En su tercer intento, el Congreso aprobó finalmente en la madrugada del sábado un plan de gastos que evita la parálisis del gobierno. El proyecto de ley, que surgió de un acuerdo bipartidista, recibió luz verde de ambas cámaras al borde del plazo y garantiza la financiación del gobierno federal a los niveles actuales hasta mediados de marzo. El texto, sin embargo, no incluye la ampliación del límite de deuda exigida por el presidente electo Donald Trump, que había hecho fracasar una versión anterior.
"Este es un buen resultado para el país", dijo el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, después de la votación en la cámara baja, y agregó que había hablado con Trump y que el presidente electo estaba "ciertamente feliz con este resultado también".
La Cámara de Representantes aprobó por 366 votos a favor y 34 en contra el plan de gastos, que prevé más de 100.000 millones de dólares de ayuda para regiones recientemente castigadas por catástrofes naturales. El Senado lo refrendó (85-11) poco después de la hora límite, prevista para la medianoche. Si para entonces no había proyecto de ley, el gobierno debía haber iniciado un cierre parcial que implicaba interrumpir la financiación para todo, desde la vigilancia fronteriza hasta los parques nacionales y cortar los pagos de los sueldos de más de dos millones de trabajadores federales.
"Las agencias no van a cerrar y podrán continuar con sus operaciones normales", escribió Emilie Simons, la subsecretaria de Prensa de la Casa Blanca, en una publicación en la red social X.
La intervención de Trump y Musk
El Congreso puso fin así a una secuencia tumultuosa de varios días en la que se implicaron Trump y Elon Musk y que anticipa los posibles conflictos que tendrá el nuevo presidente para avanzar con su agenda a partir del 20 de enero, pese a que ambas cámaras estarán controladas por los republicanos. La ajustada mayoría en la cámara baja significa que cualquier división dentro del GOP podría hacer fracasar las iniciativas del gobierno.
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AFP
El proyecto de ley aprobado fue el tercero que se sometió a consideración de los legisladores. El primero, alcanzado por un acuerdo entre ambos partidos, fue bloqueado el miércoles por Trump y Musk, que lo habían calificado de un obsequio despilfarrador a los demócratas. "Maten el proyecto de ley", escribió el dueño de Tesla y SpaceX en su red social X, en un mensaje en el que aseguró que el nivel de gasto que incluía llevaría el país a la "bancarrota".
El jueves se votó un nuevo plan impulsado por el mandatario electo que eliminaba más de 1.000 páginas del original, entre ellas políticas para restringir inversiones estadounidenses en China o nuevas normas para el sector farmacéutico destinadas a reducir los precios de los medicamentos recetados, y contemplaba una ampliación del techo de deuda, pero fue rechazado en la Cámara de Representantes por los demócratas y por 38 republicanos.
Ante esta situación, Johnson se vio obligado a negociar el viernes un plan C, que era prácticamente el mismo que había sido rechazado el día anterior, pero sin la demanda de Trump sobre el techo de deuda.
"El presidente de la Cámara hizo un buen trabajo aquí, dadas las circunstancias", escribió Musk en X antes de la votación, con lo que mostró su respaldo al plan que finalmente fue aprobado.
En la última semana, el magnate había hecho más de 100 publicaciones en la red social en las que criticaba el proyecto anterior que incluían múltiples afirmaciones falsas, consignó la agencia de noticias AP. Entre ellas, aseguró que el plan incluía un aumento del 40% para los legisladores, pero el aumento máximo de salario posible a través de la propuesta habría sido del 3,8%, según el Servicio de Investigación del Congreso.
Lo que le espera a Trump en 2025
Las luchas anteriores sobre el techo de la deuda han asustado a los mercados financieros, ya que un incumplimiento del gobierno de Estados Unidos provocaría shocks crediticios en todo el mundo. El límite ha sido suspendido en virtud de un acuerdo que técnicamente vence el 1 de enero, aunque probablemente los legisladores no tendrán que abordar el tema antes de la primavera.
Cuando regrese a su cargo, Trump pretende promulgar recortes de impuestos que podrían reducir los ingresos en 8 billones de dólares en 10 años, lo que aumentaría la deuda sin compensar los recortes de gasto. Ha prometido no reducir los beneficios de jubilación y salud para las personas mayores, que constituyen una gran parte del presupuesto y que se prevé que crezcan dramáticamente en los próximos años.
El último cierre del gobierno tuvo lugar en diciembre de 2018 y enero de 2019 durante el primer mandato de Trump en la Casa Blanca. Los vaivenes también amenazaron con provocar el desplazamiento de Johnson, que fue empujado inesperadamente a la oficina de presidente de la cámara baja el año pasado después de que el flanco derecho del partido derrocara a Kevin McCarthy por un proyecto de ley de financiación del gobierno.