"Estados Unidos tomará el control de la Franja de Gaza y también haremos un buen trabajo allí", dijo Trump el martes durante una conferencia de prensa con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de visita en Washington.
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Sin dar fechas ni detalles de cómo sería el control del territorio o el traslado de sus más de dos millones de habitantes, Trump afirmó que eliminará las bombas sin explotar y los escombros para convertir Gaza en un lugar "increíble". "Será algo de lo que todo Medio Oriente se enorgullecerá", aseguró, y dijo que veía a mucha gente viviendo en la zona, que consideró podría convertirse en la "Riviera de Medio Oriente", entre ellos "también palestinos".
Por su parte, Netanyahu dijo que la propuesta de Trump podría "cambiar la historia" y que valía la pena "prestarle atención". El mandatario israelí cuenta entre sus aliados en el gobierno con fuerzas que sueñan con reinstaurar colonias judías en la Franja de Gaza, de donde Israel se retiró unilateralmente en 2005 por decisión del entonces primer ministro Ariel Sharon.
"Una propuesta agresiva": el rechazo de los palestinos
Tras una guerra de 15 meses desencadenada por el ataque del grupo terrorista Hamás del 7 de octubre de 2023 en territorio israelí, gran parte de la Franja de Gaza está arrasada. Desde el mes pasado rige un frágil alto el fuego que ha permitido el canje de rehenes israelíes por prisioneros palestinos.
Hamás, que gobierna el enclave costero desde 2007, rechazó la propuesta y un portavoz del movimiento, Abdel Latif al Qanu, la calificó de "racista (...) alineada con la extrema derecha israelí". Se trata de una propuesta "agresiva para nuestro pueblo y nuestra causa, no servirá a la estabilidad en la región y solo echará más leña al fuego", aseguró el grupo palestino en un comunicado, según consignó la agencia AFP.
Por su parte, el presidente palestino, Mahmud Abbas, dijo que los palestinos no renunciarán a su tierra, sus derechos y sus lugares sagrados y que la Franja de Gaza es parte integral del Estado de Palestina, junto a Cisjordania y Jerusalén Oriental. Abbas, que gobierna en Cisjordania, llamó a las Naciones Unidas a “proteger al pueblo palestino y sus derechos inalienables” y dijo que lo que Trump desea hacer sería "una grave violación de las leyes internacionales".
Para los palestinos, cualquier intento de obligarlos a salir de Gaza evoca el trauma de la Nakba ("catástrofe" en árabe), el desplazamiento masivo y la expulsión de cientos de miles de palestinos de sus hogares durante la creación del Estado de Israel en 1948.
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Las reacciones en la región
Egipto, Jordania y otros aliados estadounidenses en Medio Oriente ya habían rechazado la idea de reubicar a más de dos millones de palestinos de Gaza en otros lugares de la región.
Arabia Saudita, un importante aliado de EEUU, rechazó la propuesta de Trump, destacó que su posición sobre la formación de un Estado palestino independiente es "firme, constante e inquebrantable" y aseguró que no restablecerá relaciones diplomáticas con Israel si esto no ocurre.
En una reunión con Abbas, el rey jordano Abdullah II urgió a esforzarse para "detener las actividades de colonización y rechazar cualquier intento de anexionar tierras y desplazar a los palestinos de Gaza y Cisjordania", según un comunicado del palacio real.
Para el ministro de Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, la idea de que Estados Unidos tome el control de Gaza es "inaceptable". Además, dijo que cualquier plan que deje a los palestinos "fuera de la ecuación" llevará a un mayor conflicto.
El apoyo a la solución de dos Estados
La sorprendente postura de Trump respecto a Gaza rompe además con la postura sostenida durante décadas por el gobierno estadounidense, que apoyó una solución de dos Estados para Israel y Palestina.
"No hay ningún mecanismo para esto. No hay precedente para esto", dijo la ex subdirectora nacional de inteligencia Beth Sanner a CNN. La ex funcionaria, quien sirvió bajo las administraciones de Trump y Biden, consideró que la mayoría de los palestinos que viven en Gaza no querrán irse, por lo que se preguntó si podrían ser sacados a la fuerza, lo que está prohibido por el derecho internacional.
"Eso significa que alguien, tal vez Estados Unidos", tendría que intervenir, porque "ningún ejército árabe va a sacar a la gente de su patria contra su voluntad", dijo Sanner.
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Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
AP
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, recordó este miércoles que cualquier traslado forzoso o deportación de un territorio ocupado está "estrictamente prohibido" y recordó que "el derecho a la autodeterminación es un principio fundamental del derecho internacional y debe ser protegido por todos los Estados".
La solución de dos Estados, que prevé la creación de un Estado palestino que conviva en paz junto al de Israel, también fue apoyada en este contexto por los primeros ministros de Reino Unido, Australia e Irlanda, los ministros de Exteriores de China, Nueva Zelanda y Alemania, así como por un vocero del Kremlin.
"Se les debe permitir (a los palestinos) volver a casa, se les debe permitir reconstruir, y debemos estar con ellos en esa reconstrucción en el camino hacia una solución de dos Estados", manifestó el premier británico, Keir Starmer.
Las repercusiones en EEUU
En Estados Unidos hubo críticas y preocupación tanto de políticos demócratas como de republicanos. El senador republicano Lindsey Graham, calificó la propuesta de "problemática", y dijo que no cree que a sus electores les entusiasme la idea de enviar soldados estadounidenses a tomar el control de Gaza.
Para el senador demócrata Tim Kaine, de Virginia, se trata de un plan "desquiciado" y "disparatado". Además, consideró que la presencia militar estadounidense en la región sería un "imán para los problemas", según recogió NBC News.
La idea "corre el riesgo de hacer que el resto del mundo piense que somos un socio desequilibrado y poco fiable porque nuestro presidente hace propuestas insensatas”, dijo el senador demócrata Chris Coons, que señaló la ironía de que la propuesta se diera a conocer poco después de que Trump accionara para desmantelar la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
"¿Por qué íbamos a abandonar décadas de programas humanitarios bien establecidos en todo el mundo, y ahora lanzarnos a uno de los mayores desafíos humanitarios del mundo?", dijo Coons, según la agencia AP.
Por su parte, la congresista demócrata Rashida Tlaib, de origen palestino, acusó a Trump en una publicación en redes sociales de “llamar abiertamente a la limpieza étnica” con la idea de reasentar a toda la población de Gaza.