El enojo de Santiago Peña por una supuesta traición
Mientras Ramdin se encamina a conducir la OEA en reemplazo del uruguayo Almagro, Santiago Peña todavía masculla su enojo por una presunta traición. El presidente de Paraguay anunció el miércoles pasado el retiro de su canciller, Rubén Ramírez Lezcano, de la carrera. Tomó la decisión, según se quejó, después de que "países amigos de la región modificaran su acuerdo inicial" y decidieran "en forma abrupta e inexplicable no acompañar finalmente" al funcionario paraguayo.
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Santiago Peña reunido con Luis Almagro, pocos días antes de que su candidato en la OEA perdiera apoyos y se bajara de la carrera.
La renuncia llegó cuando a Lezcano ya no le cerraba la matemática electoral. Costa Rica, Ecuador y República Dominicana se sumaron a Brasil, Bolivia, Chile, Colombia y Uruguay en su apoyo al canciller de Surinam, dejando a Paraguay sin chances.
"Esa postulación tenía un objetivo innegociable: la recuperación de la relevancia institucional de la OEA, dándole un nuevo protagonismo que se apoyara en una gestión moderna y eficiente, que tuviera en cuenta los lazos de solidaridad y fraternidad que unen a nuestro continente, por encima de intereses particulares y de ideologías", se lamentó Peña.
El presidente de Paraguay había apostado fuerte a contar con el respaldo de Estados Unidos. En concreto, quería el espaldarazo de Donald Trump. Peña incluso estuvo en una Washington congelada durante la asunción del republicano, el 20 de enero pasado. Viajó en busca de un aval para Lezcano. ¿Por qué un Trump aislacionista y crítico de la arquitectura multilateral tomaría ese compromiso? Simple. Por rechazo a la línea más izquierdista que representa Ramdin. Tanto el conservador Peña como históricamente Paraguay son aliados tácticos de la Casa Blanca. Y de esta Casa Blanca MAGA, lo son en especial. En América del Sur, Peña y el argentino Javier Milei son los presidentes más embanderados con Trump.
En una entrevista exclusiva con El Observador USA en la capital de EEUU, mientras Trump volvía al poder, Peña se ilusionaba con ese clima. Le dijo a este medio que "con el triunfo de Trump la candidatura de Lezcano toma todavía más fuerza". El paraguayo consiguió a medias el guiño trumpista que había ido a buscar. Trump nunca alzó la voz sobre la OEA. Y su secretario de Estado, Marco Rubio, tampoco. Pero la simpatía republicana por el aspirante paraguayo existía. El senador trumpista de Florida Rick Scott la blanqueó en público, tomando partido por Lezcano.
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Pero el alineamiento de Peña con Trump terminó siendo más una debilidad que una ventaja. Lezcano fue visto como el embajador MAGA en la OEA. Y esa percepción selló la suerte del canciller paraguayo. Con un agravante para Lezcano: el desmantelamiento en marcha de la USAID, de cuyos programas los países del Caribe son dependientes, sólo le resta popularidad en Centroamérica al postulante que esté asociado a Trump.
Para el diputado paraguayo Daniel Centurión, quien integra una facción del Partido Colorado alternativa a la del Gobierno de Peña, el respaldo de Asunción a Trump "fue el factor determinante" para que países vecinos "con una ideología progresista" se hayan reagrupado en torno a Ramdin.
"El Paraguay, como un país soberano, asumía sus posiciones soberanas e independientes y autónomas, pero en los últimos tiempos vimos algunos hechos que han desfigurado un poco esa integridad en la posición del Paraguay y nos ha posicionado como un país que está absolutamente arrodillado a los Estados Unidos", dijo Centurión a la Radio Ñandutí.
El senador oficialista Derlis Maidana consideró que ciertos países de la región ven a Paraguay como "una amenaza" al estar "muy identificado con Estados Unidos". ¿Qué países le dieron sorpresivamente la espalda a Peña?
Sin nombrar a ninguno, el presidente apuntó a los gobiernos de Lula da Silva en Brasil y al de Yamandú Orsi en Uruguay. Ambos habrían cambiado el apoyo prometido al paraguayo por un aval al candidato progresista de Surinam. Las administraciones del chileno Gabriel Boric, del colombiano Gustavo Petro y del boliviano Luis Arce también impulsan a Ramdin. Argentina, tras la expulsión de Sonia Cavallo por parte del gobierno de Milei, por ahora hace silencio.
El trumpismo se mantiene al margen de la disputa. Al menos en público. Poco antes de que Peña bajara a su aspirante, Marco Rubio habló por teléfono con el presidente de Paraguay. Charlaron sobre la compra de un sistema de radares a una compañía estadounidense por parte de Paraguay. "Esta adquisición reforzará la vigilancia aérea para combatir el tráfico de estupefacientes y armas, y a la vez contribuirá al crecimiento económico de ambos países", dijo una vocera del Departamento de Estado. Pero la danza de nombres y los tironeos alrededor de la OEA también pueden haber entrado en la agenda.
Trump todavía no designó a su representante en la OEA. En la práctica el actual delegado es Thomas Hastings, un diplomático de carrera heredado de la gestión de Biden. Con un perfil más político, el anterior embajador en el organismo era Frank Mora, que renunció al cargo.
Cuándo es la elección en la OEA
El 10 de marzo, la Organización de los Estados Americanos elegirá a su próximo secretario general. Lo hará en una Asamblea General extraordinaria en la Casa de las Américas en Washington. El ganador conducirá la OEA por un período de cinco años y sucederá a Almagro, quien termina su mandato el 25 de mayo.
Para coronarse, Ramdin debe obtener el voto de la mayoría de los Estados, es decir, al menos 18 de los 34 países que componen la OEA. ¿Puede surgir algún candidato tapado en las póximas horas? Parece imposible a esta altura. Antes de que declinara Lezcano, el canciller de Costa Rica, Arnoldo André, amagó con postularse.
Dijo que lo estaba analizando porque ni Ramdin ni Lezcano lograban una “mayoría emocionada” a su favor. André incluso se reunió con Marco Rubio durante la gira del secretario de Estado por América Latina. Lo hizo en busca de un gesto favorable de la administración de Trump.
Si hubiera competencia en la OEA, el requisito es alcanzar la mayoría requerida en la votación del 1 de marzo. Si no la hubiera, se procederá a una segunda o incluso una tercera ronda, hasta alcanzar un acuerdo o que la sesión se suspenda para permitir nuevas negociaciones. Pero ese ya no será el caso.
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Rubén Ramírez durante la Asamblea General de la OEA en Asunción. El canciller paraguayo se quedó sin apoyos por su cercanía con Trump.
De los 35 países que llegaron a formar parte de la OEA, hoy hay 32 Estados activos, dado que Cuba fue excluida en 1962, Nicaragua abandonó el organismo en 2023 y Venezuela dejó de ser parte en 2019 por decisión del gobierno de Nicolás Maduro. Los países europeos actúan como miembros observadores.
El 4 de diciembre de 2024, el Consejo Permanente de la OEA aprobó la resolución que establecía las elecciones para secretario general el 10 de marzo y las elecciones para secretario general adjunto el 5 de mayo de 2025. El mandato del actual secretario general adjunto, el beliceño Nestor Mendez, concluye el 16 de julio de 2025.
Los secretarios generales del organismo solo pueden ser reelegidos una vez y los siguientes candidatos no puede tener la misma nacionalidad que el titular saliente. En este caso, como Almagro es de Uruguay, no se puede presentar a la elección ningún candidato uruguayo.
Respecto a los perfiles o cualificaciones que los candidatos deben tener, el Consejo Permanente recomienda a los Estados Miembros que al presentar sus postulantes a los cargos de secretario general y secretario general adjunto, actúen con "la debida diligencia" para asegurar que éstos cumplan con "las normas más altas de integridad personal, solvencia profesional, respeto por la democracia y sus instituciones, así como por la defensa y promoción de los derechos humanos”.
El perfil del candidato
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El ministro de Relaciones Exteriores de Surinam, Albert Randim, se encamina a ser el nuevo Secretario General de la OEA.
Ramdin, actual canciller de Surinam y ex secretario general adjunto de la OEA (2005-2010) cuenta con el apoyo de los 14 Estados miembros del Caribe. Más uno extra de fuerte peso simbólico: el de China, observador permanente de la OEA sin voto.
Con el piso del Caribe, sumado a Costa Rica, Ecuador, República Dominicana, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia y Uruguay, Ramdin suma 22 respaldos en su favor. Una cantidad sobrada para imponerse. El canciller de Surinam se presenta como el candidato de centro izquierda con una mirada crítica hacia el gobierno de Trump. El respaldo de China, que celebra este desenlace, evidencia esa posición.
Lezcano era el aspirante de la centro derecha. Economista y canciller del Paraguay, fue embajador alterno en la ONU y funcionario de instituciones financieras multilaterales como el BID y la CAF.
En su discurso de presentación en la OEA, un mes atrás, Ramdin se presentó ante los delegados de la OEA. Dijo que los problemas que se enfrentan hoy en día requieren "algo más que cambios en las políticas". "Exigen un cambio en la forma en que nos relacionamos unos con otros. Debemos fomentar la empatía, la comprensión y el respeto. Debemos reconocer que las luchas de uno son las luchas de muchos, y que nuestra fuerza colectiva radica en nuestra capacidad de mantenernos unidos", agregó.
