Las Trumponomics siguen siendo uno de los principales temas en los centros académicos, empresariales, políticos y económicos de Estados Unidos. Con algunos nombres ya confirmados y otros a confirmarse, el gabinete del electo presidente republicano va tomando color. Sin embargo, en el plano de las repercusiones y pronósticos, hay varios análisis acerca de lo que será este segundo mandato de Donald Trump.
"Ha sido claro acerca de sus intenciones: aranceles para proteger a Estados Unidos, recortes de impuestos para ayudar a las empresas y la expulsión de inmigrantes no autorizados. Equipado con principios macroeconómicos de manual, pero también con la humildad propia de cualquier pronóstico, predigo que los resultados lo decepcionarán. Sin embargo, también predigo que el resultado no será la catástrofe económica de la que advierten sus críticos. A menos que obligue a la Reserva Federal de Estados Unidos a cumplir sus órdenes, en cuyo caso todas las apuestas están canceladas.". El mensaje corre por cuenta de Olivier Blanchard, el economista francés que trabajó en el Fondo Monetario Internacional desde 2008 hasta 2015.
La inflación, que también ha demostrado ser extremadamente costosa desde el punto de vista político, probablemente haría que Trump se lo pensara dos veces. Por lo tanto, hay que asumir que las deportaciones, si bien ocurrirán, serán en gran medida simbólicas y afectarán a decenas o cientos de miles en lugar de millones de personas La inflación, que también ha demostrado ser extremadamente costosa desde el punto de vista político, probablemente haría que Trump se lo pensara dos veces. Por lo tanto, hay que asumir que las deportaciones, si bien ocurrirán, serán en gran medida simbólicas y afectarán a decenas o cientos de miles en lugar de millones de personas
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Donald Trump habla ante sus partidarios en West Palm Beach.
Aranceles a China y la queja de los exportadores
Con respecto a la promesa de imponer un arancel del 10% a todas las importaciones y un arancel del 60% a las procedentes de China, Blanchard dice que los efectos iniciales pueden funcionar en gran medida como Trump espera: las importaciones estadounidenses disminuirán, los ingresos arancelarios aumentarán ("aunque no tanto como él predice, precisamente porque la base impositiva, es decir, las importaciones, disminuirá") y el déficit comercial del país disminuirá.
"Pero esto será sólo el comienzo de la historia", dijo el economista del MIT (Massachusetts Institute of Technology). "Supongamos primero que no hay represalias arancelarias de tipo 'ojo por ojo' por parte de China o Europa. A medida que la demanda estadounidense pasa de bienes extranjeros a bienes internos, una mayor demanda de bienes internos en una economía que ya está en pleno empleo ejercerá una presión al alza sobre los precios. Esa presión obligará a la Reserva Federal a aumentar las tasas de interés para mantener la inflación bajo control. Debido tanto a las tasas más altas como a una mejor balanza comercial, el dólar se fortalecerá, justo lo contrario de lo que quiere Trump. Las exportaciones estadounidenses se verán afectadas y el déficit comercial no mejorará mucho, si es que mejora en absoluto", explicó.
Debido a eso, para Blanchard es probable que las represalias chinas y europeas modifiquen la historia, pero no para mejor. "Los exportadores estadounidenses sufrirán más. Es posible que la balanza comercial no mejore en absoluto. En términos netos, unas menores importaciones y exportaciones pueden conducir a una menor actividad económica, en lugar de a un aumento. Incluso entonces, los aranceles seguirán provocando una mayor inflación y mayores tasas de interés, dejando a la administración Trump con poco que mostrar por el aumento de aranceles", vaticinó.
Buenas noticias hasta mitad de mandato
¿Qué hará Trump? Para el economista francés, podría doblar la apuesta. Pero, admite, es probable que la oposición de los exportadores y los efectos inflacionarios de nuevos aranceles lo disuadan de tomar ese camino. "Dar marcha atrás y reducir los aranceles es igualmente improbable. Por tanto, el escenario más probable es que los aranceles se mantengan. De ser así, las buenas noticias iniciales en los frentes del comercio y la producción, que tal vez duren hasta las elecciones de mitad de período de 2026, se desvanecerán, dejando los efectos adversos habituales de un menor comercio, es decir, un menor uso de la ventaja comparativa", explicó.
Otro tema que generó mucha crítica fue la propuesta de echar a una cantidad enorme de inmigrantes indocumentados. "Se estima que suman alrededor de 11 millones, y se habla de deportar alrededor de un millón al año. El empleo total en Estados Unidos es de unos 160 millones de personas. Entonces, si deportara a un millón de inmigrantes al año, reduciría el empleo en un 0,5% al año, con una disminución total final del 5%. Las vacantes de empleo aumentarían y se mantendrían altas, al igual que la proporción entre vacantes y trabajadores desempleados, lo que llevaría a presiones inflacionarias sostenidas", afirmó Blanchard durante el webinar organizado por PIIE.
Debido tanto a las tasas más altas como a una mejor balanza comercial, el dólar se fortalecerá, justo lo contrario de lo que quiere Trump. Las exportaciones estadounidenses se verán afectadas y el déficit comercial no mejorará mucho, si es que mejora en absoluto Debido tanto a las tasas más altas como a una mejor balanza comercial, el dólar se fortalecerá, justo lo contrario de lo que quiere Trump. Las exportaciones estadounidenses se verán afectadas y el déficit comercial no mejorará mucho, si es que mejora en absoluto
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Inmigrantes colombianos caminan por el desierto de California después de cruzar la frontera con México
AFP
Echar inmigrantes, más desempleo
Si pasara eso, entonces, la Reserva Federal respondería elevando las tasas de interés, lo que provocaría una apreciación del tipo de cambio. Y, una vez más, no es lo que Trump esperaba.
"Esto no sucederá, dada la magnitud de las cifras en este escenario. Los empleadores descontentos, especialmente en la agricultura, la construcción y los restaurantes, rápidamente se expresarían lo suficiente como para frenar el ritmo de las deportaciones. La inflación, que también ha demostrado ser extremadamente costosa desde el punto de vista político, probablemente haría que Trump se lo pensara dos veces. Por lo tanto, hay que asumir que las deportaciones, si bien ocurrirán, serán en gran medida simbólicas y afectarán a decenas o cientos de miles en lugar de millones de personas", predijo el economista.
"En la medida en que se produzca la deportación, provocará inflación y tasas de interés más altas, y un conflicto potencial con la Reserva Federal", acotó.
En cuanto a los impuestos, Trump ha prometido extender los recortes de impuestos promulgados en 2017 y es muy probable que esto suceda. Además, en diferentes momentos ha sugerido que los beneficios de la Seguridad Social vuelvan a estar totalmente libres de impuestos, que se aumenten las deducciones de impuestos estatales y locales, y que la tasa del impuesto corporativo, que se redujo del 35 al 21% en 2017, se disminuya aún más al 15% para las empresas manufactureras. "Sin embargo, es posible que varios republicanos conservadores de la Cámara de Representantes se opongan a estas medidas adicionales, lo que conduciría a un paquete fiscal más pequeño pero aún sustancial", sostuvo Blanchard.
¿Por qué? Para el especialista, cualquier discusión sobre planes fiscales debe partir del hecho de que el déficit presupuestario federal ya es extremadamente grande. La relación entre la deuda federal y el PIB es del 100%. El déficit ronda el 6,5% del PIB y el déficit primario ronda el 3,5%. Si se dejara que los recortes de impuestos de 2017 expiraran, el déficit se reduciría en aproximadamente un 1% del PIB en 2025. Pero incluso bajo este supuesto, las previsiones de la Oficina de Presupuesto del Congreso eran de déficits primarios de alrededor del 3%.
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Déficit descomunal a la vista
"Las medidas que Trump está considerando aumentarían esa cifra entre aproximadamente un 1 y un 2 por ciento, lo que llevaría a un déficit primario sostenido de entre un 4 y un 5 por ciento y un rápido aumento del ratio de deuda. Si la tasa de interés y la tasa de crecimiento fueran aproximadamente iguales, lo que parece una hipótesis razonable, esto implicaría un ajuste del déficit primario del 4 al 5 por ciento del PIB, o equivalentemente, del 16 al 20 por ciento del presupuesto federal, para estabilizar el ratio de endeudamiento. Se trata de una cifra extremadamente grande y no hay motivos para pensar que los recortes de los tipos del impuesto de sociedades, incluso si impulsaran la inversión y el crecimiento potencial, reducirían sustancialmente el déficit en los próximos años", sostuvo el economista.
Más allá de todo, el ex economista jefe del FMI afirmó que la economía de Trump puede "lucir bien por un tiempo", con un fuerte crecimiento, ya que "a pesar de las percepciones de los votantes en las últimas elecciones, la administración Biden le ha dejado a la administración Trump una economía estadounidense fuerte, un regalo precioso en este contexto".
"Predecir una catástrofe inmediata o una caída del mercado de valores, como hicieron algunos en 2016, no es prudente. Pero los efectos positivos iniciales probablemente se esfumarán y posiblemente se reviertan, tal vez antes de que finalice el mandato de Trump", concluyó Blanchard.