasmar alguna canción en un disco, porque nos encontramos varias veces en festivales y compartimos ahí también la música argentina popular. Y quería no solamente salir yo de la zona de confort sino también que él pueda tener una experiencia distinta. Entonces se nos ocurrió hacer esa cumbia, Regresa, y lo pasamos muy bien. Y con Palmeras fue impresionante porque es una banda que para mí es leyenda y realidad al mismo tiempo, tiene mucha vigencia y no deja de ser algo histórico para nuestra música. Nos hicieron divertir tanto, nos hacen bailar, nos hacen emocionar y estuvo buenísimo compartir con ellos una canción que estaba medida de Palmeras. Fue una linda experiencia.
Hace unos meses fuiste invitado a La Voz Uruguay, ¿qué sugerencia le das a un cantante que está empezando su carrera?
Para mí lo más importante es que podamos disfrutar de todo lo que hacemos, eso es lo más valioso. A veces uno está apurado, quiere llegar rápido porque quiere ser como alguien que escucha por la tele o que ve por las redes, y quiere tenerlo como modelo. Y yo creo que cada persona tiene su proceso, tiene su manera, su identidad; entonces para lo importante es disfrutarlo. Una vez que lo disfrutes, que eso no se te vaya nunca. Después el camino se va dando solo pero el público que te escuche no solamente tiene que darse cuenta que sos un buen cantante o que te gusta la música, sino que justamente que vos disfrutes. Que sienta que vos estás disfrutando. Partiendo de eso, el resto viene solo y viene lo mejor.
¿Fue difícil para vos encontrar tu identidad como músico?
No fue tan difícil porque la música me acomoda desde siempre. Quizás es un desafío hallarme en estos tiempos donde hay tantas propuestas, donde hay tanta vorágine de música, tanta velocidad de distintos momentos. Pero la verdad que yo me considero una persona que lo da todo en el escenario, que canto desde las entrañas, me gusta la música más sobre todo, más acústica, más fina, pero bueno nada, si bien me gusta indagar por todos los terrenos, esa es mi identidad claramente y bueno, la verdad que evidentemente no es tan fácil encontrar una identidad clara, pero bueno, uno la encontró de chico y entonces ahora tiene que cuidarla de grande ¿no?
¿Cómo te llevas con el público uruguayo? Ya te hemos visto varias veces, pero ¿qué ves vos desde arriba del escenario?
El público uruguayo es de los más respetuosos que conocí, de los más cultos, de los más expresivos. Es una tierra que admiro profundamente, desde su cultura hasta su don de gente. Siempre que voy trato de llevarme todo lo que puedo, en cuestión energética, en cuestión de identidad, porque me identifico mucho con Uruguay y el público siempre me recibió bien, con mucho respeto, conociendo mis canciones de a poco. El último concierto del año pasado en Montevideo fue muy hermoso, fue realmente muy emotivo, en la Sala Zitarrosa y ahora volver a El Galpón presentando disco nuevo, con nuevos desafíos, me trae mucha expectativa. Eso también es un estímulo muy grande.
También has podido compartir varios momentos con artistas uruguayos como Ruben Rada o Matías Valdéz.
Es tremendo, yo los admiro profundamente y los momentos que compartí con los chicos fueron hermosos. El Negro me invitó a tocar al Luna Park, con Mathi Valdés grabamos juntos una canción en su disco y después me invitó a tocar en el Antel Arena. Yo disfruto mucho, amo la música uruguaya, el candombe, Nico Ibarbourou, Julieta Rada, Buscaglia, Hernan Peyrou, Agarrate Catalina, mucha gente que me da mucho sin saberlo y uno también trata de aprender de eso. Uruguay es un lugar muy grande para mí
