El G20 de Brasil alcanzó los consensos mínimos necesarios para no romper y que cada país siga adelante con su agenda y problemas cotidianos. En este encuentro internacional, realizado en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, la sangre no llegó al río.
Los líderes del G20 divulgaron una declaración final de acuerdos algo lavados, con el presidente argentino Javier Milei marcando diferencias pero sin romper del todo.
Milei marcó su disidencia con los contenidos vinculados a la Agenda 2030, que abordan temas como sostenibilidad, igualdad de género y justicia fiscal. En particular, se opuso a la regulación de redes sociales, por considerarla una limitación a la libertad de expresión. También, a las políticas de igualdad de género, que calificó como "privilegios de minorías" en detrimento del principio de igualdad ante la ley. Y al impuesto a las grandes fortunas, que interpreta como una transgresión al derecho de propiedad. Con esos fuertes asteriscos, terminó acompañando la declaración final.
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La cintura de Lula en la búsqueda de consensos
El veterano mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva mostró la cintura necesaria para desanudar lo que parecía imposible. Y el gobierno argentino tuvo pragmatismo para ceder en puntos con los que no acuerda, dejando en clara su posición.
Así, la presidencia rotativa de Brasil logró poner de acuerdo a las economías más potentes del planeta en asuntos ríspidos como las guerras en Ucrania y Medio Oriente, la lucha contra el cambio climático, el impuesto a los superricos y la Alianza contra el Hambre y la Pobreza.
El costo fue derivar en un lenguaje muy vago y sin una hoja concreta para solucionar los problemas que jaquean las relaciones internacionales como nunca antes desde la Guerra Fría.
Las guerras en Ucrania y Medio Oriente
Sobre Ucrania, camino de cumplir tres años bajo la invasión rusa, los líderes "destacaron el sufrimiento humano y las repercusiones negativas" relacionadas con la guerra "en materia de seguridad alimentaria y energética mundial, cadenas de suministro y estabilidad macrofinanciera".
En ningún momento mencionaron a Rusia, miembro del G20, representado en la cumbre por el canciller Serguei Lavrov.
Mientras el G7 presionaba para mencionar a Rusia, Brasil pidió incluir la crisis en Gaza y el Líbano. Por eso, la declaración se mueve con cuidado para decir determinadas cosas sin necesidad de hacerlo explícitamente.
"En relación con los conflictos y guerras en curso, reiteramos nuestras posiciones nacionales y las resoluciones adoptadas en la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y hacemos hincapié en que todos los Estados deben actuar de manera coherente con los Propósitos y Principios de la Carta de las Naciones Unidas en su totalidad", afirma.
El G20 expresó además su "profunda preocupación por la catastrófica situación humanitaria en la Franja de Gaza y la escalada en el Líbano", objeto de bombardeos e invasiones del Ejército israelí desde hace un año, tras el ataque del grupo terrorista Hamás a su territorio.
La declaración señala la "urgente necesidad de aumentar el flujo de ayuda humanitaria para proteger a los civiles", pero no menciona a Israel, ya que eso hubiera llevado a un veto de Estados Unidos.
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Brasil logró incluir también una mención a la Inteligencia Artificial. "La IA promete prosperidad y expansión de la economía digital mundial. Nuestra misión es aprovechar la IA para el bien y para todos, resolviendo los retos de forma responsable, integradora y centrada en el ser humano, al tiempo que se protegen los derechos y la seguridad de las personas", dice.
La crisis climática
El anfitrión Lula da Silva recibió a Joe Biden, Xi Jinping, Claudia Sheinbaum, Javier Milei, Narendra Modi, Emmanuel Macron y Olaf Scholz, entre otros líderes de los países del G20, que juntos representan 85% del PIB global y tres cuartas partes del comercio mundial. Algunos fueron debutantes en Sudamérica. Las principales economías del G20 son responsables además el 80% de las emisiones de carbono.
Las decisiones del G20 eran muy esperadas para intentar hacer avanzar las negociaciones climáticas en la COP29 de Bakú (Azerbaiyán), estancadas en torno a la financiación contra la crisis ambiental y la transición de energías fósiles a limpias.
Pero la declaración final evitó mencionar el compromiso que la comunidad internacional adoptó en la COP28 de salir progresivamente de la dependencia de las energías fósiles, a pesar del llamado del secretario general de la ONU, António Guterres, para que se hicieran "concesiones" para salvar el planeta.
Un acuerdo en ese sentido de los dirigentes de las principales economías, era esperado además por el inminente regreso de Trump, que ha asegurado que volverá a sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París, lo que podría lastrar los esfuerzos de la comunidad internacional.
Milei se reúne con Xi
Este martes, Milei protagonizará la parte más fuerte de su agenda. La primera bilateral será a las 10:20 horas con el presidente de la República Popular China Xi Jinping.
En las últimas semanas, el argentino suavizó su retórica anti China y definió a esa potencia como un "socio comercial muy interesante” que no pide nada a cambio. La decisión china de renovar el swap de monedas (vigente hasta 2026) y las compras de soja argentina favorecen esa posición.
China pretende reanudar las negociaciones para avanzar con la construcción de dos represas en Santa Cruz que están paralizadas desde hace casi un año. El vínculo con China pondrá a prueba la cintura de Milei, quien apostó (y ganó) en su alineamiento con el triunfante Donald Trump.
Sin que su vuelta a la Casa Blanca represente un giro en la carrera comercial de EEUU con China, Trump regresa al poder con la promesa de encarnizar aún más esa pelea. ¿Cómo se ubicará el libertario argentino dentro de ese TEG? Está por verse. "Recomendaría cautela, porque Trump puede hacer cosas que Argentina no", sugiere un ex canciller.
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A las 11:30, tendrá un cara a cara clave para conseguir dólares. Milei dialogará con la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. Esta vez, con la posibilidad cercana de alcanzar un nuevo acuerdo con el organismo. Y a las 12 del martes se juntará con el primer ministro de la India, Narendra Modi.
India integra el grupo de los BRICS, junto a la Rusia de Vladimir Putin. Apenas asumió, Milei dio marcha atrás con la gestión de Alberto Fernández y comunicó al grupo de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica que Argentina se retiraba del proceso de integración a ese foro internacional. La última reunión será con el gerente general de la empresa italiana Enel, Flavio Cattaneo.
