Donald Trump anunció que firmará dos órdenes ejecutivas para poner fin a los programas de diversidad y las políticas de identidad de género, que, según él, promueven la "ideología de género" y para establecer que el gobierno federal solo reconozca la existencia de "dos géneros: masculino y femenino".
"A partir de hoy, la política gubernamental de Estados Unidos es que hay solo dos géneros: masculino y femenino", afirmó Trump en el Capitolio tras convertirse en el presidente número 47 del país.
"También pondré fin a la política gubernamental de intentar meter la raza y el género en cada aspecto de la vida pública y privada", afirmó el mandatario, quien se apresura así a cumplir sus promesas electorales de desmantelar la cultura "woke".
Trump argumenta que estas políticas buscan frenar lo que llama "ideología de género" y "cultura woke", que según él ha promovido desigualdades y discriminación inversa contra los hombres blancos. Así, su gobierno pretende regresar a lo que describe como "realidades fundamentales e incontrovertibles" en torno al género.
Solo se reconocerán dos sexos
La orden estipula que solo se reconocerán dos sexos en documentos oficiales como pasaportes y visados, eliminando el marcador "X" en documentos oficiales y marcando un cambio significativo en las políticas de identidad de género a nivel federal.
La medida revertirá parte de la normativa implementada por Joe Biden en su primer día de mandato hace cuatro años. Con esta nueva disposición, podrían verse afectados el acceso a la atención médica de afirmación de género y la participación en competencias deportivas de algunas personas transgénero.
Poco antes de la investidura, un funcionario del gobierno entrante había adelantado a la prensa que Trump firmaría una serie de órdenes ejecutivas para acabar con los programas federales de diversidad y determinaría el reconocimiento de sólo dos géneros, informó la agencia de noticias AFP.
En la práctica, a partir de ahora los documentos oficiales estarán obligados a "reflejar el género con exactitud", dijo el funcionario, sin precisar si eso significaba el género asignado al nacer. "El gobierno federal ya no promoverá la ideología de género", dijo el funcionario.
El cierre de los programas de diversidad
El gobierno también tomará medidas inmediatas para recortar programas de diversidad que tratan de corregir desigualdades históricas, pero que Trump ha insistido en que perjudican a los blancos, especialmente a los hombres.
"El Departamento del Tesoro -de esto hace ya un tiempo- incluyó formación sobre diversidad que decía que todos los blancos, independientemente de lo diversos que sean, contribuyen al racismo. Así que vamos a poner fin a este tipo de financiación, vamos a poner fin a estos programas (de diversidad)", dijo el funcionario.
Preocupación entre la comunidad LGBTIQ+
La retórica antitrans fue uno de los pilares de los mítines de campaña de Trump. El rechazo a las políticas de diversidad, equidad e inclusión en el gobierno federal y en el mundo empresarial fueron una clave importante en la narrativa del GOP. Además, la exclusión de las mujeres transgénero de los deportes femeninos y la prohibición de los tratamientos de apoyo a la transición de género en menores fueron otros de los discursos con los que los republicanos hicieron campaña el año pasado.
Antes de las elecciones, Trump planeaba "pedir al Congreso que apruebe un proyecto de ley que establezca que los únicos géneros reconocidos por el gobierno estadounidense son el masculino y el femenino, y que se asignan al nacer", decía su programa político.
La comunidad LGBTIQ+ expresó preocupación por las implicaciones de estas medidas, que ven como un retroceso en los derechos adquiridos. Las restricciones al reconocimiento de género afectan especialmente a personas trans y no binarias, limitando su acceso a derechos básicos y documentación oficial adecuada.
Muchos en la comunidad queer se alarmaron por la elección de Trump tras una campaña en la que el republicano puso en primer plano los ataques contra las personas trans y sus derechos. El Centro Nacional de Ayuda LGTB ha recibido unas 2.000 llamadas al día desde los resultados electorales, en lugar de las 300 habituales, según su director, Aaron Almanza.