Donald Trump fue electo como el presidente 47 de Estados Unidos, en una votación con resultados únicos. Sí, hace mucho tiempo el país estadounidense no vivía una ola roja tan fuerte como la del 5 de noviembre de 2024.
Para ganar la contienda presidencial se necesitan 270 colegios electorales, pero Trump se hizo con más de 300. Ganando en los famosos estados péndulo, como Arizona, Nevada y el mismo Pensilvania que le dio la entrada a la Oficina Oval de nuevo. Contando así como el primer gran triunfo de los republicanos de la noche.
El sistema electoral de EEUU termina siendo una democracia indirecta que no siempre se entiende en hispanoamérica, por casos como el del 2016 en el que Hillary Clinton ganó el voto popular pero por los colegios electorales resultó siendo Trump el presidente número 45.
Pero 8 años después, el republicano ganó este voto popular con el apoyo de más de 74 millones de estadounidenses. Una segunda victoria roja en el 2024.
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El voto latino fue decisivo en el triunfo de Trump en estados como Texas, Arizona y Pensilvania.
Pero Donald Trump no es la única estrella republicana de la jornada, ya que el partido se hizo con las mayorías de Senado y la Cámara de representantes. En esta contienda el partido de tendencia conservadora ganó 4 sillas más en Senado y otras 2 más en la Cámara. Lo que le da los 53 senadores que configuran la mayoría en la cámara alta, aunque para que tengan mayoría en la Cámara de representantes cualquier partido necesita 218 sillas, los republicanos están muy cerca con sus 212 representantes al cierre de redacción de este escrito.
El futuro de América Latina con Trump en La Casa Blanca
Con este panorama es claro que Estados Unidos dijo sí a “Hacer América Grande De nuevo” ¿Pero qué opinan los vecinos del continente? O ¿qué futuro le espera a una América Latina con predominancia progresista en los gobiernos locales?
Hay presidentes como Gabriel Boric de Chile, Gustavo Petro en Colombia, Claudia Sheinbaum en México o Luiz Inácio Lula Da Silva de Brasil que están del otro lado ideológico de Trump y eso no necesariamente será pan comido para la diplomacia en el continente.
Menos, con una saliente administración Biden – Harris que indirectamente terminó siendo complaciente con faros progresistas de América Latina como la narcodictadura de Nicolás Maduro en Venezuela. El Acuerdo de Barbados no fue más que una artimaña manipuladora que graduó de democrático al usurpador del poder popular de Venezuela. De allí solo salieron fortalecidos Maduro y su grupo de cómplices violadores de Derechos Humanos, quienes bajo la vigilancia de Biden y Harris se robaron las elecciones del electo presidente Edmundo González Urrutia.
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La presidenta Claudia Sheinbaum deberá negociar con Trump dos temas calientes: la migración desde México y los aranceles comerciales.
Yuri CORTEZ / AFP
Otro gobernante que no la tendrá fácil será Gustavo Petro, presidente de Colombia. Porque Donald Trump ya lo advirtió, no será compasivo con los criminales terroristas y guerrilleros, lo que podría afectar el plan de “paz total” del colombiano. Porque a diferencia de la saliente administración, Trump y Vance no habrían removido a las disidencias de las Farc de la lista de terroristas.
Con esta realidad, Estados Unidos podría disminuir los fondos de reconstrucción de país en Colombia para evitar que los dólares de los estadounidenses terminen siendo aprovechados por guerrilleros de grupos como las Farc o cualquier otro criminal que quiera sumarse a la fallida “paz total” de Gustavo Petro.
Además de la tolerancia cero a los grupos criminales, Donald Trump dejó claro que su presidencia tampoco tolerará grupos migratorios descontrolados. Quizá es este el único tema que los medios masivos de comunicación asocian a Trump cuando de América Latina se trata.
Por qué crece el voto hispano hacia Trump
Es claro que el voto hispano en Estados Unidos fue fundamental para la victoria republicana. Porque esos millones de latinos en Estados Unidos se ven afectados negativamente más que cualquiera con la inmigración ilegal descontrolada. Como el caso de los 3.000 migrantes que empezaron su caravana hacia el norte en México apenas ganó Trump.
Y es que el presidente electo de EEUU ya le dijo a Claudia Sheinbaum que hay que arreglar la migración desde México o impondría una tarifa del 25% más a todos los insumos provenientes de ese país. Si la presidente mexicana no ayuda a asegurar la frontera llegarían a tener un gran problema económico al ser Estados Unidos el primer socio comercial de México. Quedó claro que el 25% sería solo el comienzo porque el aumento podría seguir creciendo incluso hasta el 75% en aranceles.
Pero no todo es tan gris para el continente ya que hay quien sí ve con buenos ojos el triunfo de Donald Trump, como el presidente de Argentina, Javier Milei. El libertario será el primer presidente en hablar con Trump apenas a una semana de su victoria. Se encontrarán en la segunda semana de noviembre para asegurar caminos de cooperación y prosperidad para los países.
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Milei se perfile para ser un aliado clave de Trump en la región. En los próximos días se verán nuevamente.
Por supuesto que los dos son muy distintos en sus políticas económicas pero buscan el mismo resultado: MAGA (Make America/Argentina Great Again). Hacer a cada uno de sus países grandes otra vez. Lo que se demuestra con el principal objetivo de los dos en materia económica, disminuir la inflación -tarea titánica en Argentina pero que poco a poco Milei ha conseguido en este primer año en la Casa Rosada-.
Esta segunda presidencia de Trump trae muchos retos y oportunidades para la región, esperemos pronto que este mandato del republicano fortalezca la democracia y libertad en todo el continente americano.