En una aparición conjunta con el presidente electo Donald Trump, el director ejecutivo del Grupo SoftBank, Masayoshi Son, anunció planes para invertir 100.000 millones de dólares en empresas estadounidenses y crear al menos 100.000 nuevos puestos de trabajo en el país. El breve evento de prensa posterior estuvo lleno de elogios mutuos y relativamente escasos en detalles de inversión. ¿Quién es este grupo que apuesta por el republicano?
Trump elogió al magnate japonés Son como “uno de los inversores más exitosos del mundo” y describió el compromiso como “una demostración monumental de confianza en el futuro de Estados Unidos”. Dijo que la inversión ayudará a garantizar que la inteligencia artificial y otras “industrias del mañana” se construyan y crezcan en Estados Unidos.
Son devolvió los elogios diciendo que está celebrando la victoria electoral de Trump y que su “nivel de confianza en la economía de Estados Unidos ha aumentado enormemente debido a su victoria”. Añadió que su esperanza es que “el presidente Trump vuelva a traer la paz al mundo”.
Un apostador a las startups
El compromiso de SoftBank es una repetición, aunque en una escala doble, de un acuerdo que Son hizo en 2016 después de reunirse con Trump luego de su primera victoria electoral. En ese momento, SoftBank acordó invertir 50.000 millones de dólares en Estados Unidos, con miras a crear 50.000 puestos de trabajo.
SoftBank comenzó a ampliar considerablemente su actividad de inversión inicial en 2017, con su innovador SoftBank Vision Fund. El fondo tenía como objetivo invertir 100 millones de dólares en nuevas empresas a nivel mundial. Un par de años más tarde, SoftBank siguió con Vision Fund II.
Las inversiones de SoftBank son una mezcla de aciertos y errores, incluidos muchos nombres icónicos. Lideró rondas para varias empresas emergentes que han tenido un papel transformador en sus industrias, incluidas Uber, Slack y DoorDash. Puso dinero en docenas de startups en Silicon Valley.
Son acumuló su fortuna al realizar inversiones tempranas en el motor de búsqueda Yahoo y en Alibaba de China, una astuta inversión inicial de 20 millones de dólares en lo que se ha convertido en un imperio de comercio electrónico y finanzas con una capitalización de mercado de más de 200.000 millones de dólares.
Las inversiones de SoftBank
SoftBank tiene inversiones en T-Mobile, Deutsche Telekom, Microsoft, Nvidia y Uber, entre cientos de compañías más que agrupa en sus Vision Funds. El fondo soberano de Arabia Saudita y el fondo nacional de riqueza de Abu Dabi están entre los mayores inversores en esos fondos.
La euforia del mercado de valores y por la inteligencia artificial ha aumentado el valor de sus activos, pero no se sabe si sus inversiones crearán tantos empleos. Sin embargo, también invirtió capital en empresas muy publicitadas que desde entonces cerraron o se declararon en quiebra, incluidas WeWork, Zume y Katerra.
Esta vez, Son asume su compromiso durante un período en el que la inversión en startups en Estados Unidos se mantiene muy por debajo del pico de 2021. Sin embargo, la financiación ha superado sus mínimos, impulsada en gran parte por la adopción por parte de los inversores de las nuevas empresas de inteligencia artificial.
Trump presionó a Son para que duplicara su inversión prevista a 200.000 millones de dólares. Son no prometió hacerlo, pero tampoco lo descartó, diciendo que "intentaría que esto sucediera".
La lección que dejó WeWork
¿Quién es este magnate japonés que apuesta por Trump? Son fundó SoftBank en la década de 1980 como una operadora de telecomunicaciones, y la expandió hasta incorporarla en áreas como la energía renovable y las empresas tecnológicas. Figura destacada en el mundo empresarial de Japón, fue uno de los primeros creyentes en internet e invirtió miles de millones de dólares en startups de Silicon Valley y otras compañías tecnológicas.
Son tiene un origen humilde. Mientras estaba en la Universidad de California, en Berkeley, inventó un traductor de bolsillo que vendió por un millón de dólares al fabricante de electrónicos japonés Sharp Corp. Hizo carrera al asumir riesgos e impulsar la adopción de servicios de banda ancha cuando internet aún era relativamente nuevo en Japón. Su adquisición por 20.000 millones de dólares de la operadora de telefonía móvil estadounidense Sprint Nextel Corp en 2012 fue la mayor adquisición extranjera de Japón en ese momento.
Son toma con filosofía sus errores, como la inversión de 18.500 millones de dólares de SoftBank en el proveedor de espacios de trabajo compartido WeWork, que solicitó protección por bancarrota el año pasado.
SoftBank también invirtió en la fallida compañía de robots para hacer pizzas Zume. Pero el empresario es astuto: el gasto relacionado con SoftBank en hacer lobby y donaciones a políticos y partidos de Estados Unidos asciende a miles de millones de dólares. Y las dos veces que Trump ganó las elecciones, Son fue uno de los primeros en mostrarle su apoyo.