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28 de diciembre 2024 - 5:00hs

Tomás Redrado está de estreno. El galerista argentino le dará el puntapié inicial a una nueva galería basada en José Ignacio, que se desprende de un proyecto que ya nació en Miami y que apunta al arte de la región.

En entrevista con El Observador, Redrado aseguró que confía en que el proyecto tiene "un potencial fantástico", y que la idea es que esta nueva galería en Uruguay pase a ser la principal y el centro de sus operaciones artísticas. La galería, que ocupará 80 metros cuadrados, está ubicada detrás de Casa Suaya, en Arenas de José Ignacio.

A continuación, un resumen de la charla con el galerista y sus planes para la temporada 2025 y el futuro próximo.

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¿Cómo llegaste a interesarte por el arte?

Fue en la pandemia. Yo estudié relaciones internacionales en la universidad Di Tela en Buenos Aires y en el 2019 hice un intercambio en la Universidad Bocconi en Milán, que tenía un enfoque más de empresa, como no tanto del área pública, sino lo privado. Ahí ya me cambió un poco la cabeza. Yo venía estudiando relaciones internacionales, quería dedicarme a la cultura ya la gestión dentro de las relaciones internacionales para Argentina, para Latinoamérica, hacia el mundo y de repente en la pandemia me di cuenta de que ese proyecto era completamente inviable por obvias razones. En mi país me tocó una extensa cuarentena y por ende me vi forzado a mudarme a Miami para poder empezar a producir, a hacer algo. Yo sabía que dentro de cultura lo que fue accidental, o no tanto en realidad, fue el arte. Porque desde chico ya estaba muy metido de alguna manera en la escena del arte de Buenos Aires, de las galerías. De chismoso nomás. Tenía 15 años y me entretenía, me daba una noción muy auténtica de nuestro país y de nuestro continente y de todo lo que iba viajando en el mundo también me daba una visión auténtica de la humanidad en sí.

Sentías eso de chico, ¿elegías entrar a ver galerías?

Mi familia en general siempre fue muy orientarme hacia el arte, llevarme a museos, mis dos abuelas son artistas plásticas de muy bajo perfil. Pero sí, el mundo de las galerías ya me había atrapado desde antes, y para mí lo más divertido era tener una galería y obviamente todavía no me había enterado de lo que era el baile de tener una galería, que no es tan cool y divertida como suena. Hay muchos sacrificios por detrás, hay que lidiar con muchas personalidades y cuestiones, pero al final del día es muy gratificante. Y estoy muy feliz de haber logrado llegar a este punto y conocer la gente que conozco.

Llegaste a Miami en pandemia y ¿cómo se gestó tu galería allí?

Mi madrina vive allá y me dijo “acá en Miami están todas tus oportunidades”. Y ahí hablé con un par de artistas que algunos ya los conocía y otros me presentó un curador chileno que trabaja para el PROA y el MACBA y él me presentó a Marta Minujín, a Diego Bianchi, pesos pesados para la escena contemporánea de nuestra región y les compré un par de obras en ese momento, otras me las dieron en consignación. Después todo adelante fue en consignación por la confianza, por haber empezado a mover ciertas cosas. Eso al principio era como un proyecto muy orgánicamente de arte argentino, porque yo no había salido de Argentina como para hacer este proyecto más que a Miami. Esa fue naturalmente la prima face del proyecto y después ya me empecé a interesar, a abrirme a una escena más regional. Empecé también a entender de alguna manera el arte argentino y mi visión hoy de artistas argentinos son aquellos que más comparten una visión regional latinoamericana.

Entonces todo arrancó con Argentina.

Sí, pero hace un año empezamos a entrar en ferias con artistas que no son para nada argentinos, son una mezcla, siempre hay uno argentino y el resto de algunos otros lados, es algo que recién empieza.

¿Y cómo surgió el proyecto en Uruguay?

Hace seis meses nomás, y el objetivo es para el 2026 empezar a conversar con algunos artistas de acá. Yo ofrezco una plataforma de ferias internacionales de Argentina, Miami, Uruguay, y el artista tiene que ser fiel al proyecto.

Contame particularmente esto que va a pasar ahora en el verano de Uruguay.

Estamos inaugurando el 3 de enero, tanto Jessica Trostman, que cumplió una residencia de un mes en noviembre, cuando todavía en realidad no estaban del todo terminadas las residencias. Estamos inaugurando la galería que es un espacio bastante grande de 80 metros cuadrados sobre la calle atrás de Casa Suaya. Está metido en una propiedad que es de Art House, que es un proyecto de dos chicos, uno que vive en México, Diego Janssenson, y Hernán Tabele, que es el ex socio de Casa Suaya, que se quedó como con unos terrenos detrás, donde van a desarrollar Art House. Este año no inaugura el hotel, no inaugura nada del proyecto de residencias y se han dedicado fenomenalmente a patrocinarme la apertura de la galería y todo el programa.

¿Cómo es el programa completo?

Consta en cuatro exhibiciones por año enero, febrero, abril y diciembre, y ocho residencias al menos por año por un mes, que son experiencias de distintos artistas del mundo con los cuales trabajamos que los invitamos a poder trabajar en sus proyectos sin ningún condicionamiento. A veces son para exhibiciones, a veces sin exhibición, simplemente para hacer obra, para crear y para estar acá en este paraíso y poder sí, trabajar por un mes en lo que sea que quieran hacer. El 3 de enero inauguramos a Trostman en la sala principal, la residencia de Paloma Tepa, que es una artista cordobesa que vive en Miami. Allí tiene un estudio de arquitectura y diseño que se llama Plant the Future, que es uno de los pocos estudios de arquitectura de este tipo que existen, biofílicos, es decir, con una orientación hacia la naturaleza, hacia la madre tierra, con elementos que en realidad en vez de ser artificiales, metálicos. Son todas maderas de fuentes sustentables, que hemos trabajado aquí con un proveedor que ella contactó de madera de reservas sustentables, es decir, que no tiene que ver con tala de bosques.

Muy alineado con el entorno.

Sí, muy alineado con lo que queremos proyectar como diferenciador de nuestra galería de arte y nuestro proyecto, con el Uruguay y con lo que es José Ignacio.

¿José Ignacio el lugar ideal para hacerlo?

Sí, para mí eso es lo que significa José Ignacio, y ese es el respeto que todos tenemos que tener en este lugar para poder desarrollar proyectos artísticos. Lo veo cada vez más, pero no lo suficiente, así que por eso nosotros queremos realmente que todo esté producido acá, no tenga huellas de carbono en cuanto a la producción y fabricación con el artista de obras para poder contratarlos y que asistan a nuestros artistas a la producción. Todo tiene que ver con linkear José Ignacio con José Ignacio, los recursos de José Ignacio con José Ignacio y nuestra galería con la comunidad. Desde que yo acepté y empecé a armar el programa, ese fue el elemento con el cual creamos todo el programa del 2025.

Se te nota muy feliz con este proyecto.

Total, y cada vez me siento más identificado con lo que estudié, que fueron las relaciones internacionales, que prestan mucha atención a estas cuestiones como despejar puentes y desarrollar nexos con el lugar donde uno está trabajando. Así que me siento muy realizado.

Temas:

Artes visuales

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