30 de marzo 2025 - 10:10hs

Sin una estrategia coordinada, los demócratas parecen incapaces de articular una oposición unificada ante la administración Trump, que avanza veloz en su agenda. En ese contexto, el senador por Vermont Bernie Sanders decidió que el lugar para ocupar eran las calles y tomó la iniciativa, esta vez junto a la congresista de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez (AOC). Bajo el lema “Combatir la oligarquía”, ambos emprendieron una gira nacional que, en los últimos días, reunió a multitudes enojadas no solo con el gobierno republicano, sino también con el liderazgo demócrata, al que acusan de no reaccionar con la contundencia que exigen sus bases.

Sanders, técnicamente independiente pero alineado con los demócratas, fue dos veces candidato en las primarias presidenciales del partido y se ha consolidado como una de las voces más combativas contra los gobiernos republicanos. A sus 83 años, ya insinuó que no planea una nueva postulación, y en sus recientes apariciones públicas parece haber respaldado a AOC, de 35 años, como su posible sucesora dentro de la red política que construyó a lo largo de los años.

En un Partido Demócrata sin un liderazgo definido, algunos ven con entusiasmo el ascenso de AOC, mientras otros temen que el avance de la agenda progresista termine por radicalizar al partido y aleje a los votantes moderados.

Más noticias

“Fight Oligarchy tour"

"En solo cinco eventos, más de 86.000 personas se unieron a nosotros para hacer frente al autoritarismo y la oligarquía y detener cualquier proyecto de ley que recorte Medicaid para dar a los multimillonarios aún más exenciones fiscales”, dijo Sanders en una publicación en la red social X el sábado pasado, al finalizar la gira de mítines que protagonizó durante la semana en Las Vegas (Nevada), Greely y Denver (Colorado), y Tempe y Tucson (Arizona).

Durante su recorrido por los estados, ambos líderes parecen haber inyectado energía a una base progresista desmotivada y frustrada con su propio partido. Los encuentros atrajeron algunas de las multitudes más grandes de sus carreras, superando en asistencia a cualquier otro evento demócrata actual y captando la atención incluso de los sectores más moderados del partido.

Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/BernieSanders/status/1903549223259533682&partner=&hide_thread=false

“Durante años, hablé de la oligarquía como una abstracción”, dijo Sanders en un acto en la Universidad Estatal de Arizona, donde advirtió sobre el avance del autoritarismo y la creciente desigualdad. El senador recordó la toma de posesión de Trump, donde figuras como Elon Musk, Jeff Bezos y Mark Zuckerberg ocuparon lugares privilegiados en lo que consideró una demostración de poder sin precedentes.

“Hay que ser un poco ciego para no entender que existe un gobierno de la clase multimillonaria, para la clase multimillonaria y por la clase multimillonaria. No vamos a aceptar esta sociedad de enorme desigualdad en ingresos y riqueza”, dijo.

El descontento con el liderazgo demócrata es palpable. Durante semanas, los votantes acudieron a diversos town halls para expresar su indignación por las medidas de Trump, incluidos los despidos masivos de empleados federales y los recortes en el gasto público impulsados por Musk. Sin embargo, también critican a los demócratas, alegando que el partido pasó toda una temporada electoral advirtiendo sobre los riesgos que Trump representaba para la democracia, pero ahora parecen incapaces de organizar una respuesta contundente.

Votantes democratas critican a los líderes del partido en los townhalls organizados por ellos - AP.jpg
El descontento con el liderazgo demócrata es palpable.

El descontento con el liderazgo demócrata es palpable.

"Hacerse el muerto" o "transmitir alarma"

La vuelta de Trump a la Casa Blanca trajo consigo políticas agresivas y un control más firme del Partido Republicano, que mantiene la mayoría en ambas cámaras. En contraste, el Partido Demócrata lucha por encontrar consensos internos, con sus instituciones bajo ataque y su base descontenta, lo que llevó su popularidad a un mínimo histórico.

Si antes el debate giraba en torno a la lucha entre progresistas y moderados, ahora la discusión se centra en cómo y cuándo enfrentarse a Trump. Mientras algunos insisten en una oposición frontal, otros creen que la mejor estrategia es dejar que los republicanos se desgasten por sí solos.

El histórico asesor político de los demócratas James Carville fue quien sugirió que la mejor estrategia para este contexto es una "pausa táctica". Él sostuvo que sin control sobre ninguna rama del gobierno y sin un liderazgo claro, los demócratas deberían "embarcarse en la maniobra política más audaz: darse la vuelta y hacerse los muertos". Según Carville, el apoyo a Trump “caerá por los suelos” y lo mejor es esperar a que los republicanos "se desmoronen bajo su propio peso".

Al mismo tiempo, fuera del Congreso, otros líderes demócratas como Elizabeth Warren y Chris Murphy atacan cada anuncio nuevo de Trump. "Hay que transmitir una sensación de alarma y urgencia, o la gente seguirá creyendo que el país va a estar bien", dijo Murphy. A ellos se sumaron otros demócratas moderados como el gobernador de Minnesota, Tim Walz y el de Illinois, JB Pritzker, que endurecieron su postura y marcaron una oposición más enérgica contra la administración republicana.

"Desde el partido somos consientes de que es necesario cambiar nuestras tácticas para hacer llegar nuestro mensaje a la población", aseguró la dirigente del Partido Demócrata nacional, Millie Herrera, en diálogo con El Observador USA. "Lo que tenemos que hacer los demócratas ahora es ocuparnos nuevamente de participar activamente dentro de las comunidades atacadas. Tenemos que salir a defender a los migrantes, a la comunidad LGBTQ+, a las mujeres y a las minorías, y, al mismo tiempo, ocuparnos de los temas a los que se les suele llamar 'pan con mantequilla', es decir los precios de la comida, la gasolina y la vivienda", afirmó.

"Estamos escuchando muchísimas personas que votaron por Trump y ahora están horrorizadas con lo que está haciendo", dijo Herrera, y sumó: "Por eso, las elecciones de medio término van a ser claves para recuperar la Cámara y reforzar la oposición".

Críticas por el respaldo al presupuesto republicano

Charles Schumer - AP.jpg
Charles Schumer

Charles Schumer

En las últimas semanas, las miradas demócratas estuvieron puestas en el Congreso y especialmente en el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, a quien se le exige una estrategia más agresiva y coordinada en el recinto. "No vamos a ir a por todas las cuestiones - advirtió Schumer en una entrevista-. Estamos eligiendo las peleas más importantes".

La reciente aprobación del presupuesto impulsado por los republicanos profundizó la división dentro del partido. Diez senadores demócratas, incluido Schumer, respaldaron la medida para evitar el shutdown del gobierno, lo que generó indignación entre los sectores progresistas. Para ellos, esta era la única oportunidad de negociar con los republicanos, que, con mayoría en ambas Cámaras, han logrado avanzar sin obstáculos con su agenda legislativa.

Alexandria Ocasio-Cortez fue una de las voces más críticas. La congresista neoyorquina no solo cuestionó la postura de Schumer, calificándola de "traición", sino que advirtió que este tipo de decisiones erosionan la confianza entre los demócratas de la Cámara y el Senado.

Para Ocasio-Cortez, su partido debe adoptar una postura más firme frente a Trump y recuperar su vínculo con la clase trabajadora. “No se trata solo de los republicanos. Necesitamos un Partido Demócrata que luche más por nosotros también”, afirmó en un mitin en Tempe la semana pasada. “Eso significa que, como comunidad, debemos elegir y votar por demócratas y funcionarios electos que sepan defender a la clase trabajadora”, sostuvo.

Temores por un giro a la izquierda en el partido

Ocasio-Cortez en la Casa de Representantes.webp

La difusión que estuvo teniendo el ala más progresista del partido y el impacto de la convocatoria que tuvo la gira “Combatir la oligarquía” de Sanders despertó el alerta entre los demócratas moderados, que temen que una inclinación demasiado marcada hacia la izquierda aleje a votantes indecisos y republicanos desencantados.

Sin embargo, en esta ocasión Ocasio-Cortez parece haber encontrado un tono más conciliador, alejándose de un discurso tradicionalmente dogmático para atraer a quienes priorizan la defensa de la clase trabajadora, sin importar su afiliación política.

“Puede que todos vengamos de diferentes lugares, pero compartimos muchas de las mismas experiencias”, afirmó en uno de los actos. "Sin importar por quién votaron, si saben las palabras correctas, sin importar su raza, religión, género, identidad o estatus, sin importar, incluso, si no están de acuerdo conmigo en muchas cosas. Pero si están dispuestos a luchar por alguien que no conocen, son bienvenidos aquí", dijo.

Además, los asesores de Sanders dijeron a Politico que, según sus registros, dos tercios de los asistentes a sus recientes eventos nunca habían participado en campañas anteriores, lo que refuerza la idea de que nuevas personas se están acercando al mensaje dirigido a la clase trabajadora.

Tras la derrota de noviembre, AOC realizó una encuesta en sus redes sociales preguntando a sus seguidores que habían votado por ella y por Trump sobre los motivos detrás de su decisión. Las respuestas revelaron un punto en común entre ambos candidatos: muchos votantes los perciben como figuras ajenas al establishment de Washington. “Siento que Trump y tú son reales”, comentó un usuario. Otro destacó que ambos “se preocupan por la clase trabajadora”. Estos testimonios parecen haber influido en los discursos más recientes de la congresista neoyorquina.

El legado de Sanders: ¿AOC 2028?

Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez, en su mitin de Denver, Colorado - AP.png
Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez, en su mitin de Denver (Colorado).

Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez, en su mitin de Denver (Colorado).

Sanders ha sido una figura clave en la política estadounidense, sorprendiendo en las internas partidarias de 2016 y desafiando a Joe Biden en 2020. Sin embargo, con la mirada puesta en las elecciones de 2028, el senador, quien en ese momento tendrá ya 87 años, afirmó ya que no está interesado en presentarse una tercera vez.

Aunque todavía falta un largo tramo para llegar a las próximas presidenciales, las miradas del ala más progresista del partido se dirigen a Ocasio-Cortez, a quien ven como el futuro liderazgo de la izquierda. Sanders no la nombró explícitamente como sucesora, pero durante su gira no faltaron los halagos a la congresista de Nueva York.

De cara a los próximos años, la congresista de cuarto mandato parece tener tres opciones claras. Podría centrarse en la Cámara, donde es bien valorada por el caucus demócrata, y tratar de convertirse en presidenta de un comité si el partido recupera la mayoría. Podría postularse para el escaño de Chuck Schumer en el Senado. O podría buscar la presidencia en 2028.

Su frustración con Schumer avivó aún más los rumores sobre su futuro político y la posibilidad de postularse para ocupar su lugar en 2028. Según The New York Times, la congresista también sugirió la posibilidad de alejarse de la política, algo que parece menos probable tras sus recientes llamados a la acción para que la gente siga involucrada en la lucha contra la administración Trump.

Temas:

Bernie Sanders Alexandria Ocasio-Cortez demócratas Partido Demócrata Donald Trump

Seguí leyendo

Más noticias

Te puede interesar

Más noticias de Uruguay

Más noticias de Argentina

Más noticias de España