Las agresivas políticas por la guerra comercial de Donald Trump han llevado abruptamente al mundo a una senda de crecimiento más lento y mayor inflación que podría agravarse notablemente si las tensiones aumentan. La advertencia corrió por cuenta de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el club de 38 países ricos con sede en París. La organización recortó sus perspectivas para la mayoría de sus miembros y predijo que el ritmo de expansión global se desacelerará al 3,1% este año y al 3% en 2026.
Con respecto a Estados Unidos, la OCDE dijo que debería aumentar su PIB un 2,2% este año, antes de un 1,6% el año que viene (la más débil desde 2011, aparte del impacto inicial de la pandemia de COVID-19 en 2020). La organización internacional rebajó así en 0,2 y 0,5 puntos, respectivamente, sus previsiones de crecimiento de la economía estadounidense en 2025 y 2026. El crecimiento en Estados Unidos, México y Canadá "se desacelerará a medida que entren en vigor los aumentos arancelarios", advirtió.
La agresividad de las políticas comerciales decididas por Estados Unidos afecta especialmente a sus vecinos, Canadá y México, cuyas previsiones caen en picada: con respecto a diciembre, se dividen casi por tres en Canadá, con un crecimiento previsto del 0,7% en 2025 y caen 2,5 puntos en México, que entrará en recesión este año, según la OCDE.
Claudia Sheinbaum - EFE Isaac Esquivel.avif
Guerra comercial 2.0
El aumento de los costos del comercio también impulsará una inflación más fuerte de lo previsto hace apenas tres meses, lo que obligará a los bancos centrales a mantener políticas restrictivas durante más tiempo, según la OCDE. En muchos países, incluido Estados Unidos, los aumentos de los precios subyacentes se mantendrán por encima de los objetivos de las autoridades en 2026.
El pronóstico es el intento más exhaustivo hasta la fecha de una organización internacional por cuantificar el daño causado por una guerra comercial en rápida evolución. Si bien se esperaba que Trump intensificara las tensiones tras asumir el cargo, la volatilidad y la magnitud de sus amenazas han tomado por sorpresa tanto a los responsables políticos como a los inversores.
La semana pasada, las acciones estadounidenses experimentaron una corrección, con el S&P 500 desplomándose un 10% desde su máximo a mediados de febrero. Trump ha reconocido que el país enfrenta "un período de transición" debido a su intento de reestructurar radicalmente el comercio mundial, pero desestimó la amenaza de una recesión y minimizó la turbulencia del mercado.
El análisis de la OCDE considera las medidas ya adoptadas entre China y EE.UU., así como los aranceles generalizados del 25% impuestos por Washington a las importaciones de acero y aluminio. También se basa en el supuesto de un aumento de 25 puntos porcentuales en los gravámenes sobre los productos canadienses y mexicanos, y una represalia equivalente por parte de esos países.
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Más inflación, también
Los cálculos no consideran ninguna de las otras amenazas de Trump, incluyendo la promesa de aranceles recíprocos globales. El lunes afirmó que cumplirá dicha amenaza el 2 de abril, además de imponer gravámenes sectoriales.
Según una simulación ilustrativa de la OCDE, en la que los aranceles bilaterales se incrementan permanentemente en 10 puntos porcentuales, la producción mundial podría caer alrededor de un 0,3% al tercer año. Señaló que Estados Unidos sufriría un impacto significativo, con una disminución del 0,7% en la producción.
La inflación también sería más fuerte en ese escenario, lo que llevaría a los bancos centrales a endurecer sus políticas y provocaría una revalorización disruptiva en los mercados financieros. Estos riesgos y la mayor incertidumbre implica que las autoridades monetarias deben permanecer atentas a las presiones salariales y de precios, según la OCDE.
“Estamos señalando importantes riesgos a la baja, incluyendo una mayor fragmentación comercial o un aumento de las tensiones comerciales”, declaró el Secretario General de la OCDE, Mathias Cormann, en una entrevista con Bloomberg Television. “Si en el futuro se toman nuevas decisiones en la misma dirección, por supuesto, tendremos que revisar nuestras evaluaciones”, agregó.
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Europa mejor parada para la crisis
Aun así, la OCDE señaló que existen algunos riesgos al alza en sus sombrías perspectivas si se reducen los aranceles y la política se vuelve más estable. Un mayor gasto en defensa, como ha prometido Europa en las últimas semanas, también podría impulsar el crecimiento, aunque aumentaría la presión sobre las finanzas públicas.
Por ahora, las economías europeas se enfrentan a menos efectos directos de las guerras comerciales. Sin embargo, se recortaron las previsiones para la región para reflejar el impacto de la incertidumbre.
China también debería demostrar mayor resiliencia este año, ya que el apoyo de las políticas internas compensa el impacto de los aranceles, pero la OCDE prevé una desaceleración del crecimiento en 2026.
Para lograr una producción económica y un nivel de vida óptimo, “tener mercados globales que funcionen bien y un sistema de comercio basado en reglas que funcione correctamente sigue siendo la mejor receta”, añadió Cormann.