Una de las imágenes tomadas tras el intento de asesinato que sufrió Donald Trump durante un acto de campaña en Butler, Pensilvania, el 13 de julio del año pasado, dio la vuelta al mundo. El entonces candidato republicano era sacado del lugar con la oreja ensangrentada y el puño en alto. Otro de los protagonistas de esa foto eran Sean Curran, uno de los agentes que lo protegió cuando un francotirador disparó desde un tejado a unos 140 metros de distancia.
Curran, que estaba a cargo de la seguridad personal del presidente electo como agente especial a cargo, figura a la derecha de Trump en la imagen, de anteojos negros, mirando directamente a cámara. Desde esta semana, sin embargo, su situación laboral cambió, ya que asumió como director del Servicio Secreto de Estados Unidos.
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Sean Curran fue uno de los agentes que protegió a Trump en el intento de asesinato en Butler
Evan Vucci/AP
"Las valientes acciones de Sean cuando arriesgó su vida para ayudar a salvar la vida del presidente Trump en Butler, Pensilvania, son un testimonio de su dedicación a la misión del Servicio Secreto de los Estados Unidos", señaló la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, en un comunicado.
"Con sus décadas de experiencia, hará que el Servicio Secreto vuelva a centrarse en su misión principal: proteger a los líderes estadounidenses y al sistema financiero de Estados Unidos", añadió Noem, que estuvo presente junto a Trump en la ceremonia del lunes en el Despacho Oval de la Casa Blanca, en la que Curran juró su cargo.
Los cuestionamientos al Servicio Secreto
Las críticas recibidas por los errores cometidos en el acto de campaña de Butler, en el que Trump se salvó de morir porque unos segundos antes de los disparos se movió levemente para mostrar unos gráficos sobre migración, llevaron entonces a la renuncia de la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle.
Al comparecer ante una comisión de la Cámara de Representantes, Cheatle afirmó que el intento de asesinato a Trump supuso el "mayor fallo operativo" de la agencia "en décadas".
Uno de los principales cuestionamientos fue que las agencias locales y federales no tuvieron una buena comunicación y que eso permitió que el atacante pudiera subirse a un techo cercano al lugar del mitin y disparar contra Trump. El joven que efectuó los disparos fue, a su vez, abatido por un francotirador de las fuerzas de seguridad.
Tras el fallido atentado, el entonces candidato republicano defendió a su equipo de seguridad de las críticas,
"Trump quería a alguien en quien pudiera confiar, y claramente han formado un vínculo después de Pensilvania," dijo el exagente del Servicio Secreto Bill Gage en enero a Fox News. "Aunque hubo muchos errores en Butler, los errores fueron del equipo de avanzada. Los agentes asignados a Trump y Curran actuaron exactamente como fueron entrenados", añadió.
Cómo fue la carrera de Curran
Nacido en New Jersey, Curran se unió al Servicio Secreto en 2001. En un principio fue asignado al equipo de seguridad del entonces senador Barack Obama y luego estuvo en el que protegió al demócrata como presidente.
En 2007, fue reconocido como agente especial. Después de un tiempo trabajando para el director asistente de investigaciones, fue ascendido para dirigir la cobertura del Servicio Secreto durante la campaña presidencial de 2016 y, más tarde, el escuadrón de inteligencia protectora.
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Durante el primer mandato de Trump, Curran se convirtió en supervisor adjunto del equipo de seguridad del mandatario y, en 2021, fue uno de los agentes especiales más jóvenes en ser nombrado agente a cargo, informó CBS News.
Aunque no quiso hablar sobre los errores de Butler ni sobre lo que ocurrió después del tiroteo, Curran sugirió que muchos líderes perdieron contacto con los agentes de campo y no siempre entienden lo que ocurre.
Curran no quiso hablar sobre los fracasos en Butler ni sobre lo que ocurrió en los minutos después del tiroteo. Pero sugirió que demasiados líderes han perdido el contacto con los oficiales y agentes en el campo. "Yo entiendo lo que necesitan las personas en el terreno", aseguró.
