El abogado del multimillonario, Marc Toberoff, confirmó que presentó este lunes a la junta directiva de la empresa tecnológica la oferta por "todos los activos" de la compañía.
Esta oferta es el último giro de una larga batalla entre Musk, el hombre más rico del mundo y mano derecha del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el director ejecutivo de Open AI, Sam Altman, sobre el futuro de la nueva empresa que está en el centro del auge de la inteligencia artificial (IA).
En respuesta, Altman publicó en X, la red social de Musk: "No, gracias, pero compraremos Twitter por US$9.740 millones, si quieres".
A OpenAI se le atribuye el mérito de haber contribuido a la ampliación del acceso de las herramientas de inteligencia artificial y de haber generado enormes inversiones en el sector.
Musk y Altman cofundaron la start-up en 2015 como una empresa sin fines de lucro, pero la relación se ha agriado desde que el jefe de Tesla y X dejó la empresa en 2018.
Altman estaría reestructurando la compañía para convertirla en una entidad con fines de lucro, quitándole su junta directiva sin fines de lucro.
Este movimiento, según Musk, implica que la compañía ha abandonado su misión fundadora de desarrollar IA para el beneficio de la humanidad.
Pero OpenAI argumenta que su transición a una empresa con fines de lucro es necesaria para asegurar el dinero para desarrollar los mejores modelos de inteligencia artificial.
Menos de lo esperado
La oferta para adquirir OpenAI cuenta con el respaldo de la empresa de inteligencia artificial de Musk, xAI, así como de varias empresas de capital privado, incluidas Baron Capital Group y Valor Management.
"Es hora de que OpenAI vuelva al código abierto, una fuerza centrada en la seguridad para el bien como lo fue alguna vez", dijo Musk en un comunicado.
La oferta de US$97.400 millones es mucho menor que los US$157.000 millones en que se valuó la compañía en su última ronda de financiación en octubre pasado. Las conversaciones sobre una nueva ronda de financiación la valoran ahora en US$300.000 millones.
En un comunicado, Toberoff dijo que el consorcio estaría "preparado para considerar igualar o superar" cualquier posible oferta más alta.
El director ejecutivo de Open AI, Sam Altman, rechazó en X la oferta de Musk.
"Como cofundador de OpenAI y líder de la industria tecnológica más innovadora y exitosa de la historia, Musk es la persona mejor posicionada para proteger y hacer crecer la tecnología de OpenAI", agregó el abogado de Musk, en su nombre y en el de otros inversores.
El creador de ChatGPT también se está vinculado con otro gigante tecnológico estadounidense, Oracle, una empresa de inversión japonesa y un fondo soberano emiratí que buscan invertir US$500.000 millones en infraestructura de inteligencia artificial en Estados Unidos.
La nueva empresa, llamada The Stargate Project, fue anunciada hace unos días en la Casa Blanca por el presidente Donald Trump, quien la calificó como "el proyecto de infraestructura de IA más grande de la historia con diferencia" y dijo que ayudaría a mantener "el futuro de la tecnología" en Estados Unidos.
Musk, a pesar de ser un importante asesor de Trump, ha dicho que la empresa "en realidad no tiene el dinero" que se ha comprometido a invertir, aunque no ha proporcionado ningún detalle o prueba de sus comentarios.
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