Los resultados de las elecciones mostraron que Trump logró captar una pequeña pero significativa proporción de votantes hispanos: un poco más de la mitad de todos los votantes latinos apoyaron a Kamala Harris, lo que representó una caída para los demócratas, a diferencia del 60% que respaldó a Joe Biden en 2020.
Así, según AP VoteCast, una amplia encuesta realizada a más de 120.000 votantes a nivel nacional, el candidato republicano logró asegurar su base tradicionalmente mayoritaria de votantes blancos y adultos mayores, y expandió ligeramente sus márgenes con otros grupos hasta formar una coalición ganadora.
"El sentimiento predominante entre los latinos es la preocupación por las promesas de campaña de los republicanos” "El sentimiento predominante entre los latinos es la preocupación por las promesas de campaña de los republicanos”
Para la mayoría de votantes, la economía fue el factor más importante en esta elección y la comunidad latina no fue la excepción. “Más del 50% de los latinos votó a los demócratas, pero es cierto que los republicanos tuvieron un margen histórico -explicó Kennedy-. La preocupación por la economía fue un eje que la campaña de Trump pudo identificar hace muchos años y que en estas elecciones ayudó a mejorar sus márgenes con la comunidad”.
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Donald Trump prometió deportaciones masivas de inmigrantes sin papeles y logró cifras récord de apoyo hispano.
La politóloga, profesora universitaria y analista republicana, Ana Milena Zambrano Díaz, disiente con Kennedy. Para ella, el duro discurso de Trump contra los sin papeles lo favoreció especialmente. "Porque esos millones de latinos en Estados Unidos se ven afectados negativamente más que cualquiera con la inmigración ilegal descontrolada", sostiene la analista nacida en Colombia ante El Observador USA. Y ejemplifica: "Se sienten perjudicados por situaciones como la de los 3.000 migrantes que empezaron su caravana hacia el norte en México apenas ganó Trump".
Para intensificar la aplicación de medidas contra los inmigrantes indocumentados, el candidato republicano propuso en su campaña una serie de medidas. Por ejemplo, fortalecer el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EEUU (conocido como ICE), aumentar las sanciones por entrada de indocumentados y estadías vencidas de las visas, y restablecer la política de “Permanecer en México”, que requiere que los solicitantes de asilo esperen en México mientras sus casos se procesan en los tribunales estadounidenses. Además, se espera que se restablezcan medidas como “The Alien Enemies Act” (Ley de Enemigos Extranjeros), “The Travel Ban” (la Prohibición de Viajar) y el uso del Título 42 para reducir los inmigrantes ilegales.
Sobre las sensaciones dentro de la comunidad de latinos indocumentados, Kennedy sostuvo que “los sentimientos no son lineales”. “Obviamente la mayoría se encuentran seriamente preocupados por su situación, pero también hay algunos que sostienen que también hubieran votado a Trump. Esto se explica porque no creen que puedan ser deportados, entonces dicen: ‘yo no soy un criminal, yo vengo acá a trabajar. Los que sí van a ser deportados son los delincuentes’”, señaló.
Katharine Pichardo-Erskine es la directora de Latino Victory, una organización progresista estadounidense que busca impulsar la representación latina en el país. En diálogo con este medio, Pichardo-Erskine sostuvo que "la comunidad latina está sintiendo una mezcla de inquietud y determinación". "A nivel nacional, tuvimos una alta participación política en estas elecciones, sabemos que nuestras voces son poderosas, y los temas económicos tomaron prioridad. Pero, sin duda, hay preocupación, especialmente entre quienes aún no tienen un estatus migratorio regular. El temor a ser separados de sus familias o a enfrentar una deportación masiva donde nuestra gente sea constantemente acosada en sus comunidades y lugares de trabajo", detalló.
"Sabemos que la retórica anti-inmigrante se usará para dividir y crear pánico", alertó la directora de Latino Victory sobre las expectativas para el nuevo mandato de Trump, y agregó: "Él podría intentar usar herramientas legales y políticas para implementar una agenda de deportaciones masivas, tal como lo indica el Proyecto 2025, recurriendo a órdenes ejecutivas o impulsando políticas que buscan aislar y atacar a nuestras comunidades".
Tres dificultades que tiene Trump para una deportación masiva
Para Kennedy, cuando Trump asuma el 20 de enero va a encontrarse con importantes dificultades para realizar la deportación masiva que anunció en campaña. En ese sentido, el vocero de la coalición de inmigrantes de Florida resaltó tres motivos principales: el presupuesto, la oposición de los grandes capitales nacionales y los problemas constitucionales que implica.
"Para cumplir con sus promesas van a tener que convertir los Estados Unidos en un estado cuasi policial” "Para cumplir con sus promesas van a tener que convertir los Estados Unidos en un estado cuasi policial”
“Por un lado, el presupuesto que se va a requerir para ejecutar una operación tan grande como deportar a las 12 millones de personas indocumentadas que se supone hay en el país, va a ser enorme. Para realizar algo del estilo, mínimamente van a tener que aumentar significativamente el presupuesto las agencias de control de inmigración y contratar más agentes federales. Para los republicanos que siempre hablan del déficit y la deuda, vamos a ver cómo esto impacta”, detalló.
Organizaciones inmigrantes en Estados Unidos
Organizaciones de latinos pro-inmigrantes, en una manifestación frente al Capitolio.
“Otro gran factor que va a dificultar sus planes son los intereses de los grandes capitales, es decir la gran industria, el sector hospitalario, el de construcción y el agrícola, que dependen en gran parte de la mano de obra latina, y en muchos casos tienen contratadas a personas indocumentadas o con algún estatus temporario, como el TPS, con H2-1 visas o con asilo”, agregó Kennedy y razonó: “Si a la deportación de mano de obra necesaria, le sumas el aumento de aranceles internacionales que dice que va a ampliar Trump a países como China o México, no me parece que sea la receta para una buena economía, pero bueno, veremos”.
“Además, van a tener además un montón de problemas constitucionales en términos de derechos civiles y conflictos con Estados y municipalidades más liberales. Porque para llevar adelante las detenciones van a tener que hacer redadas en lugares de trabajo, en propiedades privadas, en los hogares de la gente, que no solo son hogares de personas indocumentadas, sino que hay familias de estatus mixto. Entonces para cumplir con sus promesas van a tener que convertir los Estados Unidos en un estado cuasi policial”, concluyó.
¿Cómo se preparan para enfrentar las deportaciones?
A la Administración de Biden le quedan cerca de 100 días de gobierno antes de dejar la Casa Blanca y los migrantes están pidiendo que actúe y apruebe medidas para garantizar su seguridad. Así, diversas organizaciones están reclamando que el gobierno demócrata aproveche la oportunidad para otorgar el estatus legal a miles de personas a través de programas como el de Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) o el de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés).
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Para Kennedy, el cuidado de los republicanos por el orden fiscal chocará con los costos del ambicioso plan de deportaciones de Trump.
En ese sentido, la decisión que tomó la semana pasada el juez federal de Texas de suspender el programa "Parole in Place" (PIP), conocido en español como el plan Manteniendo a las Familias Unidas, fue un golpe duro para los migrantes. El PIP, implementado por la administración de Biden, estaba dirigido a cónyuges de ciudadanos estadounidenses y a sus hijos indocumentados, para darles la posibilidad de quedarse en EEUU sin el riesgo de ser deportados mientras trabajaban en su proceso de residencia.
"Estamos más comprometidos que nunca en asegurarnos de que ningún ataque contra los derechos de la comunidad latina quede sin respuesta" "Estamos más comprometidos que nunca en asegurarnos de que ningún ataque contra los derechos de la comunidad latina quede sin respuesta"
Frente a la amenaza de deportación de millones de personas, Kennedy aseguró que “va a ser fundamental el trabajo en conjunto con iglesias y centros comunitarios, para poder otorgar santuario a personas que necesiten refugio”. “También van a ser claves las redes de aviso y de vigilancia, porque sabemos que van a haber redadas en lugares de trabajo y en hogares. Así vamos a poder protestar las medidas y bloquear las deportaciones y a los colectivos de personas van a buscar gente para llevarlos a centros de detención y centros de deportación”, sostuvo.
“La idea es seguir agitando políticamente y educar al público sobre las consecuencias que tienen estas acciones en la economía y en sus propias vidas. Porque está bien estudiado que cuando hay faltante de mano de obra, como pasa en el estado de Florida, sube la inflación y afecta directo al bolsillo de todos los habitantes”, concluyó.
Por su parte, Pichardo-Erskine aseguró que su estrategia es clara: "Vamos a intensificar nuestros esfuerzos, a asegurarnos de que cada persona que puede votar lo haga, y a construir alianzas estratégicas para proteger a nuestros hermanos y hermanas inmigrantes. Esta es una batalla de resistencia y persistencia, y como comunidad, estamos más comprometidos que nunca en asegurarnos de que ningún ataque contra los derechos de la comunidad latina quede sin respuesta".