13 de abril 2025 - 10:08hs

La política de Donald Trump hacia Venezuela cambió abruptamente. El enfoque pragmático, marcado por gestos diplomáticos, dio paso a un agresivo endurecimiento de las sanciones, similar al que aplicó durante su primer mandato, cuando fracasó en el intento por desalojar a Nicolás Maduro del poder. No obstante, la posibilidad de un nuevo giro sigue latente, dado el historial de idas y venidas que caracteriza al líder republicano.

El cambio de estrategia plantea dudas sobre su coherencia y los resultados que podría generar en el complejo escenario venezolano. María Isabel Puerta, profesora de Ciencia Política en la Universidad de Colorado, considera que "no hay consistencia porque no hay una sola agenda dentro de la administración de Trump respecto a Venezuela".

Al igual que en 2018, Washington considera fraudulentas las elecciones que en julio de 2024 otorgaron un nuevo período a Maduro en la presidencia. Sin embargo, Trump comenzó su nuevo mandato con un enfoque negociador. Su enviado especial, Richard Grenell, visitó Caracas, estrechó la mano de Maduro en el Palacio de Miraflores y logró la liberación de estadounidenses presos.

Más noticias
Grenell con Maduro - AFP.jpg
El enviado de Trump, Richard Grenell, se reunió con Maduro en Venezuela

El enviado de Trump, Richard Grenell, se reunió con Maduro en Venezuela

"Estamos muy claros sobre el Gobierno venezolano y Maduro, pero Donald Trump es alguien que no quiere hacer cambios de régimen", dijo Grenell, asesor de política exterior, exembajador en Alemania y muy cercano al presidente estadounidense. En su último mitin electoral, Trump lo elogió, describiéndolo como "un hombre muy especial, con un gran talento".

La estrategia liderada por Grenell fue interpretada como un enfoque pragmático en el que Washington abandonaba la idea de promover un cambio político en Venezuela. En su lugar, priorizaba mantener buenas relaciones para garantizar la deportación de venezolanos indocumentados y proteger los intereses de empresas estadounidenses en el país con las mayores reservas de petróleo del planeta.

La agenda de Marco Rubio

Pero en poco tiempo apareció en el tablero la visión del secretario de Estado, Marco Rubio, y la del delegado de Donald Trump para América Latina, Mauricio Claver-Carone, ambos partidarios del retorno a la política de máxima presión sobre el régimen de Maduro.

Dejando atrás la flexibilización de sanciones que caracterizó a la administración de Joe Biden, Washington anunció una seguidilla de medidas que golpean al sector petrolero, la fuente de más de tres cuartas partes de los dólares que ingresan en Venezuela.

Washington eliminó las licencias que permiten a Chevron, la multinacional estadounidense, y a empresas europeas como Repsol, ENI y Maurel & Prom producir y exportar petróleo desde Venezuela. Además, Trump anunció la imposición de un arancel del 25% a los países que compren petróleo venezolano.

Las empresas tienen hasta el 27 de mayo para cesar sus operaciones, mientras que el arancel, vigente desde el 2 de abril, será aplicado a discreción de Rubio.

Marco Rubio en el Senado - AFP.jpg
Marco Rubio en el Senado

Marco Rubio en el Senado

"El régimen de Maduro no es un gobierno. Gobiernan territorio porque tienen las armas y las fuerzas de seguridad, pero básicamente es una organización narcoterrorista con fuertes vínculos con Irán y el narcotráfico", dijo la semana pasada el jefe de la diplomacia estadounidense en la entrevista que le hizo Donald Trump Jr. en su podcast Triggered.

Y Claver-Carone afirmó recientemente en un conversatorio en el Miami Dade College que las sanciones a Venezuela son "instrumentos puntuales, efectivos y con efectos secundarios". Además, subrayó que Trump ha dejado en claro que Estados Unidos no necesita el petróleo de Venezuela, por lo que el fin de las licencias no debería causar sorpresa.

La máxima presión contribuye a la cohesión interna del madurismo, ya sucedió en la primera administración de Donald Trump y pienso que volverá a ocurrir en esta oportunidad La máxima presión contribuye a la cohesión interna del madurismo, ya sucedió en la primera administración de Donald Trump y pienso que volverá a ocurrir en esta oportunidad

Grenell sigue en juego

Si bien el endurecimiento de las sanciones refleja una inclinación hacia la visión de Rubio y los "halcones" de la política exterior, María Isabel Puerta advierte que el enfoque pragmático de Grenell sigue siendo una opción viable en el tablero político.

"Detrás de Grenell hay un lobby del sector petrolero, las empresas como Chevron insisten en que el presidente Trump escuche sus necesidades y podríamos ver el retorno de esta agenda”, dice la especialista.

Phil Gunson, analista senior de Crisis Group, indica que a pesar del discurso, para Trump sigue siendo importante "asegurarse el control de los recursos energéticos" y la contradicción fundamental entre la visión de Grenell y la de Rubio es que "de mantenerse la suspensión de las licencias petroleras, quedan excluidas las compañías norteamericanas".

"Creo que en algún momento, probablemente no muy lejano, veremos regresar a las compañías norteamericanas, quizá con mejores términos contractuales para ellas. Pienso que esa sería la aspiración de la Casa Blanca", añade Gunson.

¿Sanciones que fortalecen al régimen?

Durante su primer mandato, Trump endureció las sanciones, reconoció a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, el precio del petróleo se desplomó durante la pandemia y, a pesar de la tormenta, Maduro conservó el poder.

Nicolas Maduro en Venezuela.jpg

"La máxima presión contribuye a la cohesión interna del madurismo, ya sucedió en la primera administración de Donald Trump y pienso que volverá a ocurrir en esta oportunidad”, advierte Puerta.

“El temor a dejar el poder va a prevalecer frente a la opción de dar un paso a un lado y alcanzar un acuerdo con la oposición para una transición democrática. Van a permanecer allí”, añade.

Barclays Capital indica en un informe en el que analiza las posibilidades de un cambio político que “dada la fragilidad del statu quo, Maduro podría tener incentivos para encontrar una salida que Estados Unidos y la oposición podrían estar dispuestos a proporcionarle”, pero el principal obstáculo son los distintos intereses dentro del régimen.

En este sentido, afirma que los miembros de línea dura, como el ministro del Interior, Diosdado Cabello, “no confían en ese tipo de negociación y se ven a sí mismos como los potenciales perdedores en esos escenarios”.

Por lo pronto, el madurismo despliega la narrativa de unidad y resistencia frente a las presiones internacionales. La dirigencia ha adoptado una postura desafiante frente a las sanciones, proyectando una imagen de firmeza y optimismo en medio de las señales de crisis en la economía.

“Nosotros vamos a salir más fortalecidos. Con un mejor sistema económico, con un mejor aparato económico, con más independencia económica, más justicia social. Ustedes lo verán, con el favor de Dios todopoderoso creador del cielo y la tierra. Dios proveerá”, prometió Maduro en un acto con empresarios.

Temas:

Donald Trump Venezuela Richard Grenell Marco Rubio Nicolás Maduro

Seguí leyendo

Más noticias

Te puede interesar

Más noticias de Uruguay

Más noticias de Argentina

Más noticias de España