Por qué Zelenski no renunciará a Crimea para lograr la paz con Rusia
El presidente de Ucrania ha enfurecido a Trump reiterando que su país no aceptará que Rusia se quede con la península.
25 de abril 2025 - 11:37hs
Zelensky enfureció a Trump cuando insistió en que no negociará la cesión de Crimea a Rusia. Getty Images
En febrero de 2014, cuando misteriosos comandos enmascarados con uniformes verdes no identificados tomaron el Parlamento de Crimea y se desplegaron por toda la península, Vladimir Putin negó inicialmente tener nada que ver.
Esos "hombrecitos verdes" marcaron el inicio de la guerra de Rusia contra Ucrania, que culminó con la invasión a gran escala de 2022.
El futuro de Crimea se encuentra ahora en el centro del plan de paz del presidente estadounidense Donald Trump y ha llevado al líder ucraniano, Volodymyr Zelensky, a descartar el reconocimiento del control ruso sobre la península.
Los términos exactos del plan de Trump no se han publicado, pero varias informaciones sugieren que incluiría el reconocimiento legal por parte de Estados Unidos de la pertenencia de Crimea a Rusia.
Para Trump, Ucrania "perdió hace años" esta península meridional y "ni siquiera es parte de la discusión" en las conversaciones de paz.
Pero para Zelensky renunciar a Crimea como parte indivisible de Ucrania sería inaceptable.
En palabras de la diputada de la oposición Iryna Gerashchenko, "la integridad territorial y la soberanía son una línea roja para Ucrania y los ucranianos".
Trump señaló que "si [Zelensky] quiere Crimea, ¿por qué no lucharon por ella hace 11 años cuando fue entregada a Rusia sin que se disparara un solo tiro?".
Lo cierto es que se dispararon pocos tiros, pero Crimea fue tomada a punta de pistola durante un vacío de poder.
Putin admitió más tarde haber tramado la apropiación del territorio en una reunión que duró toda la noche con sus funcionarios días después de que el líder prorruso de Ucrania, Víktor Yanukóvich, fuera derrocado en Kyiv.
"Hombrecillos verdes" sin identificar tomaron el control en Crimea en 2014.
Crimea, un obstáculo difícil de sortear para Trump
Para un líder estadounidense con prisa por asegurar un acuerdo de paz, Crimea podría convertirse en un gran obstáculo.
Trump tiene razón en que hay pocas posibilidades de que Ucrania recupere Crimea en un futuro próximo y, de facto, está bajo control ruso. Pero eso dista mucho de reconocer ese hecho como legal.
Zelensky señala la "declaración de Crimea" de 2018 suscrita por el entonces Secretario de Estado de Trump, Mike Pompeo.
Pompeo dijo que Estados Unidos rechazaba "el intento de anexión de Crimea por parte de Rusia" y se comprometió a continuar haciéndolo hasta que se restaurara la integridad territorial de Ucrania.
Lo que Zelensky intenta decir es que Trump respaldó a Ucrania entonces, y debería mantener esa postura sobre Crimea ahora.
Si Estados Unidos reconoce como legal la apropiación de un territorio de un estado por la fuerza de otro, ¿qué significaría eso para el derecho internacional y los principios de la Carta de la ONU?
Semanas después de que comenzara la invasión a gran escala de Rusia en 2022, hubo una propuesta inicial en Estambul para aparcar el tema, de modo que Rusia y Ucrania intentaran resolverlo en los próximos 10-15 años.
La idea no se consolidó, pero era una forma de superar ese obstáculo.
La Constitución ucraniana ata a Zelensky
Trump y su vicepresidente, JD Vance, se han mostrado frustrados con Zelensky.
Zelensky fue categórico al afirmar que no tiene poder para renunciar a Crimea: "Aquí no hay nada de qué hablar. Esto va en contra de nuestra Constitución".
El artículo 2 de la Constitución establece que la soberanía de Ucrania "se extiende por todo su territorio" que "dentro de su frontera actual es indivisible e inviolable".
Cualquier cambio en el territorio de Ucrania debe someterse a un referéndum nacional que debe ser autorizado por el Parlamento ucraniano.
No es solo el presidente Trump quien tiene problemas con Kyiv. Rusia también ve la Constitución ucraniana como un "obstáculo" para los esfuerzos de paz.
Las Constituciones pueden cambiarse, pero eso no es posible en Ucrania mientras el país esté bajo la ley marcial.
Aprobar la anexión ilegal de Rusia no solo sería cruzar una línea roja para Ucrania, sino que sentaría un precedente aterrador para países que bordean el Mar Negro, como Rumanía.
Las implicaciones de un precedente así se sentirían mucho más allá del mar Negro.
¿Tiene derecho Rusia a reclamar Crimea?
Vladimir Putin organizó un concierto en Moscú para celebrar el aniversario de la anexión de Crimea.
Por razones históricas, los rusos han considerado durante mucho tiempo a Crimea como parte de su territorio y Putin ha hablado de un "vínculo vivo e inquebrantable" con la península, caracterizada por sus balnearios en el mar Negro y su suave clima veraniego.
Pero Crimea, como el resto de Ucrania, votó por la independencia de la desintegrada Unión Soviética en 1991 y Kyiv permitió a Rusia arrendar a Rusia el puerto de Sebastopol como base para su Flota del mar Negro.
Tras su anexión en 2014, Putin buscó consolidar el control de Rusia sobre Crimea, primero con un puente de 19 kilómetros construido sobre el estrecho de Kerch en 2018 y luego capturando un puente terrestre a lo largo de la costa del mar de Azov en 2022.
Para él, se trataba de corregir el perjuicio causado a Rusia en 1954, cuando el líder soviético Nikita Jruschov transfirió Crimea a Ucrania. Putin cree que Rusia fue entonces "saqueada".
La primera anexión de Crimea por la Rusia zarista se produjo en 1783, en el reinado de Catalina la Grande, y en su mayoría formó parte de Rusia hasta la decisión de Jruschov.
Rusia y Ucrania eran ambas repúblicas soviéticas, por lo que no fue un gran problema para el Kremlin en 1954.
Más de la mitad de la población de Crimea era rusa, en gran parte porque la población original de tártaros de Crimea fue deportada bajo el dictador soviético Stalin en 1944.
Los exiliados tártaros solo pudieron regresar a Crimea a partir de 1989, cuando la Unión Soviética se desmoronaba, y ahora constituyen alrededor del 15% de la población de Crimea.
Rusia organizó rápidamente un referéndum en marzo de 2014, pero fue rechazado como una farsa por la comunidad internacional y la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución que respaldaba la soberanía ucraniana.
La Corte Penal Internacional dictaminó que la actividad de Rusia en Crimea equivalía a una "ocupación en curso".
Refat Chubarov, presidente del Mejlis, un organismo que representa a los tártaros de Crimea, ha insistido en que Ucrania debe rechazar categóricamente cualquier concesión territorial a cambio de paz.
"Crimea es la patria del pueblo indígena tártaro y una parte integral de Ucrania", dijo.
Rusia no ha detenido sus bombardeos sobre Ucrania, que han dejado decenas de muertos en las últimas semanas.
Crimea podría no ser el único problema
Los detalles del plan de paz de Trump aún no se conocen, pero según varios informes y declaraciones de funcionarios estadounidenses, se requeriría que Ucrania acepte otras condiciones difíciles.
La ocupación rusa de casi el 20% de Ucrania sería reconocida de facto detrás de las líneas del frente existentes, congelando efectivamente el conflicto en cuatro regiones ucranianas: Donetsk, Luhansk, Jersón y Zaporiyia.
Según el medio estadounidense Axios, eso estaría respaldado por una "garantía de seguridad sólida", presumiblemente respaldada por la "coalición de los dispuestos" que promueve el gobierno británico e incluiría a Francia y quizá a otros países europeos, pero no a Estados Unidos.
También se establecería el compromiso de no admitir a Ucrania en la OTAN, aunque sí podría unirse a la Unión Europea.
Se levantarían todas las sanciones estadounidenses a Rusia y se mejoraría la cooperación económica con Estados Unidos.
Axios también sugiere que Rusia devolvería una pequeña área de Járkov ocupada y permitiría a Ucrania el "paso sin obstáculos" por el río Dniéper, mientras que Estados Unidos se haría cargo de la planta de energía nuclear en Zaporiyia tomada por Rusia en 2022.
Y luego está un acuerdo entre Estados Unidos y Ucrania para compartir las ganancias de los minerales ucranianos, que se espera que el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, selle con Estados Unidos antes del sábado.
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