El gobierno debe trabajar "para preservar y proteger la libertad de expresión de los estadounidenses". Ese fue el argumento utilizado por el secretario de Estado de Donald Trump, Marco Rubio, para cerrar la oficina que se dedicaba a combatir las campañas de desinformación desde el exterior. Este servicio, que según sus defensores era clave para luchar contra la desinformación de China y Rusia, era cuestionado desde hace tiempo por los republicanos, que lo acusaban de silenciar voces conservadoras.
"En la última década, los estadounidenses han sido calumniados, despedidos, acusados e incluso encarcelados simplemente por expresar sus opiniones. Eso se acaba hoy", aseguró Rubio en un mensaje en X el miércoles en el que anunció el desmantelamiento de la oficina de Lucha contra la Manipulación de Información e Interferencias Extranjeras (R/FIMI), que dependía del Departamento de Estado y antes era conocida como Global Engagement Center (GEC).
Según el jefe de la diplomacia, la oficina le costaba a los contribuyentes más de 50 millones de dólares al año y "silenció y censuró las voces de estadounidenses a los que supuestamente debería servir".
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/SecRubio/status/1912530586473808049&partner=&hide_thread=false
"Esto es opuesto a los principios mismos que debemos defender e inconcebible que estuviera sucediendo en Estados Unidos", señaló Rubio en un comunicado. "Bajo la administración del presidente Trump, siempre trabajaremos para proteger los derechos del pueblo estadounidense, y este es un paso importante para continuar cumpliendo con ese compromiso", añadió.
El Departamento de Estado dio el miércoles licencia administrativa a unos 40 empleados de la oficina, que se espera sean despedidos en un plazo de 30 días. En marzo ya habían sido echados unos 80 trabajadores independientes y se habían cortado todos los contratos vinculados a su trabajo, según The New York Times.
Los cuestionamientos a la oficina
La oficina había sido creada a fines de 2024 a partir de la reorganización del GEC, un centro más grande con una misión similar que fue cuestionado durante mucho tiempo por los conservadores, que argumentaban que pese a que su función misión original estaba dirigida a información surgida fuera del país, estaba "censurando" a estadounidenses.
En 2023, el magnate Elon Musk, dueño de la red social X y ahora al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), lo calificó del "peor infractor de la censura y manipulación mediática del gobierno estadounidense".
Elon Musk - DOGE - AFP.jpg
AFP
En los últimos años, especialmente a partir de 2016, la agencia se ocupó de monitorear campañas de desinformación de rivales de Estados Unidos, como Rusia, Irán o China, así como de grupos terroristas. Entre sus proyectos recientes están el desarrollo de modelos de inteligencia artificial (IA) para detectar memes y deepfakes, así como la exposición de los esfuerzos rusos para influir en la opinión pública latinoamericana en la guerra en Ucrania.
Pero también financiaba a algunas organizaciones dentro del país que combaten la desinformación online. En ese marco, varios legisladores republicanos cuestionaron al GEC por "censurar" voces conservadoras en EEUU. El centro fue además objeto de varias demandas de grupos conservadores, como una encabezada en 2023 por el fiscal general de Texas, el republicano Ken Paxton, que lo acusó de otorgar fondos a tecnologías contra la desinformación que aseguró censuraba a medios de derecha.
Las reacciones al cierre
En una entrevista concedida al sitio Foundation for Freedom Online y publicada por el Departamento de Estado, Rubio dijo que los fondos ahorrados por el cierre de la oficina servirían para difundir un mensaje "pro-estadounidense" con miras a defender "la libertad de expresión amenazada en el mundo entero".
Sin dar mayores detalles, Rubio dijo que "hay casos" en Europa occidental "donde alguien postea algo en línea y después llega la policía y vas a prisión por 60 días". "Si un país o un grupo de países, en el caso de la Unión Europea (...), arremete contra los estadounidenses por sus comentarios, esto se convierte en una fuente de irritación para Estados Unidos" e incluso va más allá, indicó. "Esto podría llegar a amenazar (...) potencialmente a altos funcionarios en Estados Unidos", agregó, según recogió la agencia AFP.
Departamento de Estado - AP.jpg
AP
Un funcionario del Departamento de Estado, que habló en condición de anonimato por miedo a las represalias, dijo a Politico que "el Kremlin y el Partido Comunista Chino están festejando hoy". "Nuestros adversarios difunden desinformación, deliberadamente destinada a engañar y dividir a comunidades y naciones y a atacar los cimientos de las sociedades democráticas", declaró. "Se ha creado otra fisura en nuestra seguridad nacional que hace a Estados Unidos aún más vulnerable", añadió.
La senadora Jeanne Shaheen, la principal demócrata en el Comité de Relaciones Exteriores de la cámara alta, dijo que las funciones del CEG y su oficina sucesora siguen siendo tan críticas como siempre.
Por eso, consideró que al cerrar la oficina y desmantelar Voice of America y otros medios públicos en el exterior, Trump estaba "cediendo completamente el espacio de información global a nuestros adversarios, que están muy contentos de llenar el vacío con propaganda antiestadounidense".