Elon Musk pasó de mantenerse al margen de la política a dar un apoyo explícito a Donald Trump en la campaña y tendrá un rol clave en su futura administración. El dueño de Tesla, SpaceX y la red social X opinó ahora sobre las elecciones anticipadas que celebrará Alemania en febrero, para las que respaldó al partido de ultraderecha AfD, y generó rechazo de varios políticos en el país europeo, que lo consideraron una "injerencia" en el proceso.
"Sólo el AfD puede salvar a Alemania", escribió este viernes Musk en X, en respuesta a un video de una youtuber alemana de ultraderecha, que criticaba al candidato conservador y líder en las encuestas, Friedrich Merz, por descartar una cooperación con el partido Alternativa para Alemania (AfD), que podría convertirse en la segunda fuerza en el Parlamento, y por mostrarse "horrorizado" de que el magnate sudafricano y el presidente argentino Javier Milei fueran tomados como ejemplo para el país.
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El gobierno alemán no quiso comentar la publicación de Musk. "No es la primera vez que Elon Musk comenta sobre la política alemana en X. No lo tenemos en cuenta, no emitimos juicios", declaró una portavoz del gobierno, Christiane Hoffmann, durante una rueda de prensa. A la vez, la vocera recordó que el gobierno alemán está "preocupado por el desarrollo de la plataforma X y lo que ocurre en ella", consignó la agencia AFP.
Por su parte, Alice Weidel, líder de la AfD, saludó las palabras del empresario sudafricano. "¡Tienes toda la razón!", le respondió en X la candidata de la formación de extrema derecha, hostil a los migrantes, antisistema y prorrusa.
Cuestionamientos de los políticos alemanes
Varios políticos alemanes de diversos partidos cuestionaron tanto las palabras de Musk como la respuesta de Weidel. El diputado Axel Schäfer, del Partido Socialdemócrata alemán (SPD) del canciller Olaf Scholz, calificó el mensaje del empresario de "completamente inaceptable".
"Rechazamos cualquier injerencia en nuestra campaña electoral", agregó, en declaraciones al diario Tagesspiegel.
Clara Bünger, diputada del partido La Izquierda, dijo a la cadena Deutsche Welle que no tenía dudas de que los comentarios de Musk representaban una "interferencia" en el proceso y a la vez aseguró: "Sigue siendo cierto que no está contribuyendo realmente a nada desde el punto de vista político y que no sabe realmente cómo funcionan los debates políticos en Alemania".
A la vez, Anton Hofreiter, del Partido Verde, calificó a la AfD de "traidores comprados por multimillonarios" y de "una banda de fascistas que no sólo fueron comprados por (el presidente ruso, Vladimir) Putin, sino que ahora están siendo apoyados por un multimillonario convertido en un extremista de derecha".
Alemania celebrará elecciones anticipadas el 23 de febrero, después de que el gobierno tripartido de coalición liderado por Scholz se disolviera a principios de noviembre. La AfD cuenta con alrededor del 19% de la intención de voto en las encuestas, que le dan un 32% a los conservadores de la CDU/CSU, mientras que el SPD del actual canciller se sitúa en torno al 15%. Todos los partidos excluyen una cooperación gubernamental con la AfD.
El respaldo de Musk a la ultraderecha europea
Esta no es la primera vez que el Musk habla sobre la AfD. A principios de junio escribió en X: "Siguen diciendo 'extrema derecha', pero las políticas de AfD sobre las que leí no suenan extremistas. Quizás me estoy perdiendo de algo".
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El empresario, que estará al frente del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental con el que el presidente electo estadounidense espera hacer masivos recortes del gasto público y reducir regulaciones, también se involucró en la política británica y apoyó al partido de ultraderecha Reform UK y a su líder Nigel Farage, muy cercano a Trump.
Farage, que esta semana publicó una foto junto a Musk en Mar-a-Lago, le dijo a la BBC que su partido está en "negociaciones abiertas" con el dueño de Tesla sobre una posible donación. The Times of London informó que podría ser de hasta 100 millones de dólares, lo que sería, de lejos, la mayor donación política en la historia del Reino Unido. Esto generó que la comisión electoral pida cambios en las reglas, para limitar la cantidad que una empresa puede donar y que no pueda aportar más dinero del que gana en el Reino Unido.
Musk, que con su aporte de más de 270 millones de dólares para Trump se convirtió en el mayor donante de la campaña, ha retuiteado en varias ocasiones críticas al primer ministro británico, el laborista Keir Starmer.
