Los datos macroeconómicos y corporativos en Estados Unidos han sido los grandes protagonistas en las últimas semanas para los inversores. Sin embargo, en algún punto pasaron desapercibidos. ¿Por qué? Todo el mundo está más enfocado en las elecciones donde, según el mayor banco del país, "la incertidumbre es bastante alta". Así, JP Morgan detalló los escenarios sobre tres de los temas electorales de EEUU más importantes para los inversores: la política fiscal, la deuda y el déficit del gobierno, y qué podría suceder si los resultados terminan siendo muy ajustados. Este último es el peor de los escenarios para el banco. "Los mercados pueden odiar la incertidumbre", dice.
El paper del JP Morgan recuerda que, en una elección estándar, el candidato presidencial frecuentemente se confirma la misma noche electoral. Tradicionalmente, Associated Press declara ganadores estado por estado solo cuando está segura de que el segundo candidato ya no tiene opción de ganar en ese estado. Una vez que un candidato acumula 270 votos del colegio electoral, la AP y los medios anuncian el resultado de la contienda.
"Es difícil decir cuándo sabremos quién ha ganado esta próxima elección, y es posible que no tengamos una respuesta clara durante una o dos semanas. En caso de una elección reñida, esperaríamos ver desafíos judiciales y otras acciones legales hasta fin de año", vaticina JP Morgan "Es difícil decir cuándo sabremos quién ha ganado esta próxima elección, y es posible que no tengamos una respuesta clara durante una o dos semanas. En caso de una elección reñida, esperaríamos ver desafíos judiciales y otras acciones legales hasta fin de año", vaticina JP Morgan
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Elecciones pasadas y discutidas
En ciertos casos, se tarda más en contar los votos, o una contienda es demasiado reñida para determinar un ganador. Por ejemplo, AP no declaró ganador durante la noche electoral del año 2000 entre George W. Bush y Al Gore. Su evaluación fue que el margen en Florida era demasiado estrecho para decir quién había ganado. Tomó 35 días para que la Corte Suprema pusiera fin a los recuentos y efectivamente otorgara la victoria a Bush. "Los mercados pueden odiar la incertidumbre, pero incluso en el año 2000 había factores más importantes en juego", dice JP Morgan.
En aquella ocasión, recuerdan, el S&P 500 cayó un 4% desde la noche de las elecciones hasta que la Corte Suprema se pronunciara en diciembre, pero no fue necesariamente la elección lo que causó la venta masiva. "Los mercados de valores estaban lidiando con el estallido de la burbuja tecnológica, y eso se reflejó en los rendimientos. El Nasdaq 100 y el sector tecnológico del S&P 500 se vendieron a doble dígito, mientras que las caídas en otros sectores fueron mucho más moderadas, o en algunos casos produjeron ganancias", señalan.
En 2020, cuando AP tardó cuatro días en declarar un ganador, 10 de los 11 sectores produjeron ganancias. El mercado incluso se recuperó mientras los resultados estaban siendo impugnados en los tribunales, o cuando el proceso electoral sobrevivió a la insurrección armada en el Capitolio.
El pronóstico del JP Morgan
"Es difícil decir cuándo sabremos quién ha ganado esta próxima elección, y es posible que no tengamos una respuesta clara durante una o dos semanas. En caso de una elección reñida, esperaríamos ver desafíos judiciales y otras acciones legales hasta fin de año", vaticina JP Morgan.
¿Qué significa esto para las carteras de inversión? No mucho, según la entidad. "Significa que siga con su plan. La volatilidad está elevada, pero las elecciones ocurren cada cuatro años. Desde 1984, solo ha habido un año electoral en el que el mercado estuvo más bajo 12 meses después de la elección: en 2000, en medio de la burbuja tecnológica. La volatilidad del mercado de valores tiende a disminuir relativamente rápido después de que se confirma la nueva composición del gobierno, y en promedio, las acciones están más altas 12 meses después de la elección. Dicho de otra manera, no debería dejar que una elección modifique sus planes: los resultados electorales no determinan los rendimientos del mercado a largo plazo", sostiene.
Impuestos y deuda, las otras dudas
Otro tema menor, pero a más largo plazo, que desvela a los inversores es la política impositiva. El banco dice que el Congreso necesitará centrarse en la política fiscal el próximo año. A finales de 2025, muchas de las disposiciones de la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos de 2017 (Tax Cuts and Jobs Act, TCJA por sus siglas en inglés) están programadas para expirar.
Si el Congreso no hace nada, las tasas impositivas individuales volverían a los niveles de 2017, la deducción del 20% para los ingresos de pequeñas empresas terminaría, y la exención del impuesto sobre el patrimonio se reduciría a la mitad (de 28,6 millones de dólares a 14,3 millones de dólares para una pareja casada).
Es importante destacar que los recortes de impuestos corporativos incluidos en la TCJA fueron permanentes. En general, si las disposiciones temporales de la TCJA expiran, las tasas impositivas volverían a ser más altas, lo que resultaría en una reducción del 1,8% en el ingreso después de impuestos para todos los hogares de EEUU, así como una reducción del 3,1% para el 1% superior de los ingresos.
"Nosotros creemos que, al menos, una prolongación parcial de la TCJA es probable bajo cualquier posible composición del gobierno. El ex presidente Donald Trump ha propuesto extender todos los recortes de impuestos de 2017. En el caso de la actual vicepresidenta Harris, se ha propuesto una extensión parcial de los recortes, a la vez que sí expirarían para los hogares que ganan al año U$400.000 o más. Por supuesto, la Cámara de Representantes y el Senado tendrán mucho que decir sobre la forma de la política fiscal, por lo que es crucial observar más allá de los resultados de la carrera presidencial", afirma JP Morgan.
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AFP
Déficit y el miedo infundado
"Incluso ahora, estamos enfocados en la eficiencia fiscal de las carteras y la posición de activos en un esfuerzo por mitigar el impacto fiscal. Esto podría volverse aún más importante después de 2025", le avisa a sus clientes la entidad comandada por Jamie Dimon.
La volatilidad está elevada, pero las elecciones ocurren cada cuatro años. Desde 1984, solo ha habido un año electoral en el que el mercado estuvo más bajo 12 meses después de la elección: en 2000, en medio de la burbuja tecnológica. La volatilidad del mercado de valores tiende a disminuir relativamente rápido después de que se confirma la nueva composición del gobierno, y en promedio, las acciones están más altas 12 meses después de la elección La volatilidad está elevada, pero las elecciones ocurren cada cuatro años. Desde 1984, solo ha habido un año electoral en el que el mercado estuvo más bajo 12 meses después de la elección: en 2000, en medio de la burbuja tecnológica. La volatilidad del mercado de valores tiende a disminuir relativamente rápido después de que se confirma la nueva composición del gobierno, y en promedio, las acciones están más altas 12 meses después de la elección
¿Cuánto peor podrían ponerse las cosas con el déficit y la deuda en EEUU? Ninguno de los candidatos ha hecho de la reducción del déficit fiscal de EEUU un tema central de sus campañas. De hecho, el banco cree que el déficit crecerá con independencia de quién termine ganando las elecciones. "Si todas las propuestas políticas de la campaña se hicieran realidad (lo cual es poco probable), el déficit podría aumentar en más de 1 billón en los próximos 10 años bajo Harris, y en casi 4 billones bajo un posible segundo mandato de Trump", detalla.
"Por eso tiene cierto sentido que los rendimientos de los bonos hayan aumentado junto con las probabilidades de una victoria republicana. Sin embargo, creemos que el motor más importante recientemente ha sido el sorprendentemente fuerte crecimiento económico de EEUU, así como los datos del mercado laboral y del consumo. De cara a las elecciones, el Índice del Tesoro de Bloomberg está preparado para registrar su primera pérdida mensual desde abril", sostiene. Aunque JP Morgan ve la trayectoria de la deuda y el déficit como un riesgo, cree que parte del miedo es infundado.