El Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos creció un 2,8% en 2024, según datos publicados por el Departamento de Comercio. El crecimiento estuvo impulsado por el gasto de los consumidores y del gobierno, lo que confirma la fortaleza de la mayor economía del mundo a pesar de un entorno de tasas de interés elevadas.
En el último trimestre de 2024, la economía estadounidense registró una expansión anualizada del 2,3%, en línea con las expectativas del mercado.
El dato refleja una desaceleración tras la expansión del 3,1 % registrada en el trimestre anterior, según los datos publicados este jueves por la Oficina de Análisis Económico (BEA) del Departamento de Comercio.
En comparación con el último trimestre de 2023, el crecimiento del PIB fue del 0,6 %, y en el conjunto de 2024 la economía estadounidense se expandió un 2,8 % respecto a 2023, por debajo del 2,9 % del dato de crecimiento del año previo.
Según los primeros cálculos del PIB del cuarto trimestre y de 2024, publicados por la BEA, la ralentización del crecimiento en el último tramo del año obedeció a la caída de la inversión y las exportaciones.
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Según los cálculos del PIB del cuarto trimestre de 2024, la ralentización del crecimiento obedeció a la caída de la inversión y las exportaciones.
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Consumo e inversión: los pilares del crecimiento
El gasto de los consumidores fue el principal motor de la expansión, respaldado por un mercado laboral sólido, bajos niveles de desempleo y un crecimiento sostenido de los salarios.
Matthew Martin, economista senior de Oxford Economics, destacó el papel clave del consumo: "Los consumidores han sido la base de la economía y el principal motor de un crecimiento resiliente en 2024".
Además, Martin proyecta que esta tendencia continuará en el corto plazo: "Creemos que el ingreso real disponible seguirá creciendo, y eso conducirá a un gasto continuo". Junto con el consumo, el gasto del gobierno y las inversiones privadas también contribuyeron significativamente a la expansión del PIB.
Perspectivas económicas para 2025
A pesar del crecimiento sólido, el contexto de tasas de interés elevadas sigue representando un desafío para la economía estadounidense. La Reserva Federal ha mantenido su política monetaria restrictiva con el objetivo de contener la inflación, lo que podría moderar la expansión económica en los próximos meses.
Sin embargo, la combinación de un mercado laboral fuerte y un consumo sostenido mantiene a EE.UU. en una senda de crecimiento positivo que se proyecta en 2,8% para este año.
¿Se desacelera el crecimiento? El papel de la FED y los aranceles
Pese a la desaceleración respecto al fuerte ritmo del trimestre de julio a septiembre, la economía desafió el año pasado los pronósticos de recesión que surgieron tras las subidas de tipos de interés que la Reserva Federal (Fed) aplicó en 2022 y 2023 para contener la inflación.
Precisamente este miércoles, la Fed rompió el ciclo de recortes iniciado en septiembre pasado y mantuvo los tipos en el rango actual del 4,25 % al 4,5 %, desoyendo la petición pública del presidente estadounidense, Donald Trump, de aplicar nuevas bajadas de forma inmediata.
Trump ha prometido recortar impuestos y reducir regulaciones para acelerar el ya sólido crecimiento económico, una estrategia que cuenta con el respaldo grandes corporaciones de Estados Unidos.
Sin embargo, el sector privado teme que los aranceles anunciados por Trump encarezcan los costos de producción.
Entre otras cosas, Trump ha amenazado con imponer aranceles del 25 % a México y Canadá a partir de mañana, 1 de febrero, en represalia por el flujo de fentanilo y la migración irregular en la frontera.