7 de enero 2025 - 17:45hs

“Los necesitamos por razones de seguridad económica. No me voy a comprometer a eso. Podría ocurrir que tengamos que hacer algo”. Así fue como Donald J Trump aseguró a los periodistas presentes en su mansión de Mar-a-Lago, en Florida, que no descartaría el uso de las Fuerzas Armadas para tomar control del Canal de Panamá y de Groenlandia. En la misma conferencia de prensa, el presidente electo insistió en su ambición de que Canadá se convierta en el 51º Estado de su país y de renombrar el golfo de México como "golfo de América".

A tan solo dos semanas de asumir el cargo, Trump continua sacudiendo al mundo con sus promesas expansionistas que de cumplirse, romperían con décadas de política estadounidense que ha priorizado la autodeterminación sobre la expansión territorial.

“El Canal de Panamá es vital para nuestro país. Está siendo operado por China. Se lo entregamos a Panamá, no a China, y han abusado de ese regalo. Nunca debió haberse tomado esa decisión”, dijo en referencia a los tratados Torrijos-Carter, firmados en 1977 por el entonces presidente de EE.UU. Jimmy Carter y el líder nacionalista panameño Omar Torrijos, donde Carter le devolvía el control del canal al país latinoamericano luego de una ocupación que duró casi cien años, decisión que Trump considera un ”error histórico".

Más noticias

“Trump dice de todo para generar escándalo. Le sirve para correr la atención de lo que haga con la economía, los impuestos, la salud pública y la educación. Poner la pelota en la política exterior siempre es más sencillo". “Trump dice de todo para generar escándalo. Le sirve para correr la atención de lo que haga con la economía, los impuestos, la salud pública y la educación. Poner la pelota en la política exterior siempre es más sencillo".

Esta no fue la primera vez que el republicano hace referencia al canal de Panamá. A finales del mes pasado, Trump amenazó por redes sociales con reafirmar el control de Estados Unidos en el estratégico paso que permite a los barcos cruzar entre los océanos Pacífico y Atlántico, si Panamá no reducía el precio de las "ridículas" tarifas a los barcos estadounidenses. En la misma publicación de Truth Social, denunció la creciente influencia de su adversario China en el canal, advertencia que no solo hizo para Panamá, sino más bien en toda Latinoamérica. "Cuando el Presidente Jimmy Carter regaló en Canal durante su mandato, fue únicamente para que la gestionara Panamá, no China, ni nadie más", dijo y agregó que si Panamá no puede garantizar una "operación segura, eficiente y confiable" del canal, "entonces exigiremos que el Canal de Panamá nos sea devuelto, en su totalidad, y sin preguntas".

Embed

El canal hoy sirve a un total de 180 rutas marítimas que conectan con 1.920 puertos en 170 países. Su importancia estratégica en el comercio mundial se destaca: por allí pasa el 5% del comercio marítimo del mundo y tiene a EE.UU. y China como los principales usuarios. Las amenazas de Trump despiertan un nuevo ciclo en la política exterior estadounidense que en muchos aspectos tiene a América Latina como centro de su atención.

A días de la polémica, Trump eligió a Kevin Marino Cabrera para ser el embajador en Panamá, quien de ser confirmado, Cabrera asumiría para gestionar en medio de un conflicto comercial y geopolítico con el país que, según Trump, "está estafando" a EE.UU.

“Trump dice de todo para generar escándalo. Le sirve para correr la atención de lo que haga con la economía, los impuestos, la salud pública y la educación. Poner la pelota en la política exterior siempre es más sencillo", dijo Juan Belikow, consultor especialista en temas de Defensa y Seguridad Internacional, profesor de la Universidad de Buenos Aires e integrante del Centro Latinoamericano de Innovación en Políticas Públicas (CLIPP), un think tank panameño.

En diálogo con El Observador USA, Belikow sostuvo que, mientras Trump llama la atención con sus declaraciones provocadoras, "A la vez abre un escenario internacional que va a hacia un aislacionismo norteamericano, con énfasis en generar empleo interno, obligando por la vía de los aranceles a los exportadores a buscar otros mercados más chicos que EE.UU., lo que podría permitir al país ser más competitivo".

Donald Trump basó su campaña electoral con promesas de dejar a Estados Unidos al margen de conflictos extranjeros, como la guerra de Ucrania, en el aumento de aranceles a socios comerciales extranjeros y en la reconstrucción de la industria manufacturera nacional. Pero desde que ganó las elecciones en noviembre, cambió su discurso y comenzó a sugerir un enfoque más agresivo de su política exterior.

"Trump quiere forzar una preferencial que los demás países no tengan por el canal y tiene varias vías para presionar a Panamá: el FMI, el Banco Mundial". "Trump quiere forzar una preferencial que los demás países no tengan por el canal y tiene varias vías para presionar a Panamá: el FMI, el Banco Mundial".

"Alguna promesa va a tener que cumplir", dijo el especialista en temas de Defensa y Seguridad Internacional al explicar que la amenaza contra Groenlandia sería entrar en conflicto con la Unión Europea y que la intimidación contra Canadá es sólo eso, por lo que entre esas opciones, "Panamá es el eslabón más débil y va a a recibir mucha presión". "Trump quiere forzar una preferencial que los demás países no tengan por el canal y tiene varias vías para presionar a Panamá: el FMI, el Banco Mundial. Es un país chico que a su vez está peleado con sus vecinos Colombia, Venezuela y el Caribe", sostuvo.

Las expectativas con respecto al vínculo de Estados Unidos con Latinoamérica durante la nueva administración son inciertas. Mientras que Trump siempre defendió una linea dura contra Venezuela y Cuba, en su nuevo gobierno la relación entre los países podría ser distinta a la de su gestión anterior.

"Sobre Venezuela, Trump no avala una intervención militar. Es muy complicado de ejecutar. Implica comprarse un problema con el resto de América Latina. Además Venezuela sigue mandando petróleo a EEUU. Podrá presionar y amenazar, pero no tiene demasiado interés. A Biden se le jugaba más en encontrar una salida negociada", dijo Belikow en diálogo con este medio.

Sin embargo, con respecto a Cuba opina diferente: "En Cuba, por el contrario, es más fácil generar un cambio. El actual liderazgo cubano es inexistente. La población está sublevada. En Venezuela, en cambio, Maduro controló socialmente las protestas vía la feroz represión".

Groenlandia, Canadá y México también en la mira

“Necesitamos Groenlandia por motivos de seguridad nacional”, dijo Trump en la rueda de prensa con reporteros en Mar-a-Lago. El presidente electo dejó abierta la posibilidad de usar el ejército estadounidense para tomar el territorio mientras una delegación de asesores y ayudantes, entre ellos su hijo Donald Trump Jr, se encuentran en lugar.

Groenlandia es un territorio autónomo de Dinamarca, un viejo aliado de EE.UU. y miembro fundador de la OTAN. Hace dos semanas, el magnate sugirió que quería comprar la isla, a lo cual la primera ministra, Mette Frederiksen, le aclaró que la isla “no está en venta, ni lo estará en el futuro”.

El viaje de Donald Jr. a Groenlandia fue anunciado el lunes por Trump a través de las redes sociales: “Estoy oyendo que la gente de Groenlandia es MAGA. Mi hijo, Don Jr., y varios representantes, viajarán allí para visitar algunas de las zonas y vistas más magníficas”, dijo en su plataforma, Truth Social. “Groenlandia es un lugar increíble, y la gente se beneficiará enormemente cuando se convierta en parte de nuestra nación. La protegeremos y la apreciaremos frente a un mundo exterior muy despiadado. Devolvamos la Grandeza a Groenlandia!” Hoy, tras la llegada de su hijo a la isla, ha dicho que “la recepción ha sido estupenda” y que “este es un trato que debe suceder”.

Embed

Groenlandia, la isla más grande del mundo, se encuentra entre los océanos Atlántico y Ártico. Está cubierta en un 80% por una capa de hielo y alberga una gran base militar estadounidense. En la actualidad, tiene unos 57.000 habitantes y destaca por su riqueza en petróleo, gas natural y recursos minerales. Desde 1814, es un territorio perteneciente a Dinamarca, que le otorgó la autonomía en 1979 y esta se convirtió en casi absoluta en el 2008, cuando el gobierno danés transfirió la mayor parte de las competencias al gobierno local.

Por otra parte, prometiendo una “Era dorada para Estados Unidos”, Trump añadió que intentará rebautizar el Golfo de México con el nombre de “Golfo de Estados Unidos” porque eso “suena muy lindo”.

En esa misma linea, después del anuncio de la renuncia de Justin Trudeau, el republicano afirmó nuevamente que Canadá debería convertirse en el “51º Estado” de EE.UU. y se refirió a su primer ministro saliente como “Gobernador Justin Trudeau”.

“A mucha gente en Canadá le encanta ser el Estado número 51. Estados Unidos ya no puede sufrir los enormes déficits comerciales y subvenciones que Canadá necesita para mantenerse a flote. Justin Trudeau lo sabía y dimitió. Si Canadá se fusionara con Estados Unidos, no habría aranceles, los impuestos bajarían muchísimo, y estarían totalmente a salvo de la amenaza de los barcos rusos y chinos que los rodean constantemente”, dijo durante la rueda de prensa.

Temas:

Panamá Donald Trump Militares Groenlandia

Seguí leyendo

Más noticias

Te puede interesar

Más noticias de Uruguay

Más noticias de Argentina

Más noticias de España