“Tenemos que ser discretos respecto a donde trabajamos. Pero yo quise mostrarle a mi familia que tengo un sentido de propósito. Una misión. Y esa es una de las razones por las que vine a trabajar para la Agencia: quería devolverle a este país lo que me había dado como inmigrante”, afirma.
"Una serie sobre mi vida sería bastante aburrida": realidad vs expectativas
La conversación con Lily y otra agente de la CIA fue gestionada por el Observador USA desde Miami a lo largo de meses. Atravesó un largo proceso de mails y llamadas telefónicas que solían terminar con la misma frase: estaremos en contacto con usted. Y cumplían sin falta. Hasta que finalmente llegó la charla en profundidad que los interlocutores de la Agencia habían prometido.
La realidad no suele coincidir con las expectativas de la víspera. Sobre todo si lo imaginado se basa en guiones de Hollywood y de Netflix, y en novelas ambientadas en la Guerra Fría.
“Definitivamente no tengo autos deportivos de último modelo, ni salto en paracaídas. ¡Nada de eso! Una serie sobre mi vida sería bastante aburrida”, se lamenta Lily. Pero agrega: “Todo depende de la profesión que tengas aquí en la agencia”. Para esta joven nacida en México, “lo que lo hace divertido o diferente son los tópicos que atendemos y que de verdad impactan en la seguridad de nuestra nación. Contribuimos a esa seguridad y eso es lo que hace este trabajo tan interesante”.
Pluralidad y diversidad como objetivos
La CIA protagonizó los principales desafíos geopolíticos de EEUU en los últimos 77 años. Un encadenado que va de la Guerra Fría al mundo post 11 de septiembre del 2001, de la guerra en Irak al ascenso de China, a la invasión de Rusia a Ucrania y a la carrera alrededor de la Inteligencia Artificial. Las estrellas grabadas en la pared de la base central de la CIA, en Langley, Virginia, honran a los 140 oficiales que murieron sirviendo a su país.
Los latinos crecemos en diferentes entornos socioeconómicos, vivimos distintas experiencias culturales y todo eso es lo que nos ayuda a ser mejores oficiales de la CIA Los latinos crecemos en diferentes entornos socioeconómicos, vivimos distintas experiencias culturales y todo eso es lo que nos ayuda a ser mejores oficiales de la CIA
En los últimos años, sobre todo a partir de la conducción de su actual director, Bill Burns, apuntó a darle pluralidad al perfil social, étnico y de género que exhibe el plantel de la CIA. La palabra de moda, y no sólo en la Agencia, fue la de diversidad. Pero a la CIA no sólo la mueve un impulso de corrección política en esa búsqueda, sino el de asimilar culturas y entender lógicas ajenas al estereotipo del estadounidense medio.
"No me imaginaba, ni en mil años, que iba a estar aquí en la Agencia. Pero vi que era una oportunidad de crecer en mi carrera. Y apliqué con la idea de 'bueno, todo puede pasar'”, explica Lily a este medio.
Esta agente mexicana ya es ciudadana estadounidense. Para ser aceptado en la Agencia es requisito ser mayor de 18 años y nacido o naturalizado en el país. Lily se desempeñó como pasante de la CIA mientras estudiaba. "Eso realmente me abrió los ojos. Porque más allá de lo que circula como conocimiento público, gran parte a partir de películas, series y programas de televisión, no sabía nada sobre la Agencia. No tenía idea de la diversidad, de la organización inclusiva. De hecho, pensé que siendo latina, hispana, no tendría este tipo de oportunidades", se sorprende aún.
“Los latinos crecemos en diferentes entornos socioeconómicos, vivimos distintas experiencias culturales y todo eso es lo que nos ayuda a ser mejores oficiales de la CIA: contar con esa inteligencia de otros ámbitos para analizar información. Entonces también es por eso el enfoque e hincapié en reclutar talentos diversos. Necesitamos personas que tengan diferentes perspectivas y experiencias, y no sólo académicas o profesionales sino también culturales”, explica Lily.
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El director de la CIA, Bill Burns
AP
El director de la CIA, Bill Burns, apostó fuertemente al valor de la diversidad bajo su gestión. Con 68 años y un bigote finito que potencia su aura de personaje de novela de John Le Carré, Burns trabajó para todos los presidentes demócratas y republicanos desde Ronald Reagan a la fecha, con la excepción de Donald Trump. Y en ese lapso acumuló más poder e influencia que ninguno de sus antecesores.
“Hay un camino hacia la cima para cualquiera cuyo trabajo lo merezca, independientemente de sus antecedentes", afirmó Burns en abril del año pasado. Lo dijo en un acto de la Universidad de Rice.
El "sazón" latino
En 2022, la CIA tuvo otra iniciativa inédita para salir de las sombras y de cierto desprestigio acumulado a lo largo de casi 80 años. Lanzó el podcast The Langley Files. Con la conducción de dos carismáticos agentes, Walter y Dee, la CIA decidió que era hora de narrarse a sí misma. Pero lo hace, tal como aclara Dee, como puede y cuando puede. El podcast incluye entrevistas a funcionarios, historiadores de la agencia y expertos. Busca desmitificarse y, el mismo tiempo, seducir indirectamente a una nueva generación espías con perfiles variados.
Según explicó un portavoz, el objetivo fue proporcionar un poco más de transparencia a una organización basada en el secreto.
“Realmente lo que estamos buscando es la diversidad que hay en la comunidad latina. Por ejemplo, los idiomas, el conocimiento de una lengua extranjera aparte del inglés es muy importante para el trabajo que hacemos. Sea español, portugués u otros idiomas que también los latinos tienen”, revela una segunda agente en diálogo con El Observador USA.
La funcionaria no está autorizada a comentar la cantidad de oficiales latinos que se desempeñan en la CIA, pero asegura que “tenemos un buen número”. Existe un grupo que se dedica especialmente a trabajar con la comunidad latina desde la Agencia, promocionando programas de liderazgo y reclutamiento.
El número exacto es información clasificada por razones de seguridad nacional. Sin embargo, estimaciones no oficiales sugieren que cuenta con entre 20.000 y 25.000 agentes, incluyendo analistas, espías de campo, personal de apoyo técnico y administrativo.
Buscando al futuro espía
Las ocupaciones específicas dentro del organismo se dividen en alrededor de 100. “Eso abarca diversas carreras profesionales que probablemente ni siquiera puedas imaginar en términos de lo que ves en programas de televisión y películas”, asegura Lily. La mitad de las carreras que se siguen en la Agencia pertenecen al área STEM, que es la sigla de Ciencias-Tecnología-Ingeniería-Matemática. Pero también hay ramas de recursos humanos, finanzas, auditorías y medicina. Los James Bond son una minoría selecta.
La incorporación de una persona como Lily no es accidente dentro de la Agencia. Al contrario, la CIA apuesta institucionalmente por la variedad de perfiles. Lo hace por ejemplo a través de acuerdos con asociaciones influyentes dentro de la comunidad hispana, como la Asociación Hispana de Colegios y Universidades. También, con la Sociedad de Ingenieros Profesionales Hispanos y la Asociación de Profesionales Latinos para América.
La HACU, la SHEP y la ALPFA son algunas de las organizaciones profesionales con las que mantiene acuerdos de extensión y reclutamiento dentro de la comunidad hispana. Las universidades, congresos académicas y conferencias son terrenos fértiles para los castings. En los eventos del sur de Florida no es extraño toparse con una persona que, en apariencia muy interesada por construir lazos de networking, en realidad esté escaneando a los potenciales espías.
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En Miami, la Florida International University se consolidó como un semillero habitual de la Agencia. “Hemos tenido una asociación realmente exitosa con esa institución. Además de tener excelentes académicos y muchos estudiantes que cumplen con nuestros requisitos de contratación, la FIU es una institución fuertemente hispana y que presta servicios en el ámbito internacional”, explica Lily.
Sobre cierto desprestigio que la CIA se ganó en América Latina, sobre todo en las décadas del 70 y 80 durante le Guerra Fría la agente mexicana se lamenta. Reflexiona que “siempre habrá una percepción errónea errónea de la CIA”.
Para Lily, existe un malentendido crónico respecto a cuál es la verdadera función de la Agencia estadounidense. ¿Cuáles el motivo de esa confusión? “Por supuesto, no ayuda que nos guardemos la información, aunque lo hagamos con buenos propósitos”, responde.
Pero esta funcionaria del servicio de espionaje de EEUU piensa que existe una razón extra. Una que a la vez funciona como reivindicación solapada de los logros de la CIA: “Rara vez oyes hablar de nuestros éxitos, ¿verdad? Y eso es bueno. Si no te enteras de nuestros éxitos, eso significa que estamos haciendo nuestro trabajo correctamente: con discreción”, concluye la agente.