Durante la campaña, Donald Trump dijo que iba a acabar con la guerra en Ucrania en 24 horas. En el marco de su lema "America First", el republicano quiere que Estados Unidos deje de enviar miles de millones en ayuda a Kiev y aboga por que ambas partes se sienten a negociar. En ese contexto, esta semana anunció la designación del teniente general retirado Keith Kellogg como enviado para Ucrania y Rusia, que hace unos meses presentó una propuesta particular para poner fin al conflicto.
"Keith ha desarrollado una distinguida carrera militar y empresarial, que incluye el desempeño de funciones muy delicadas de Seguridad Nacional en mi primera administración. Estuvo conmigo desde el principio. Juntos, garantizaremos la paz mediante la fortaleza, y haremos que Estados Unidos y el mundo vuelvan a estar seguros", aseguró el presidente electo el miércoles en un mensaje en su red Truth Social con el que anunció el nombramiento, un cargo que no existió durante la administración Biden.
Kellogg, de 80 años, que fue jefe de gabinete del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca durante el primer mandato de Trump, es el autor de una propuesta escrita junto al ex analista de la CIA Fred Fleitz sobre cómo poner fin a la guerra en Ucrania, desatada por la invasión rusa de febrero de 2022, que fue publicada en abril por el think-tank America First Policy Institute y entregada al republicano.
¿Qué dice el plan de Kellogg?
En el documento, se propone suspender la ayuda militar a Ucrania si el gobierno de Volodimir Zelenski no aceptar negociar con Rusia. En paralelo busca advertir a Vladimir Putin que, si se niega a sentarse a negociar, Estados Unidos aumentará su apoyo a Kiev. Es decir, un audaz ultimátum cruzado para forzar a las partes a negociar y ceder.
También pide "aplazar la membresía de Ucrania en la OTAN por un período prolongado a cambio de un acuerdo de paz integral y verificable con garantías de seguridad" para "convencer a Putin de que participe en las negociaciones".
Kellogg y Fleitz estiman a su vez que "el gobierno y el pueblo ucranianos tendrán dificultades para aceptar una paz negociada que no les devuelva todo su territorio". "Pero como dijo Donald Trump (...) en 2023: 'Quiero que todos dejen de morir'. Ese es también nuestro punto de vista. Es un buen primer paso", escriben.
Ucrania teme que un plan de estas características suponga dejar las fronteras tal y como está el frente de batalla, lo que en la práctica implicaría la anexión a Rusia de los territorios ucranianos ocupados por las fuerzas rusas.
Además, en el texto se responsabiliza a la política exterior "poco seria e incoherente" del gobierno de Joe Biden por el conflicto, entre la que incluye la "precipitada" retirada estadounidense de Afganistán, el supuesto antagonismo con aliados de EEUU como Israel y Arabia Saudita, y una política hacia China calificada de "débil y confusa", según consignó The Guardian.
En su momento, algunos analistas consideraron que la propuesta no sería viable para ninguna de las partes en conflicto. "Creo que la propuesta está desequilibrada a favor de los objetivos de Rusia y es probable que recompense la agresión y la violencia brutal", declaró el ex militar Gordon Davis, investigador del Centro de Análisis de Políticas Europeas, a Newsweek. "Amenazar a Rusia con un mayor apoyo de Occidente y Estados Unidos a Ucrania en este punto de la guerra parece tanto irónico como poco probable que convenza a Putin para negociar. Proporcionar de hecho ese mayor apoyo sí podría", consideró.
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Trump y Putin en un encuentro en Helsinki 2018
AP
El vínculo de Trump con Putin
Trump se ha jactado de tener una buena relación con el presidente ruso, con el que se reunió varias veces durante su presidencia, en general en medio de un secretismo y tras las acusaciones de que Moscú actuó a su favor para influir en las elecciones de 2016. Este jueves, en plena escalada en la guerra en Ucrania, Putin elogió al presidente electo de EEUU, al que consideró un político “inteligente y experimentado” capaz de encontrar “soluciones”.
El mandatario ruso amenazó el jueves con atacar Kiev con su misil Oreshnik, utilizado por primera vez la semana pasada, tras indicar que los ataques masivos en la noche contra Ucrania fueron en "respuesta" al disparo de misiles estadounidenses ATACMS contra su territorio. Esto ocurrió después de que Biden diera luz verde a Ucrania para que utilice estos misiles de largo alcance para atacar posiciones estratégicas en Rusia.
Para Kellog, la decisión de Biden de aprobar el uso de estos misiles dentro de Rusia le dio a Trump "más poder de negociación". "Le da al presidente Trump más capacidad para cambiar de dirección a partir de eso", dijo en una entrevista con Fox News.
Por su parte, Zelenski, cuya relación con Trump tuvo idas y vueltas, consideró recientemente que "la guerra terminará antes" con el nuevo gobierno que estará en la Casa Blanca. Ucrania "debe hacer todo lo posible para que esta guerra termine el año que viene, y que finalice por medios diplomáticos", dijo en una entrevista con el medio de comunicación ucraniano Suspilne.
La administración Biden, en tanto, aseguró que hasta el 20 de enero "va a priorizar el apoyo militar para Ucrania", según declaró la portavoz del Departamento de Estado Natalia Molano a El Observador USA al margen de la reciente cumbre del G20 de Río.
Estados Unidos ha sido el mayor proveedor de armas a Ucrania: entre febrero de 2022 y finales de junio de 2024, entregó o comprometió armas y equipos por valor de 55.500 millones de dólares, según el Instituto Kiel para la Economía Mundial, una organización de investigación alemana.