1 de marzo 2025 - 9:08hs

Bajo la premisa de reducir el gasto público, el gobierno de Donald Trump anunció un recorte masivo de la ayuda internacional estadounidense, al eliminar el 92% de los contratos de ayuda al exterior de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), por 54.000 millones de dólares. La decisión de la Administración Trump afecta, entre otros, a programas de asistencia alimentaria y de tratamientos médicos que trabajan en la lucha contra el VIH y el sida.

Entre las órdenes ejecutivas que firmó Trump en su primer día de vuelta en la Casa Blanca el 20 de enero, estaba el congelamiento de los fondos de toda la ayuda exterior por 90 días, período durante el cual su administración evaluaría los contratos con el fin de recortar los programas que no se alinearan a su agenda política, en particular aquellos relacionados con el aborto, la planificación familiar y la diversidad, equidad e inclusión (DEI).

Con la ayuda del magnate sudafricano Elon Musk, que encabeza el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), Trump comenzó un fuerte proceso de recorte en el gasto público. La USAID fue uno de sus principales objetivos, ya que asegura que la agencia promueve una agenda liberal y la ayuda exterior es un desperdicio de dinero. Así, se decidió cortar todos los fondos casi de la noche a la mañana, deteniendo miles de programas y retirando a la mayoría del personal a través de licencias forzadas y despidos.

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El secretario de Estado, Marco Rubio, del que depende la USAID, fue el encargado de examinar esa ayuda al exterior y finalmente decidió eliminar definitivamente 5.800 de los 6.200 contratos otorgados en todo el mundo por la agenci y ordenó la cancelación de 4.100 de las 9.100 subvenciones que otorgaba el departamento, es decir el 28% del total, por un valor de 4.400 millones de dólares.

Una demanda y la intervención de la Corte Suprema

El Gobierno comunicó sus planes el miércoles a través de un memorando interno, difundido por la agencia AP, y durante sus presentaciones en un juicio federal por una demanda presentada por dos organizaciones que agrupan a empresas, ONGs y otros beneficiarios de fondos de ayuda estadounidenses.

En esta, los demandantes, que incluyen a la empresa de desarrollo internacional DAI Global y la organización de asistencia a refugiados HIAS, alegaban que Trump había excedido su autoridad bajo la ley federal y la Constitución de EEUU al desmantelar una agencia independiente y cancelar gastos autorizados por el Congreso.

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El juez federal Amir H. Ali que tenía a cargo la causa, con sede en Washington, había suspendido el congelamiento de gastos aprobados por el Congreso y ordenado el pago de miles de millones de dólares adeudados antes de la medianoche del miércoles.

Frente a esta decisión, el Departamento de Estado anunció a través del memorando que, impulsado por la orden judicial, el Gobierno había acelerado el proceso de revisión y que el miércoles levantaría el bloqueo. "En respuesta, el Departamento de Estado y USAID se movilizaron rápidamente", cancelando la mayoría de contratos y "eliminando un desperdicio significativo derivado de décadas de deriva institucional", decía el memorando. "Se planean más cambios en la forma en que USAID y el Departamento de Estado entregan asistencia al exterior", añadía.

Además, aseguraron que finalmente estaban comenzando a enviar sus primeros pagos después de más de un mes sin que se supiera de erogaciones. Los funcionarios estaban procesando unos pocos millones de dólares en pagos atrasados, dijeron, adeudados a organizaciones y empresas estadounidenses e internacionales.

A su vez, el miércoles por la noche, la Corte Suprema, de mayoría conservadora, intervino en el caso y suspendió temporalmente la orden judicial del juez Ali, que exigía al Gobierno de Trump reanudar los pagos congelados en ayuda exterior. La orden, anunciada por el presidente de la Corte, John Roberts, es de carácter temporal, ya que da tiempo al tribunal supremo para dirimir el asunto y da a los demandantes de plazo para que argumenten si el tribunal que ordenó reanudar la financiación tiene efectivamente competencias sobre el Gobierno federal en este terreno.

Graves consecuencias humanitarias: el impacto en la lucha contra el VIH

El anuncio de estos recortes generó fuertes reacciones tanto de organizaciones internacionales como de los propios empleados de USAID. Grupos como InterAction, que agrupa a más de 160 ONGs, expresaron su preocupación, advirtiendo que esta medida traerá graves consecuencias humanitarias, como el aumento del hambre y la propagación de enfermedades.

"Las mujeres y los niños pasarán hambre, la comida se pudrirá en los almacenes, los niños nacerán con VIH, entre otras tragedias", lamentó InterAction en un comunicado difundido el jueves. El grupo instó a Marco Rubio a revertir la medida y advirtió que esa decisión "no hará que Estados Unidos sea más seguro, más fuerte ni más próspero".

Las organizaciones que trabajan en la lucha contra el VIH y el sida en África fueron algunas de las instituciones más afectadas por la medida. Después de que el gobierno de Trump anunciara el cese de la financiación para la ayuda humanitaria, médicos y gestores de proyectos contra el VIH advirtieron que los servicios se vieron afectados en todos los ámbitos, desde los proyectos que ayudan a huérfanos y mujeres embarazadas, hasta los que atienden a personas transgénero y trabajadores sexuales.

La Elizabeth Glaser Paediatric Aids Foundation declaró haber recibido notificaciones de rescisión para tres de sus proyectos, que proporcionan tratamiento contra el VIH a más de 350.000 personas en Lesoto, Eswatini y Tanzania. Esta cifra incluye a más de 10.000 mujeres embarazadas seropositivas, que deben seguir tomando medicamentos antirretrovirales para evitar transmitir la enfermedad a sus bebés.

La doctora Lynne Mofenson, asesora principal de la fundación, afirmó a The Guardian que la decisión era "una sentencia de muerte para madres e hijos".

Manifestantes protestan contra los recortes del gobierno de Estados Unidos a la ayuda al extranjero, en el Capitolio, el 26 de febrero de 2025, en Washington - AP.webp
Manifestantes protestan contra los recortes a la ayuda al extranjero, en el Capitolio, el 26 de febrero de 2025, en Washington.

Manifestantes protestan contra los recortes a la ayuda al extranjero, en el Capitolio, el 26 de febrero de 2025, en Washington.

Los proyectos financiados por el Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del Sida (Pepfar), fundado por George W. Bush en 2003, fueron especialmente afectados. En Sudáfrica, esta iniciativa financia el 17% de la respuesta al VIH.

Linda-Gail Bekker, la directora del Centro del VIH Desmond Tutu de la Universidad de Ciudad del Cabo, declaró: "No es una hipérbole decir que predigo un enorme desastre". Bekker ha trabajado en modelos que sugieren que una pérdida total de la financiación de Pepfar en Sudáfrica provocaría más de 500.000 muertes adicionales por VIH en una década. Sudáfrica tiene unos 8 millones de personas seropositivas, la cifra más alta del mundo.

Esto se produce en un momento en el que los avances científicos, como la introducción de fármacos preventivos inyectables de acción prolongada, hacían que muchos de los que trabajan en el campo del VIH tuvieran la esperanza de que el fin de la enfermedad estuviera a la vista.

Otras causas humanitarias afectadas

Las ayudas de USAID también iban dirigidas a organizaciones que combaten la violencia de género, entre otras, que se vieron afectadas. El International Rescue Committee (IRC), que apoya a civiles afectados por crisis humanitarias en todo el mundo, entre otras cosas proporcionando atención médica, asesoramiento y asistencia jurídica a miles de personas en Sudán, devastado por la guerra, se vio obligado a cerrar algunas de sus operaciones, según su presidente.

"Los servicios humanitarios y la asistencia para salvar vidas en Sudán, la crisis humanitaria mundial de la que se tiene constancia, han sido clausurados. Los programas afectados incluyen servicios para niños con desnutrición aguda, poniéndolos en peligro", dijo el presidente y director ejecutivo del IRC, David Miliband, en un comunicado compartido con NBC News.

En el año fiscal 2023, USAID otorgó ayudas a unos 130 países. Entre los 10 que lideran la lista ese año están Ucrania, Etiopía, Jordania, República Democrática del Congo, Somalia, Yemen, Afganistán, Nigeria, Sudán del Sur y Siria.

El impacto en los medios independientes

A su vez, los fondos de la agencia estadounidense eran utilizados para financiar a medios independientes en todo el mundo. El congelamiento de la financiación de proyectos ordenado por Trump incluyó fondos por 268 millones de dólares que se destinaban a apoyar "los medios independientes y el libre flujo de la información".

Reporteros Sin Fronteras (RSF) dijo que accedió a información de USAID antes de que dejara de estar disponible online que decía que en 2023 la agencia financió la formación y apoyó a 6.200 periodistas, asistió a 707 medios no oficiales y respaldó a 279 organizaciones de la sociedad civil dedicadas a fortalecer la prensa independiente en más de 30 países, entre ellos Irán, Afganistán y Rusia.

"Las redacciones y medios de comunicación sin fines de lucro ya han tenido que cesar su actividad y despedir personal. Lo más probable es que, tras la congelación de 90 días, desaparezcan para siempre", había dicho Clayton Weimers, director ejecutivo de RSF en EEUU, tras la decisión de Trump.

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