George Santos usó el dinero de sus donantes de campaña para comprarse bienes de lujo, pagar sus cuentas, irse de vacaciones o hacerse un tratamiento de botox, entre otros. El ex congresista de origen brasileño, que en algún momento fue considerado una figura prometedora en el Partido Republicano y terminó expulsado del Congreso por corrupción, fue condenado a más de siete años de prisión por fraude electrónico y robo de identidad.
"Ofrezco mis más profundas disculpas", dijo el viernes ante la corte de Nueva York donde fue sentenciado. "No puedo reescribir el pasado, pero puedo controlar el camino a seguir", añadió, entre lágrimas. En agosto del año pasado, el ex congresista por Nueva York, de 36 años, había admitido que era culpable de haber mentido a sus donantes, haber presentado informes financieros falsos y haber usado el dinero recaudado para gastos personales.
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La jueza Joanna Seybert, que lo condenó a 87 meses de cárcel y le ordenó restituir casi 374.000 dólares y pagar una multa de más de 200.000 dólares, no se mostró convencida con sus palabras. "¿Dónde está el remordimiento?", preguntó la magistrada antes de emitir su fallo. "Siempre es la culpa de alguien más", señaló, y apuntó que el ex congresista "traicionó la confianza" de sus electores.
"Las víctimas de Santos fueron gente real que sufrió pérdidas reales", dijo el fiscal jefe John Durham tras el anuncio de la sentencia. "Llegó a buscar ancianos que sufrían deterioro cognitivo", agregó.
La fiscalía había acusado al político de mentir al Congreso sobre su riqueza personal, "inventando millones de dólares en activos que nunca existieron y escondiendo sus ingresos reales". Santos fue expulsado del Congreso en diciembre de 2023 después de que se negara a renunciar cuando fue imputado. Esta expulsión fue solo la sexta en la historia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, lo que destaca la gravedad de sus acciones.
El pedido de indulto a Trump
Santos, ferviente seguidor de Donald Trump, aseguró recientemente que no le pediría el indulto al mandatario. "Si el presidente cree que soy merecedor de cualquier nivel de clemencia que pueda conceder, puede hacerlo, pero para mí solicitar un indulto es negar la rendición de cuentas y la responsabilidad", dijo a The New York Times.
Sin embargo, después de conocer la sentencia, recurrió a las redes sociales para pedir el perdón de la Casa Blanca.
"Creo que 7 años es una condena exagerada influenciada políticamente e imploro que el presidente Trump me dé la oportunidad de demostrar que soy más que los errores que he cometido", escribió en una publicación en X.
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Su abogado defensor Andrew Mancilla le había pedido a la jueza una condena de dos años y había presentando a Santos como una figura problemática que creció en una "casa rota" y fue objeto de bullying durante toda su vida. Como resultado, "construyó el hombre que quería ser, no quien era", dijo Mancilla. "Lo hizo porque creía que el mundo no le aceptaría por lo que era", manifestó, según consignó la agencia AP.
Las mentiras de Santos
Santos, hijo de inmigrantes brasileños, fue elegido como congresista en 2022 como un candidato prometedor. Su victoria en el distrito 3 de Nueva York, que incluye partes del norte de Long Island y Queens, fue celebrada como un hito para el Partido Republicano. Había logrado lo que pocos esperaban: arrebatar un escaño históricamente demócrata en una zona suburbana rica.
En diciembre de 2022, una investigación periodística de The New York Times reveló que gran parte de su biografía era falsa. Santos había mentido sobre haber trabajado en prestigiosas firmas de Wall Street como Goldman Sachs y Citigroup, y sobre haberse graduado de la Universidad de Baruch. Ambas compañías desmintieron esta versión y Santos dijo más tarde que había usado una "mala elección de palabras".
También falseó una maestría universitaria. Además, Santos se jactaba de haber sido un jugador estrella de voleibol en una universidad de Nueva York a la que nunca asistió.
En un intento por atraer simpatía, el ex congresista mintió a su vez sobre su familia. Sobre su madre, dijo que murió en los ataques del 11 de septiembre, pero era mentira: ella directamente no estaba en Estados Unidos en ese momento. En cuanto a sus abuelos maternos, Santos afirmó que eran judíos y que habían huido de la persecución en Europa, pero resultó que habían nacido en Brasil.
Los periodistas que lo investigaron descubrieron además que Santos había sido acusado de utilizar cheques robados en Brasil para comprarse ropa. Además, dijo que dirigía una organización benéfica para mascotas llamada Friends of Pets United, pero eso nunca sucedió.