10 de enero 2025 - 17:57hs

Nicolás Maduro se impuso la banda presidencial para un tercer mandato en una ceremonia precedida de acusaciones de fraude electoral, detenciones arbitrarias y el despliegue de las fuerzas policiales. La atmósfera incrementó el temor a un régimen más autocrático en Venezuela, similar al que su aliado Daniel Ortega instauró en Nicaragua: “Nicarazuela” es una posibilidad real.

Maduro fue declarado vencedor en las pasadas elecciones por un Consejo Nacional Electoral que no mostró prueba alguna del escrutinio, mientras que las actas en poder de la oposición, verificadas por el Centro Carter, reflejan la victoria de su candidato Edmundo González.

María Isabel Puerta, profesora de ciencia política en la Universidad de Colorado, considera que el fraude electoral es evidente y resalta que en “Venezuela no hay estado de derecho desde hace mucho tiempo, pero con esto se cierra un ciclo en términos de legitimidad y legalidad. Ahora hay un régimen de facto”.

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El cubano Miguel Díaz Canel y el nicaraguense Daniel Ortega, dos de los incondicionales apoyos de Maduro, presentes en la asunción.

El cubano Miguel Díaz Canel y el nicaraguense Daniel Ortega, dos de los incondicionales apoyos de Maduro, presentes en la asunción.

Las similitudes entre la Venezuela de Maduro y la Nicaragua de Ortega

“No hay instituciones políticas, la Fiscalía y el Tribunal Supremo de Justicia son caricaturas. Es un país gobernado por una mafia cívico-militar dispuesta a sacrificar la vida de los venezolanos con el propósito de perpetuarse en el poder. Esto puede ser algo parecido a Nicaragua o mucho peor”, dice María Isabel Puerta.

Daniel Ortega, uno de los pocos jefes de Gobierno que asistió a la investidura de Maduro junto al presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, hundió a Nicaragua en una deriva autoritaria que aniquiló a la oposición, encarcelando y desterrando a sus líderes.

El país centroamericano, de facto, pasó a funcionar bajo un sistema de partido único, la sociedad civil fue minimizada con el cierre de miles de ONG y una reforma constitucional asfaltó la vía para que el caudillo sandinista permanezca en el poder.

Las leyes que derrumban el sistema de derecho

Maduro se ha asegurado de contar con leyes que permitan cerrar ventanas. La Ley Simón Bolívar contempla hasta 30 años de cárcel, inhabilitación política y confiscación de bienes a quienes promuevan o apoyen las sanciones de otros países. En el caso de los medios de comunicación se prevé el fin de la concesión y multas severas.

La ley de fiscalización, regularización, actuación y financiamiento de las ONG y asociaciones civiles deja un amplio margen de discrecionalidad para su cierre, o el cobro de multas, bajo el señalamiento de recibir aportes para realizar actividades con fines políticos.

En la Nicaragua de Daniel Ortega una ley similar precedió el cierre de 5.000 organizaciones no gubernamentales.

Esta semana fue detenido el periodista Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público dedicada a defender la libertad de expresión. El ministro de Relaciones Interiores, Diosdado Cabello, afirmó que “no son ONG, son una lavadora de dinero que utilizan recursos de los contribuyentes de Estados Unidos para conspirar contra gobiernos y desde allí generar políticas contra gobiernos que no le caen bien”.

El martes fue detenido el yerno de Edmundo González mientras llevaba sus hijos al colegio. Enrique Márquez, quien participó como candidato en las pasadas elecciones y se negó a reconocer el triunfo de Maduro, también fue apresado.

En octubre el presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, adelantó que debería aprobarse una ley que impida la participación en los próximos eventos electorales a quienes hayan desconocido los resultados emitidos por el Consejo Nacional Electoral, bajo total control de Nicolás Maduro.

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Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello, escribe en un análisis para Americas Quaterly que esta amenaza “confirma el carácter excluyente de las elecciones que se avecinan, lo que pone fin a toda posibilidad de contiendas competitivas y libres”.

Agrega que “este es un resultado previsible del control del gobierno sobre las instituciones y su incapacidad para competir y legitimarse electoralmente. Es también lo que ocurrió con otras autocracias electorales en circunstancias similares, como Rusia, Bielorrusia y Nicaragua”.

Maduro resaltó en la toma de posesión que este año “vienen tres elecciones muy importantes para la estabilidad, la paz y la tranquilidad”, refiriéndose a las elecciones de alcaldes, gobernadores y diputados.

Añadió que firmará el decreto para crear una comisión que inicie el proceso de reforma de la Constitución para profundizar la democracia y “actualizar los postulados de la Constitución sobre la nueva economía, la nueva sociedad”.

El mandatario rechazó sin una mención expresa los señalamientos de fraude: "Digan lo que quieran decir, hagan lo que quieran hacer, pero esta toma de posesión constitucional no la pudieron impedir y es una gran victoria de la democracia venezolana”.

Alineamiento en el ejército, fisura en el respaldo popular

Si bien Maduro ha demostrado habilidad para mantener la lealtad del ejército y los cuerpos policiales, en la firmeza del poder apareció una fisura: el chavismo perdió el respaldo popular y todo indica que la oposición, encabezada por María Corina Machado, la carismática líder inhabilitada para postularse en las elecciones presidenciales de julio, cuenta con el apoyo de la mayoría.

Dirigentes opositores afirman que si Machado es capaz de movilizar a los venezolanos y mantener la presión en las calles, el respaldo de las Fuerzas Armadas y los cuerpos policiales será puesto a prueba.

En los mandos medios han surgido señales de descontento. De acuerdo con la organización Foro Penal, actualmente permanecen detenidos 162 militares que forman parte de la lista de presos políticos.

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“A pesar de los adornos ceremoniales que veamos esta semana y la posible profundización de la represión, la evidencia sugiere que Maduro no logrará su objetivo de pasar la página y devolver a Venezuela a un clima de normalidad en los próximos meses”, señala Benigno Alarcón en su análisis.

María Corina Machado afirmó en un video difundido en sus redes sociales que “hoy 10 de enero Maduro consolida un golpe de Estado (..) y viola la Constitución flanqueado por los dictadores de Cuba y Nicaragua. No se puso la banda en el pecho se la puso en el tobillo como un grillete que cada día le apretará más”.

“Todos sabemos que a partir de hoy arreciará aún más la presión hasta hacerle entender a Maduro que esto se acabó”, dijo Machado y añadió que “no podrá gobernar a la fuerza a una Venezuela que decidió ser libre (…) Maduro consolidó el golpe de Estado y la violación a nuestra constitución, es hora de hacer lo que sea necesario para restituirla”.

Edmundo González aseguró de manera reiterada que el 10 de enero estaría en Caracas para juramentarse como presidente. Maduro respondió durante su discurso en tono burlón: “Estoy esperando que llegue, estoy nervioso”.

María Corina Machado explicó que “Edmundo vendrá a juramentarse como presidente cuando las condiciones sean las adecuadas. En su paranoia delirante el régimen no solo ha cerrado el espacio aéreo sino que ha activado el sistema de defensa aérea, hemos evaluado esto y decidimos que no es conveniente que ingrese a Venezuela, le he pedido que no lo haga porque su integridad es fundamental”.

El costo de la ilegitimidad en Venezuela

Gracias a la eliminación del control de cambio, la regulación de precios y la libre circulación del dólar la economía tocó fondo y comenzó un crecimiento lento, concentrado en actividades que generan poco empleo y bajos salarios: la remuneración promedio de los obreros en la industria privada es de 223 dólares, mientras que la canasta básica de alimentos para una familia de cinco miembros cuesta 500 dólares.

La ilegitimidad de Maduro se traducirá en que el gobierno seguirá sin acceso al crédito de los organismos multilaterales y sin posibilidad de reestructurar la deuda externa para acceder al crédito internacional.

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Trump podría eliminar la licencia que le permite a Chevron producir y exportar petróleo desde Venezuela. ¿Lo hará?

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Otro factor relevante es que Donald Trump, quien asumirá la presidencia de Estados Unidos el próximo 20 de enero, podría eliminar la licencia que le permite a Chevron producir y exportar petróleo desde Venezuela, algo que golpearía la caja en dólares del gobierno.

María Isabel Puerta destaca que países aliados que han sido clave para evadir sanciones y amortiguar sus impactos están debilitados. “Irán está golpeado por el enfrentamiento con Israel, Rusia está en guerra con Ucrania, la economía de China está creciendo menos y Turquía tiene otras prioridades relacionadas a sus ambiciones de liderazgo regional”.

Pero Maduro se muestra victorioso, el poder sigue en sus manos y fue investido para el período 2025-2031. Sobre un ejemplar original de la Constitución firmada por el expresidente Hugo Chávez juró para el nuevo mandato asegurando que se inicia el “periodo de la paz, la prosperidad y la nueva democracia”.

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