El inminente fin de las operaciones de Chevron y el crítico nivel de las reservas internacionales del Banco Central de Venezuela amenazan con agravar el desequilibrio entre la demanda y la oferta de divisas en el país. Desde octubre del año pasado, el bolívar se ha desmoronado frente al dólar y todo indica que se avecina una mayor turbulencia cambiaria.
Donald Trump endureció las sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro, considerado ilegítimo por Estados Unidos y una larga lista de países tras las controversiales elecciones presidenciales de julio de 2024, y ordenó a Chevron cesar sus operaciones en Venezuela en un plazo de 30 días, que culmina el próximo 3 de abril.
La medida tiene consecuencias relevantes. Chevron está asociada con Pdvsa, la empresa petrolera del Estado venezolano. y tiene el control y la gerencia de los proyectos. Además vende el petróleo en Estados Unidos y para pagar impuestos y regalías, en bolívares, oferta las divisas en el mercado cambiario.
De acuerdo con la consultora Síntesis Financiera, Chevron está aportando 30% de la oferta de divisas en el mercado oficial y se estima que produce 212.000 barriles diarios, la cuarta parte de la producción total de Venezuela.
La mayoría de las entidades financieras esperaba que el impacto del fin de las operaciones de Chevron comenzara a sentirse con fuerza a partir del tercer trimestre del año, ya que se daba por hecho que Washington le otorgaría a la empresa al menos cinco meses para desmontar sus operaciones. Sin embargo, solo se le han concedido 30 días.
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El enviado de Trump, Richard Grenell, se reunió con Maduro en Venezuela pero eso no evito el choque por Chevron.
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Los pasos que puede seguir Chevron
Abogados consultados explican que, de acuerdo con la orden publicada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y en vista de cómo ha interpretado el plazo para la finalización de operaciones en decisiones similares para otros países como Irán, en los próximos 30 días Chevron podrá terminar las operaciones de exportación o producción en curso y lo estrictamente necesario para detener sus actividades.
En 2019, durante el primer mandato de Donald Trump, Washington también aplicó sanciones al régimen de Maduro, considerando fraudulentas las elecciones presidenciales de 2018. En esa ocasión se concedió a Chevron una licencia para realizar operaciones “necesarias para la seguridad o la preservación de activos en Venezuela”.
Además se le permitió la participación en las asambleas de accionistas en las compañías en que es socio de Pdvsa y el pago de salarios de empleados y contratistas. Está por verse si en los próximos días el Departamento del Tesoro autoriza algo similar.
El impacto en la oferta de divisas
El cese de las operaciones de Chevron genera dos efectos: Pdvsa tendrá que tomar el control de los proyectos y se estima que paulatinamente la producción comenzará a declinar, pero sobre todo ya no podrá vender el petróleo en Estados Unidos y para evadir las sanciones tendrá que vender los barriles en el mercado negro con un descuento importante.
El crudo Merey, el petróleo que más exporta Venezuela, se comercializa a un precio que suele estar 17% por debajo del Brent, el marcador de referencia del mercado. Según estimaciones de Síntesis Financiera, el descuento en el mercado negro obligará a venderlo a un 48% por debajo del Brent.
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Pdvsa tendrá que tomar el control de los proyectos de Chevron y se estima que paulatinamente la producción comenzará a declinar
La consecuencia de la declinación progresiva de la producción y del descuento en el precio es un menor ingreso de divisas que, de acuerdo con Síntesis Financiera y otras consultoras, como Ecoanalítica, implicará una reducción en el ingreso de divisas que estaría en torno a 4.000 millones de dólares en los próximos doce meses.
El bajo nivel de las reservas
El menor ingreso de divisas se sentirá con fuerza porque las reservas internacionales, el tanque de dólares que el Banco Central administra y permite pagar importaciones y sostener el mercado cambiario, se ubica en montos ínfimos.
El Banco Central reporta que posee reservas por 10.394 millones de dólares, pero este monto incluye derechos especiales de giro, un instrumento del Fondo Monetario Internacional (FMI) que puede ser cambiado por divisas y 31 toneladas de oro en el Banco de Inglaterra sobre las que no tiene acceso.
El FMI y el Banco de Inglaterra no reconocen a Maduro como un gobernante legítimo y, por tanto, tienen bloqueados estos recursos. Como consecuencia, el monto disponible de las reservas internacionales se ubica en torno a 3.000 millones de dólares, una cifra enana que equivale a menos de la cuarta parte de las reservas de República Dominicana, que cuenta con 14.899 millones de dólares.
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Un hombre muestra billetes de 100 bolívares mientras hace cola afuera del Banco Central de Venezuela para cambiarlos
AFP
El gobierno posee activos en dólares, sobre los que no provee ningún tipo de información, por actividades como la venta de oro, pero es previsible que el endurecimiento de las sanciones también impacte este tipo de operaciones.
La crisis cambiaria de Venezuela
El descenso en el ingreso de dólares agravará el desajuste en el mercado cambiario. Desde octubre, la demanda de dólares ha superado a la oferta y el tipo de cambio oficial acumula un incremento del 78% en los últimos cinco meses, lo que ha acelerado la inflación.
El Banco Central oculta las cifras, pero el Observatorio Venezolano de Finanzas indica que solo en febrero la inflación experimentó una variación de 12,8% que se traduce en un salto de 20,3% en los dos primeros meses de este año.
José Manuel Puente, profesor del IE Business School en España y del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) de Caracas, explica que “el Banco Central mantuvo el tipo de cambio oficial estático hasta octubre del año pasado y desde entonces ha habido una corrección brutal, pero el tipo de cambio sigue estando apreciado y hay una demanda por dólares que el Banco Central no tiene”.
“Es como un perro mordiéndose la cola. Muy probablemente este año vamos a tener la inflación más alta de América Latina y en la medida en que Venezuela tenga una inflación mayor a la de sus socios comerciales su tipo de cambio se va a ir apreciando y se hace necesaria una mayor corrección del tipo de cambio nominal”, agrega José Manuel Puente.
Latin Focus, una firma que agrupa las proyecciones de 14 bancos y consultoras como UBS y Oxford Economics, indicó en su reporte de febrero que el promedio de todas las estimaciones prevé que el tipo de cambio oficial, actualmente en 64 bolívares por dólar, culmine este año en 91 bolívares por dólar.
Tras el fin de las operaciones de Chevron los venezolanos deben prepararse para un mayor desplome del bolívar.