Boeing llegó a un acuerdo en principio con el sindicato sobre una propuesta para aumentar los salarios y mejorar las condiciones laborales de sus trabajadores, que se encuentran en huelga hace más de un mes. El conflicto provocó la paralización de gran parte de la producción en la principal compañía exportadora de Estados Unidos, afectada por problemas de seguridad y financieros
"Con la ayuda de la secretaria de Trabajo en funciones de EEUU, Julie Su, hemos recibido una propuesta negociada y una resolución para poner fin a la huelga, que merece la pena presentar a los miembros y es digna de su consideración", señaló el sábado en un comunicado el sindicato IAM-District 751, que representa a unos 33.000 trabajadores en huelga. La propuesta será sometida a votación el próximo miércoles.
Este acuerdo contempla un aumento salarial del 35% en cuatro años y una suba de la prima de contratación, a 7.000 dólares por trabajador. Previamente, la compañía había ofrecido entre el 25% y el 30%, mientras que el sindicato reclamaba un incremento del 40%, tras una década de estancamiento salarial y ante la inflación registrada en los últimos años.
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"Esperamos con impaciencia el voto de nuestros empleados sobre esta propuesta negociada", respondió el sábado el fabricante de aviones a la agencia AFP.
La secretaria Su se había reunido esta semana en Seattle con representantes de la compañía y del sindicato, en un claro indicio del interés de la administración de Biden de resolver el conflicto, por su impacto en la economía, a pocas semanas de las elecciones.
El impacto de la huelga
La huelga, la primera en 16 años en la empresa, comenzó el 13 de septiembre y paralizó las dos principales fábricas del grupo: la de Renton, que produce el 737, su avión más vendido, y la de Everett, que fabrica el 777, el 767 y varios aparatos militares.
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Boeing produce el 737 Max en la fábrica de Renton, en Washington
AFP
La paralización detuvo la producción de aviones en un momento en el que la compañía arrastra problemas tras el incidente registrado por un 737 MAX 9 de Alaska Airlines en pleno vuelo a comienzos del año. Se da además en medio de una difícil situación económica para el fabricante de aviones, tras los accidentes de sendos 737 MAX 8 en 2018 y 2019, que se cobraron la vida de 346 personas, y por gran cantidad de problemas de calidad de producción.
La decisión de los trabajadores se conocerá el mismo día en que la compañía presentará sus datos trimestrales. El fin de la huelga representaría una buena noticia para su directora ejecutiva, Kelly Ortberg, que asumió el cargo en agosto. En las últimas semanas, Boeing anunció numerosas medidas para preservar y reponer su flujo de caja, entre ellas el despido de 17.000 personas, que representan alrededor del 10% de su plantilla.
Según una estimación difundida el viernes por el Anderson Economic Group (AEG), las cinco semanas de huelga costaron un total de 7.600 millones de dólares en pérdidas directas, incluidos al menos 4.350 millones de dólares para Boeing y 1.770 millones de dólares para sus proveedores.
