Tras conseguuir el apoyo europeo, el presidente de Ucrania regresó a su país después de un altercado en la Casa Blanca. ¿Qué está ocurriendo ahora?
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, está de regreso en Kyiv después de tres días frenéticos, que comenzaron con un tenso enfrentamiento público en la Casa Blanca con Donald Trump y su vicepresidente, JD Vance, el viernes.
Zelensky encontró una bienvenida más cálida en Reino Unido el fin de semana, donde fue recibido por el primer ministro, Keir Starmer, visitó al rey Carlos III, y recibió una fuerte muestra de apoyo de los líderes europeos reunidos en una cumbre el domingo en Londres, en un marcado contraste con la disputa frente a las cámaras en Washington, DC.
En la cumbre, los gobernantes abordaron el complejo momento que enfrenta Ucrania ante las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia para poner fin a la guerra iniciada hace tres años por Moscú, y acordaron un plan de cuatro puntos para apoyar a Kyiv en la búsqueda de una salida al conflicto.
El plan, respaldado además por Turquía y Canadá, confirma el mantenimiento de la ayuda militar a Ucrania mientras la guerra continúe y el aumento de la presión económica sobre Rusia.
Además, establece que cualquier paz duradera debe garantizar la soberanía y seguridad de Ucrania.
Tras el encuentro europeo de alto nivel, este lunes la diplomacia internacional continúa moviéndose vertiginosamente. Donald Trump ha vuelto a arremeter contra Zelensky, diciendo: "este tipo no quiere que haya paz".
Mientras la tensión internacional continúa, aquí te explicamos cómo quedan Zelensky, Trump y Europa tras las frenéticas jornadas de disputas y negociaciones.
El Salón Oval de la Casa Blanca fue el escenario de una agitada discusión entre Zelensky, Trump y su vicepresidente Vance, ante las cámaras de televisión.
En lo que parecía ser una reunión destinada a sellar un acuerdo, los participantes terminaron subiendo el tono de la voz y lanzando recriminaciones mutuas en una escena impredecible que concluyó sin pacto alguno.
Se suponía que iban a firmar un acuerdo para que Estados Unidos participe en la explotación de los minerales valiosos que tiene Ucrania, como contraprestación por el apoyo que Washington le ha prestado a Kyiv desde la invasión rusa de 2022.
Pero las cosas se salieron rápidamente de control. Trump y Vance le recriminaron al mandatario ucraniano que no diera las gracias por el apoyo que le ha brindado EE.UU. durante la guerra y le dijeron que, sin las armas estadounidenses, la guerra con Rusia no habría durado más de dos semanas.
"Su pueblo es muy valiente, pero o hace un trato o nos salimos. Y si nos salimos, luchará por su cuenta", le dijo Trump a Zelensky.
"Fue una reprimenda pública al líder ucraniano por parte de Donald Trump y el vicepresidente JD Vance", dijo Tom Bateman, corresponsal de la BBC en el Departamento de Estado.
El presidente estadounidense había propuesto un acuerdo para que su país explote las reservas de tierras raras y metales valiosos que tiene Ucrania.
Zelensky se mostró favorable a ese pacto a condición de que contenga también ciertas garantías de seguridad para Ucrania de parte de EE.UU., con el fin de evitar la posibilidad de que Putin decida volver a atacar su país después de terminada la guerra.
Cuando Zelensky insistió en lo importante que es contar con esas garantías de seguridad, el tono de la reunión cambió y Vance comenzó a reclamarle por no haber sido lo suficientemente agradecido con EE.UU. y lo acusó de actuar de forma "irrespetuosa".
A partir de allí, la cosas fueron cuesta abajo y Trump lo acusó de "jugar con la Tercera Guerra Mundial".
Tras recibir el apoyo de los líderes europeos el domingo, el mandatario ucraniano dijo que un acuerdo para poner fin a la guerra entre su país y Rusia "está todavía muy, muy lejos".
También Zelensky dijo que el vínculo con EE.UU. continuará porque "es más que una relación ocasional", refiriéndose al apoyo de Washington durante los últimos tres años de guerra.
"Creo que Ucrania tiene una asociación lo suficientemente fuerte con los Estados Unidos de América" para mantener el flujo de ayuda, señaló en una reunión informativa antes de salir de Londres.
Esos comentarios encendieron una vez más la molestia de Trump, quien este lunes publicó un mensaje en su red social Truth.
"¡Es la peor declaración que Zelensky podría haber hecho y Estados Unidos no tolerará esto por mucho más tiempo!", escribió Trump.
"Este tipo no quiere que haya paz mientras tenga el apoyo de Estados Unidos y, Europa, en la reunión que tuvieron con Zelensky, declaró rotundamente que no pueden hacer el trabajo sin Estados Unidos", agrega el mensaje.
Este es el último capítulo, hasta ahora, tras un fin de semana muy ajetreado a partir del incidente en el Salón Oval.
En una aparición en Fox News, horas después de salir de la Casa Blanca, Zelensky comentó que la confrontación fue una "situación realmente difícil" y aprovechó la oportunidad para agradecer a los estadounidenses y a Donald Trump.
Por otro lado, se abstuvo de ofrecer una disculpa directa a pesar de los llamados de los legisladores estadounidenses para que lo hiciera.
En una serie de publicaciones en las redes sociales el sábado por la mañana, Zelensky dijo que Ucrania y Estados Unidos deben ser "honestos y directos entre sí" para entender sus objetivos compartidos, y expresó que quiere que Estados Unidos "se mantenga más firme" de su lado.
Si bien Trump no ha comentado directamente sobre el furioso intercambio verbal, la mayoría de las figuras republicanas han expresado su apoyo a Trump y Vance.
El asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, que estaba en el Salón Oval durante la acalorada reunión del viernes, comparó al líder ucraniano con una "exnovia", mientras que el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, pidió la renuncia de Zelensky.
Sin embargo, el congresista republicano moderado de Nebraska Don Bacon dijo que era "un mal día para la política exterior de Estados Unidos" y la senadora por Alaska Lisa Murkowski dijo que se siente "enferma porque el gobierno parece estar alejándose de nuestros aliados y abrazando a Putin".
Poco después de que Zelensky abandonara la Casa Blanca el viernes por la noche, se sucedieron en Europa las publicaciones en redes sociales en apoyo al presidente ucraniano.
Entre las notables excepciones se encuentran la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que quiere preservar sus excelentes relaciones con el gobierno de Trump, y el primer ministro húngaro, Viktor Orban, que elogió a Donald Trump por "defender valientemente la paz".
Cuando llegó la cumbre de Londres el domingo, había una sensación de que las palabras de apoyo debían ir seguidas de acciones concretas, y la mayoría de los líderes se cuidaron de destacar que todavía consideraban esencial el apoyo de Estados Unidos.
Al final de la cumbre, Starmer esbozó el plan de paz de cuatro puntos que incluye la continuación de la ayuda militar a Ucrania, el compromiso de que Ucrania esté presente en las conversaciones de paz, el aumento de las capacidades de defensa de Ucrania para disuadir futuras agresiones rusas y el desarrollo de una "coalición de los dispuestos" para defender a Ucrania, incluido el envío de tropas a ese país.
Starmer dijo que la idea de enviar tropas a Ucrania -que incluiría soldados en el terreno y aviones en el aire- tiene el respaldo de varias partes, pero tuvo cuidado en dejar que cada país discutiera el asunto internamente.
Los países escandinavos ya han señalado que estarían abiertos a la idea. La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, dijo que mantiene una "mente abierta" sobre la propuesta, mientras que el sueco Ulf Kristersson dijo que su país está dispuesto a proporcionar a Ucrania garantías de seguridad, si cuenta con el respaldo de Estados Unidos.
La italiana Giorgia Meloni preferiría impulsar otra cumbre que incluya a Estados Unidos antes de discutir un contingente europeo en Ucrania, una posibilidad que, según ella, la "desconcierta".
Y Polonia -que ha sido durante mucho tiempo uno de los partidarios más vocales de Kyiv- ya ha descartado el envío de soldados, aunque puso pocos límites a la ayuda humanitaria y militar a Ucrania.
Los líderes europeos tendrán ahora unos días para digerir los últimos acontecimientos antes de volver a reunirse en Bruselas el jueves para una reunión especial sobre defensa, en la que la jefa de la Comisión, Ursula von der Leyen, presentará lo que ha llamado "un plan integral sobre cómo rearmar Europa".
Aunque Vladimir Putin no ha hecho comentarios oficiales sobre el encuentro en Washington, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores del Kremlin, Maria Zakharova, dijo que fue un "completo fracaso diplomático de Kyiv".
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, añadió sus críticas a la cumbre de Londres sobre Ucrania.
"Allí se hicieron declaraciones sobre la necesidad de aumentar la financiación para Ucrania con carácter de urgencia. Obviamente, esto no forma parte de un plan de paz, sino que se hace para continuar la lucha", dijo Peskov.
"El resto dependerá de qué tipo de planes de paz se elaboren y se presenten para su debate. Cualquier apoyo e iniciativa constructivos a este proceso serían bienvenidos ahora".
Al comentar la respuesta a la guerra en términos más generales, Peskov también sugirió que "el Occidente colectivo ha comenzado parcialmente a perder su colectividad".
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FUENTE: BBC
